Héctor Gómez: la combinación de gestión y lealtad orgánica para el esprint final de Industria

El nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez (Santa Cruz de Tenerife, 1978), combina los dos principales requisitos que Pedro Sánchez y el PSOE buscaban para ocupar las vacantes en el Consejo de Ministros por el salto de Reyes Maroto y Carolina Darias a las municipales: experiencia de gestión pública y privada para seguir profundizando las reformas y la recuperación económica con base en los fondos europeos y lealtad orgánica para aprovechar el escaparate del Consejo de Ministros y reforzar así la candidatura de las generales. También ha sumado su perfil en asuntos exteriores, ya que buena parte del periodo en el que ocupará el Ministerio de Industria coincidirá con la presidencia del turno del Consejo de la UE.

El diputado canario cumple con creces los requerimientos y, de hecho, Sánchez ya lo promocionó como portavoz en el Congreso tras el último congreso federal del PSOE, en sustitución de Adriana Lastra, por su bagaje profesional y académico. Al Congreso había llegado apenas dos años antes, proveniente del Instituto de Turismo de España. De ahí que conozca por dentro el ministerio, al haber formado parte del equipo de Maroto.

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Iván Gil

A nivel orgánico, formó parte de la ejecutiva de Ferraz y se ha fogueado desde la política municipal y autonómica (fue concejal en el Ayuntamiento de Guía de Isora y diputado del Parlamento de Canarias). Su perfil emergente quedó en dique seco tras su sustitución en la portavocía del Congreso por Patxi López, aunque con la presidencia de la Comisión Constitucional, y ahora ha sorprendido gratamente a la interna, sobre todo en la federación canaria, con su nombramiento para sentarse en el Consejo de Ministros.

Gómez formó parte del núcleo duro de la dirección de Ferraz entre 2017 y 2022 y su nombramiento sigue la senda del PSOE de Pedro Sánchez mirando a conservar su poder territorial en las municipales y autonómicas y llegar a la campaña electoral con la bandera de la recuperación económica y de la capacidad de gestión. Desde el grupo socialista siempre se destacó durante su etapa al frente de la dirección como un perfil moderado, con fluidez comunicativa, dialogante, con capacidad de trabajo en equipo y un perfil emergente de cara a futuros recambios generacionales.

Tras su salto a la portavocía, un miembro del partido que había trabajado con Gómez destacaba de él su ambición "positiva" y ya vaticinaba que tendría una larga carrera política por delante. Esta misma fuente destacaba que el canario estaba alineado con la concepción de un proyecto socialista a largo plazo que Sánchez tenía en la cabeza cuando afrontó el último congreso federal del partido. Poco conocido para el gran público hasta entonces, la promoción del canario a la portavocía tras llegar al Congreso en 2019 marcó el patrón, y su nombramiento con ministro de Industria lo refuerza con un renovado escaparate.

Su formación procede del mundo del derecho, de las ciencias del trabajo y del turismo. Es licenciado en Ciencias del Trabajo, Graduado en Derecho y Diplomado en la especialidad de Turismo, con una trayectoria profesional que se ha desarrollado en el sector empresarial turístico en el ámbito privado y público. Sánchez ya le ha encargado la tarea de "seguir transformando nuestro modelo productivo, gracias a los fondos europeos, para modernizar los grandes sectores de nuestra economía, para desarrollar otros nuevos de futuro y para crear empleo de calidad en todo el territorio". Todo ello aprovechando al máximo "la oportunidad que brindan los fondos europeos para la reindustrialización de España, en pleno proceso de transición ecológica y de transformación digital". En definitiva, según subrayó durante la declaración institucional en la que anunció los cambios: "Crear más y mejores empleos y lograr un crecimiento más sólido y más justo".

Retos pendientes

El nuevo ministro de Industria tendrá que afrontar la nueva Ley de Industria, cuyo anteproyecto de ley se aprobó en Consejo de Ministros a finales de 2022. El Gobierno confía en remitir en las próximas semanas al Congreso ya la ley para su aprobación parlamentaria, según declaró el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Francisco Blanco, el pasado miércoles. También deberá abordar la adjudicación de los fondos del Perte para el vehículo eléctrico y conectado.

La primera convocatoria de este plan de adjudicación de fondos europeos quedó muy descafeinado después de que solo se lograran asignar menos de 800 millones del total de casi 3.000 millones que estaban previstos. Ahora, Gómez Hernández deberá tratar de sacar adelante en un segundo intento más de 2.100 millones de euros de este plan estratégico de fondos europeos de recuperación que gestiona el Gobierno central.

En la Moncloa, se ha insistido en trasladar el mensaje de que el Ejecutivo seguirá trabajando hasta el último día para capear la crisis de la mejor manera posible. Sin dejar de esprintar hasta el final, confrontando las recetas socialdemócratas, que Sánchez asocia a una salida social a la actual crisis en línea con el "consenso europeo", y las neoliberales, vinculándolas a los recortes tras la crisis financiera de 2008, gestionada por el PP. Este fue el marco en el que Sánchez quiso centrar la moción de censura. La contraposición de dos únicos modelos. Un proyecto de progreso y de reformas "para la mayoría social" frente a uno de recortes o de neoliberalismo "austericida", tanto del estado de bienestar como de los derechos y libertades, según el jefe del Ejecutivo. Un modelo en el que se esforzó por ligar a PP y Vox en un mismo destino y mismo programa.