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El fracaso de la ley mordaza divide UP y desata una guerra interna
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El Congreso tumba el dictamen

El fracaso de la ley mordaza divide UP y desata una guerra interna

Los morados culpan al PSOE del fiasco, mientras el resto de fuerzas de Unidas Podemos señalan a ERC y Bildu. Se repite el esquema de la reforma laboral, y el portavoz de Interior, Enrique Santiago, corrige públicamente a Pablo Iglesias

Foto: Pablo Iglesias y Enrique Santiago, en 2019. (EFE/ David Fernández)
Pablo Iglesias y Enrique Santiago, en 2019. (EFE/ David Fernández)

El fracaso de la votación en comisión de la ley mordaza ha abierto un nuevo frente al Gobierno de coalición, que se marcó como una de sus grandes prioridades la derogación de la polémica norma de Mariano Rajoy. Más de tres años y dos meses después, el dictamen ha sido rechazado en comisión, antes de llegar a pleno. De forma inesperada, también, ha hecho aflorar una nueva batalla entre las filas del socio minoritario, Unidas Podemos, con Podemos desmarcándose de la línea adoptada por Izquierda Unida y Los Comunes, y culpando al PSOE de esta derrota.

Las espadas estaban en alto desde la noche del lunes, cuando fuentes de Podemos subieron el tono contra el Partido Socialista, señalándole como único responsable de la que sería una muerte política anunciada en la votación en la Comisión de Interior, este martes. Los morados se distanciaron así del diagnóstico de su portavoz en Interior, Enrique Santiago, líder del PCE (IU), que había defendido que aún tenían tiempo para lograr un pacto, o que los avances de la ley merecían seguir intentando un acuerdo. El martes, en la comisión que sirvió para firmar el acta de defunción de la reforma, Santiago destacó los "apoyos sorprendentes" a las posiciones de la "derecha y la ultraderecha" contra la ley, señalando a los socios parlamentarios habituales. "Ningún demócrata, nadie de izquierda, entiende que no hayamos llegado a un acuerdo" apostilló. También contestó públicamente en las redes al exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que se sumó a defender a ERC y Bildu. Ambos han mantenido una relación de amistad personal durante años, y no acostumbran a enfrentarse en las redes sociales.

"Tienen toda la razón ERC, Bildu y Podemos al exigir que la derogación de la ley mordaza, que el PSOE se niega a hacer, acabe de una vez con las balas de goma en España", se autocitaba Iglesias. "La #LeyMordaza no menciona una sola vez las pelotas de goma, es materia de la leyes de policía autonómicas y del Estado. Tampoco en Cataluña hay una ley prohibiendo las pelotas de goma. UP ha trabajado para eliminarlas, pero no conseguirlo aún no justifica 4 años más de Mordaza", confrontó Santiago.

A primera hora de la tarde, los Comunes endurecían posiciones en esta ofensiva. "ERC y Bildu son los principales responsables de que vaya a seguir vigente la ley mordaza de Rajoy contra el 15-M", afirmó el presidente del grupo y portavoz de la confluencia catalana, Jaume Asens. "Con su electoralismo cortoplacista hacen el trabajo sucio a la derecha y dan la espalda a quienes llevamos años luchando para ese objetivo". Horas antes, Aina Vidal, también de su grupo, había culpado del resultado a los republicanos y los abertzales. Pablo Echenique o Ione Belarra, poco después, dispararían en la dirección contraria, y la división en el grupo quedaría a la vista de todos.

Foto: María Dantas y Jon Iñarritu, diputados de ERC y EH Bildu, en la comisión de Interior de este martes. (EFE/Javier Lizón)

La secretaria general de Podemos acusó al PSOE de buscar "el choque", y equiparaba esta actuación con su gestión de la reforma de la ley del sí es sí. "Si el PSOE hubiera colocado como una prioridad derogar la ley mordaza", afirmó Pablo Echenique, "se habría llegado a un acuerdo". "Cuando el PSOE necesita los votos de ERC y Bildu a toda costa, como en los Presupuestos Generales del Estado, el PSOE consigue esos votos". En la misma comparecencia, el dirigente de Podemos y portavoz de todo el espacio político rechazó responder a preguntas sobre Sumar, amparándose en que estaba representando al conjunto de Unidas Podemos. Esto no le impidió contrariar el diagnóstico del portavoz que ha participado en la negociación. En paralelo, calificaba de "excepcional" el trabajo de Santiago.

La división en el grupo, además, no lograba tapar otro elemento, como recuerdan distintas figuras del espacio político: Podemos culpó de todo al PSOE, pero también votó lo mismo que los socialistas, a favor del dictamen de la norma. Y, aunque criticaran la actuación de los socialistas, el dictamen nunca habría podido llegar a la comisión sin el respaldo de Santiago, que representa a todo el espacio político como portavoz de Interior. En la tarde del lunes, menos de 14 horas antes del arranque de la sesión, los morados endurecían posiciones y abogaban por retarsar la votación, cuando su portavoz había apoyado votar ya el dictamen. Lo hizo, explican desde su entorno, porque el PP ha amagado con bloquear la ley en el Senado, y los tiempos legislativos difícilmente habrían permitido que la norma viera la luz de no salir del Congreso, camino de la Cámara Alta, cuanto antes. Nadie, aseguran, se había opuesto a esta decisión. Hasta el lunes.

Foto: Yolanda Díaz e Irene Montero en el Congreso. (EFE/Kiko Huesca)

Más allá de la cuestión concreta, o de que Los Comunes compiten con ERC en las municipales catalanas, subyacen diferencias sobre la forma de negociar con el PSOE y los socios. Gabriel Rufián, portavoz de ERC, equiparaba su plantón de este martes al bloque de PSOE, UP y PNV con el que ya le dispensaron a la reforma laboral. Esto iba en línea con una de las ideas clave para Podemos: negociar de la mano del PSOE y frente a los socios no sirve, porque ellos pueden permitirse votar contra las propuestas del Gobierno. Hacer piña con ERC y Bildu frente al PSOE suele dar mejores resultados, interpretan.

De hecho, hay otras lecturas menos cortoplacistas de este enfrentamiento, que llega a las puertas de que Yolanda Díaz confirme que se postulará como candidata a La Moncloa, en un acto en el que quiere rodearse de los partidos dispuestos a integrarse en Sumar. De un lado, los morados, que el lunes lanzaron un nuevo órdago a la vicepresidenta segunda, a cuenta de su pugna por sellar una candidatura conjunta para las generales; del otro, los grupos que secundan sin fisuras a Díaz. Y de fondo, los tambores de la batalla entre el partido de Ione Belarra y los afines a la impulsora de Sumar a cuenta de hasta qué punto la alianza con ERC y Bildu es y debe ser "estratégica". A dos meses y medio de las elecciones, los diferentes actores políticos de UP muestran abiertamente sus diferencias.

El fracaso de la votación en comisión de la ley mordaza ha abierto un nuevo frente al Gobierno de coalición, que se marcó como una de sus grandes prioridades la derogación de la polémica norma de Mariano Rajoy. Más de tres años y dos meses después, el dictamen ha sido rechazado en comisión, antes de llegar a pleno. De forma inesperada, también, ha hecho aflorar una nueva batalla entre las filas del socio minoritario, Unidas Podemos, con Podemos desmarcándose de la línea adoptada por Izquierda Unida y Los Comunes, y culpando al PSOE de esta derrota.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Unidas Podemos Pablo Iglesias