El PSOE abona la teoría de que Feijóo no será candidato del PP si pierde las municipales

El PP busca convertir las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo en un plebiscito sobre Pedro Sánchez. Ferraz, por el contrario, busca alejar el foco nacional de estos comicios, y como contraargumento ha comenzado a abonar la hipótesis de que Alberto Núñez Feijóo no será el candidato de Génova si el PP pierde las municipales frente al PSOE. En la reunión extraordinaria de la ejecutiva celebrada este viernes en Ferraz, a la que se han citado también los ministros socialistas, se traslada entre las conclusiones del encuentro para preparar el ciclo electoral que "estamos preparados para un posible cambio de liderazgo en el Partido Popular tras las elecciones autonómicas y municipales".

El documento de los socialistas abunda en la hipótesis de que "si el resultado que prevé el adversario político no se produce, presidentes como Moreno Bonilla o Ayuso podrían ser un recambio que solicitasen muchas voces en el PP". La vicesecretaria general del partido y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha explicado tras el encuentro que las peticiones de un adelanto electoral realizadas por Feijóo "responden a que probablemente tiene el cronómetro puesto en marcha". En esta línea, ha añadido sobre esta tesis que "ellos mismos se han impuesto que las municipales son un plebiscito, pero para nosotros la pregunta no es quién lidera el Feijóo, porque es más de lo mismo".

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Los socialistas buscan contraponer modelos en esta campaña con el PP, principalmente en materia económica y de respuestas a las situaciones de crisis, así como apuntar directamente a Feijóo para descargar su imagen de moderación y hombre de Estado capaz de llegar a acuerdos. Para ello se ha elevado el tono hasta el punto de dirigir contra el líder de los populares las mismas acusaciones que hasta ahora se utilizaban contra Vox y mimetizándose con las lanzadas desde Unidas Podemos. Esto es, vincularlo con unas políticas y estrategias "trumpistas". "Lo que dice Feijóo ya lo hemos escuchado en EEUU o Brasil. Sigue el manual de instrucciones de Trump o Bolsonaro", apuntaba Montero en rueda de prensa desde Ferraz para asegurar que estas estrategias "causan daño a la democracia y al bienestar de la mayoría de los ciudadanos".

La otra pata para buscar el desprestigio del líder de la oposición se centra en mostrarlo como un líder sin capacidad de mando. "Tutelado por líderes regionales de su partido como Ayuso o Moreno Bonilla", reza el documento salido de la ejecutiva de este viernes, a modo de argumentario.

Con la larga precampaña ya en marcha, los ataques comienzan a redoblarse y el choque político se personifica en una operación de acoso y derribo hacia Feijóo. La máxima pasa por negar tanto su moderación como su solvencia política y en asuntos económicos, pero también situarlo como una suerte de títere de las posiciones "más ultras". De ahí que se le dibuje como un líder débil y sin autonomía. Los socialistas tienen claro que para revertir el trasvase de votos al PP y movilizar al electorado progresista, la estrategia pasa por personificar todos los ataques en un Feijóo dispuesto a pactar con la ultraderecha y con una "visión restrictiva de la Constitución".

Extradición de Puigdemont

Los focos de la precampaña del PSOE intentan sacar de la agenda asuntos que reconocen que desmovilizan a sus votantes, principalmente la reforma del Código Penal de los delitos de sedición y malversación para beneficiar a los independentistas condenados por el procés. Si esta semana el Gobierno ya variaba su discurso, para defender que las penas de inhabilitación incluso podrían ser mayores y cerrarles la puerta para presentarse a las elecciones, Montero aseguraba que la reforma de la malversación y el auto del juez Llanera podría facilitar la extradición del expresident fugado en Bruselas, Carles Puigdemont.

Según su interpretación, la aplicación de la reforma del Gobierno a Carles Puigdemont realizada por el magistrado, pone de manifiesto que "el PP ha mentido desde el primer día. Decían y repiten que lo que hacía el Gobierno es poner alfombra roja a Puigdemont para que sea paseara por nuestro país con todo tipo de impunidad. El auto hace todo lo contrario, reclamarlo para que responda a la Justicia".

El magistrado pasa a investigar a Puigdemont no por sedición, sino por desobediencia y por la nueva malversación agravada que introduce el cambio legislativo. Sobre lo que se han abstenido de comentar es respecto a que Llarena destaca en su auto que la reforma del Gobierno dibuja un “contexto cercano a la despenalización” para hechos como los del procés, aun dando a entender su malestar al pedir que se respete la legitimidad del Gobierno para el desarrollo legislativo.