El PSOE negocia con ERC y Bildu centrar la investigación de Mediador en la Guardia Civil y no en Tito Berni

La comisión de investigación del PP sobre el caso Mediador ya es historia. En su lugar, el Gobierno y dos de sus aliados parlamentarios negocian una nueva vía, que no supone abrir una nueva comisión de investigación, y que diluye el objetivo de la iniciativa propuesta por el PP. Durante la mañana, ERC y EH Bildu aseguraron haber pactado "con el Gobierno" una nueva hoja de ruta para investigar la trama de Tito Berni; en lugar de situar los focos sobre el rol del exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, que habría utilizado el Congreso para reunirse con otros implicados en el caso, los aliados parlamentarios de la coalición abogaron por impulsar una comisión de investigación centrada en la derivada de la investigación judicial que afecta a las actividades de mandos de la Guardia Civil, vinculándola, además, con el caso Cuarteles. Esto supondría ampliar horizontes, pero también restar foco al papel jugado por el exparlamentario canario, como reconocen fuentes parlamentarias.

Poco después, desde el PSOE precisaron que no se contemplaba la creación de una nueva comisión de investigación, sino que perseguían fiscalizar estos hechos desde la Comisión de Interior; una comisión legislativa que ya empeña buena parte de sus recursos en frentes como la negociación de la derogación parcial de la ley mordaza, que se ha visto tumbada esta misma mañana. El portavoz del PSOE en la Cámara Baja, Patxi López, justificó este martes esta decisión, afirmando que sería más rápido y operativo gestionar esta fiscalización dentro de una comisión que ya está funcionando, y hasta se apoyó en que la investigación judicial en curso dificultaría la labor de la comisión de investigación política.

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De cumplirse este guion, el exdiputado Fuentes Curbelo se vería llamado a comparecer en una de las comisiones ya existentes, pero no jugaría un rol protagonista como el que le concedía la comisión de investigación ideada por el PP. Comparecer en una comisión de investigación es obligatorio, pero no lo es en las comisiones al uso. Y, hasta la comparecencia de López, las versiones contradictorias se sucedían. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, anunció horas antes que Bildu y su formación ya habían pactado con la coalición de PSOE y Unidas Podemos para crear "una comisión específica en torno a las corruptelas de la Guardia Civil en casernas".

En esencia, Rufián detalló que esta comisión de investigación permitiría interrogar "al Guardia Civil aparentemente involucrado en el caso", el general retirado Francisco Espinosa, único involucrado en Mediador que permanece en prisión provisional. Según este pacto, "las principales caras visibles" de la trama, entre ellas el Tito Berni, podrían "comparecer en alguna de las comisiones ya existentes". Además, se aceleraría la puesta en marcha de la comisión Cataluña —centrada, entre otras cuestiones, en la operación Kitchen—, aún pendiente desde hace meses.

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El portavoz de ERC reconoció que este caso "se tenía que investigar", si bien justificó que buscaron una forma de "sortear el oportunismo del PP", porque les "chirrió" la actuación del partido de Alberto Núñez-Feijóo. "Que el PP sea precursor de una investigación en torno a corruptelas nos parece kafkiano", afirmaba. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, apuntaba minutos antes en la misma dirección.

En la misma sala de prensa, la portavoz abertzale incidió en la importancia de investigar en una comisión creada a este fin las supuestas irregularidades en las obras de 200 cuarteles de la Benemérita. Aizpurua se refería así al caso Cuarteles, no a la trama Mediador. "Se debe arrojar luz y llegar hasta el final en todos los casos de corrupción, se vista de la sigla que se vista", afirmó. También criticó que el PP, "involucrado en numerosos casos de corrupción y condenado en firme por lucrarse con la trama Gürtel, se presente ahora como adalid contra la corrupción".

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Son dos de los socios parlamentarios clave, y a ellos se unía Aina Vidal (los comunes, dentro de UP) para pedir "estudiar todas las aristas que este caso está dibujando", porque "va más allá de cuatro diputados". El PP planeaba incluir ya en el orden del día de una de las próximas sesiones plenarias el debate sobre la creación de la comisión, pero la decisión de los socios ha frustrado este pan.

Esta suerte de teléfono escacharrado que protagonizaban los socios dejaba en el aire, incluso, el rol que reservarían para el exdiputado Fuentes Curbelo. Las distintas fuerzas han discrepado, incluso, sobre cuál sería el foro más adecuado para acoger la comparecencia de Tito Berni y otros involucrados en la trama que quedarían fuera de la investigación; hay quienes abogaron por convocar una sesión de la Comisión de Calidad Democrática, que preside el diputado Íñigo Errejón, pero otros optaron por encuadrar su comparecencia en el marco de Interior. Ni habían hecho público el texto que vertebraría su plan, ni desgranaban los mismos pasos en esta hoja de ruta compartida.

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Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha acusado a ERC y el resto de socios habituales del Ejecutivo de haber llegado a un acuerdo con el Gobierno para "salvar al PSOE" de cualquier investigación parlamentaria, y ha tachado de "milonga" el intento de los grupos de llevar los trabajos a la Comisión de Interior. "Si a ERC se le indulta a dirigentes desde el Gobierno, ¿cómo no va a indultar ERC al PSOE?", lanzaba.

Los populares registraron hace un par de semanas su particular comisión de investigación en el Congreso de los Diputados. Aunque recelaban de una posible "maniobra" del Gobierno como la que finalmente se ha producido para dinamitar unas pesquisas parlamentarias centradas en el exdiputado socialista, desde la dirección del Grupo Popular se mantuvieron contactos con ERC y PNV para que, al menos, admitiesen a trámite la petición en la Junta de Portavoces de este martes y pudiese llegar a pleno la próxima semana.