Un empresario declaró a la jueza que el Congreso le dio "morbillo" y que "vio a Simancas"

El exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, presunto cabecilla de la trama corrupta de la operación Mediador, coló a empresarios acusados de pagar comisiones ilegales hasta la cocina del Congreso de los Diputados. Uno de esos industriales, Raúl Gómez Rojo, declaró a la instructora del caso que la Cámara Baja le dio "morbillo" y que "vio a Simancas", en referencia al dirigente socialista Rafael Simancas, actual secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales.

Ni la jueza, ni el fiscal, ni el resto de partes que estuvieron presentes en el interrogatorio volvieron a preguntar al empresario por Simancas, según se desprende de la declaración, a la que ha tenido acceso El Confidencial, a pesar de que Gómez Rojo aseguró hasta en dos ocasiones que "vio" al dirigente madrileño del PSOE, que en el momento de los hechos ocupaba el cargo de secretario general del Grupo Parlamentario Socialista.

Gómez Rojo admitió ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife que acudió al Congreso

La comparecencia de este empresario, que se produjo el pasado 16 de febrero, 48 horas después de las primeras 11 detenciones del caso Mediador, resultó especialmente esclarecedora para conocer el funcionamiento interno de la presunta organización criminal, porque fue uno de los pocos industriales implicados que accedieron a declarar, según se desprende de las diligencias, que abarcan ya más de 10 tomos.

Las pesquisas de la Policía Nacional y la Guardia Civil apuntan a que Fuentes Curbelo y el también imputado Marco Antonio Navarro Tacoronte captaban a inversores interesados en licitaciones y subvenciones de Canarias y los paseaban por el Congreso para demostrar su capacidad de influencia. Después los llevaban a cenar y clubes de alterne y, finalmente, les exigían dinero a cambio de su mediación ante la Administración autonómica de las islas.

Según recoge el vídeo de su declaración, Gómez Rojo admitió ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife, María Ángeles Lorenzo-Cáceres, que acudió al Congreso invitado por Fuentes Curbelo y Navarro Tacoronte y que estuvo recorriendo con ellos el interior de la Cámara Baja.

En torno al minuto 19 de los 44 que duró en total su comparecencia, el fiscal le preguntó si esa "puesta en escena" pudo servir para que accediera a pagar comidas o regalos a Fuentes Curbelo y Navarro Tacoronte. Gómez Rojo, que fue bautizado por el resto de implicados con el sobrenombre de Raúl Fotovoltaica por su actividad en el sector de las energías renovables, reconoció que esa visita al Congreso pudo "influir" para que ambos le dieran cierta sensación de seriedad.

"El diputado [Fuentes Curbelo] te decía: '¿Has tomado alguna vez café en el Congreso?'. Y yo: 'Pues chico, en mi vida, he ido cuando era pequeño de estas visitas que hacen'. Y te decía: 'Ah... Pues, entra, y tomamos café arriba'. Y cuando entrabas, pues ves al Simancas, ves al otro…", manifestó el empresario investigado, que habría pagado a los miembros de la red unos 22.000 euros en comidas y otros gastos.

En otro momento de la declaración, volvió a recordar que "vio a Simancas, que es el de Madrid", sin ofrecer nuevamente más detalles. En aquel momento, Simancas era uno de los jefes de Fuentes Curbelo en el Grupo Parlamentario Socialista. Según el sumario, algunos de esos tours por la Cámara Baja sirvieron para que el ya dimitido representante por la circunscripción de Fuerteventura recibiera presuntamente sobres con hasta 2.000 euros en efectivo. El PSOE no tomó ninguna medida contra Fuentes Curbelo hasta el pasado 14 de febrero.

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El fiscal pidió a Gómez Rojo que contara de qué hablaban cuando estaban dentro de la Cámara Baja. "Pues de tonterías", explicó el empresario. "Pues, fíjate, el otro día vi a no sé quién, he visto a nosecuantos saliendo en la tele'. El 90% del tiempo eran chorradas", relató, antes de admitir que le "llamó la atención toda la parafernalia que hay ahí montada".

"En el Congreso, digo. Todo lo que hay montado en el Congreso, toda la historia, todas las secretarias, todo eso es espectacular verlo, cuando lo ves por primera vez, como era mi caso. Tú te crees que van a estar negociando leyes y están hablando en la mesa de al lado de cómo quedó el Madrid antes de ayer. Por eso fue el morbillo ese", confesó el empresario.

Conversaciones grabadas e incorporadas al sumario indican que, en realidad, no solo hablaban de "tonterías". En uno de esos diálogos, Gómez Rojo reconoció su interés en recurrir a Fuentes Curbelo y al sobrino de este, el también socialista Thaiset Fuentes Gutiérrez, exdirector de Ganadería del Gobierno de Canarias e igualmente investigado, para que ambos le ayudaran a instalarse en la zona especial canaria (ZEC), vender placas solares a ganaderos de las islas y acudir a licitaciones públicas de renovables en unión temporal de empresas con alguna sociedad fuerte del sector y con alguna compañía local "recomendada por los políticos" que allanara el camino con las administraciones.

A cambio de esas gestiones, el industrial estaba dispuesto a que los políticos recibieran "su bocata de calamares", en alusión a un posible cohecho o soborno, a juicio de la instructora del caso. "A ver si pillo un millón de euros, no me jodas", llegó a afirmar Gómez Rojo a Navarro Tacoronte.

Se espera que, en las próximas horas, la jueza llame a declarar a testigos. El procedimiento se ha dividido en tres piezas, una de las cuales se encuentra secreta. El pasado noviembre, la magistrada solicitó diversas comisiones rogatorias que tardarán meses en llegar a su juzgado.