ERC y Bildu, contra el núcleo de la reforma del PSOE del solo sí es sí en sus enmiendas

La reforma de la ley del sólo sí es sí sigue siendo una espina clavada para el Gobierno de coalición y sus socios parlamentarios. ERC y EH Bildu, dos de sus principales socios, han presentado enmiendas conjuntas a la proposición de ley del PSOE para reformar la ley del solo sí es sí con el objetivo de que retirar de ese texto las alusiones a la "violencia" e "intimidación" que pretenden incluir los socialistas. El Ministerio de Igualdad, que ha enarbolado el apoyo de ERC y EH Bildu para retratar al PSOE separado de sus socios y con el PP como muleta, había explorado la opción de pactar enmiendas conjuntas con ambos partidos. Pese a rechazar cualquier tutela del Ministerio de Irene Montero, los socios se decantan por apoyar las tesis de Unidas Podemos.

Tanto ERC como EH Bildu piden que los artículos 178 y 179 de Código Penal se mantengan tal y como están para "proteger el consentimiento como centro de ley". A su juicio, la reincorporación de los términos de “violencia e intimidación” como centrales en el tipo penal de agresión sexual, agregando el elemento de anulación de la voluntad de la víctima "desplaza el consentimiento como el elemento definidor entre una relación sexual consentida y una agresión sexual". "Ello supone negar que la violación, ya es per sé una forma de violencia, y afirmar que hay violaciones no violentas", argumentan.

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"Vamos a enmendar lo que consideremos, con el consentimiento en el centro", habían avisado antes las partes. "Tenemos interlocución permanente y constante con Igualdad", abundan. Hasta el momento, el departamento de Montero ni siquiera ha querido confirmar oficialmente que vayan a dar la batalla parlamentaria, y en su grupo hay diferentes opiniones sobre si procede, o no, presentar enmiendas sin contar con los votos necesarios para que puedan salir adelante. Hay fuentes moradas que apuestan por presentarlas, y algún dirigente que incluso ve posible un acuerdo con los socialistas, una opción que prácticamente nadie contempla.

Igualdad, por su parte, defiende que, a diferencia de los socialistas, desde Unidas Podemos han tratado de cuidar la mayoría de investidura, y por ello no han dejado de "hablar con los socios". "Y todos conocen todas las propuestas que hemos hecho", abundan. Hasta la fecha, Igualdad, que es quien marca la línea a seguir a todo el grupo parlamentario UP, no ha hecho públicas sus propuestas. Desde el PSOE, y hasta el propio presidente del Gobierno, les han retado a hacerlo. Incluso ha cuestionado la viabilidad de sus recetas para reformar esta polémica norma.

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Pese a las respectivas dudas, las distintas fuerzas que integran Unidas Podemos cerraron filas 09con Montero y votaron en contra de la admisión a trámite de la reforma del sí es sí, disparando la tensión de la coalición hasta niveles récord. Que el PSOE enmendara unilateralmente la que fuera una ley estrella de la ministra competente abrió la caja de los truenos.

Ni Unidas Podemos puede aceptar el planteamiento de los socialistas, ni el socio mayoritario está dispuesto a renunciar a una reforma que eleve las penas mínimas para evitar las rebajas de penas a futuro. A esta pugna, además, se une la decisión de Podemos de reforzar a ERC y Bildu como aliados prioritarios, con los que el resto de actores de Unidas Podemos han colisionado a cuenta de la frustrada reforma de la ley mordaza.

Esta apuesta sirve a los morados para desmarcarse de otros actores de su espacio que, públicamente, como ocurre con el líder de los Comunes en Madrid, Jaume Aens, airean su malestar con ERC, con quien compiten electoralmente en Cataluña. La propia Yolanda Díaz, en la presentación de Sumar, también introdujo en su discurso una alusión a la "politiquería de ERC", en este caso por su rechazo a apoyar la reforma laboral. El acercamiento a ERC y Bildu sirve a Podemos para desmarcarse de sus todavía compañeros de grupo, pero también le ayuda a diferenciarse del PSOE y a referenciarse como verdadera fuerza de izquierdas.

Por su parte, los socialistas creen que el desgaste que les genera el socio minoritario a cuenta de haberse apoyado en el PP no irá a más, que ya han amortizado la exhibición de su entendimiento con ERC y Bildu, los socios que se negaron a apoyar la reforma sin el respaldo de Montero. Por lo pronto, la moción de censura de Vox y el pacto sobre la reforma de las pensiones -la Cámara Baja debe convalidar el real decreto al respecto este jueves-, han contribuido a rebajar la tensión, pero las heridas siguen abiertas.

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Unidas Podemos anunció que no presentaría enmienda de totalidad, en lo que se consideró un gesto de distensión y hacia un entendimiento que, por el momento, las dos partes ven muy difícil. Hasta el momento, ambos socios sostienen que no ha habido avances, y son conscientes de que el tiempo no juega en favor de un hipotético pacto.

El PSOE perseguía una tramitación exprés que, en el mejor de los casos, no culminará antes del 26 de abril, con la aprobación definitiva de la proposición de ley en el Senado. La oleada de rebajas de penas a agresores sexuales cristalizó en una negociación -ya en diciembre- que no ha dado frutos, y hoy los dos socios intentan que la decisión sobre esta norma les genere el menor daño posible