El PSOE se encomienda al tirón de sus alcaldes para mantener el poder territorial el 28-M

El PSOE pisará el acelerador electoral en enero con la vista puesta en explotar la baza de su poder municipal como garantía para no ceder terreno de cara a las autonómicas e impulsarse para las generales. La máxima para los comicios municipales y autonómicos de mayo pasa por retener las plazas en las que gobiernan, sirviéndose del impulso de sus alcaldes y poniendo el foco en intentar conquistar el bastón de mando de consistorios como los de Valencia, Barcelona o Vitoria, en los que Ferraz tiene altas expectativas. En otros lugares como la Comunidad de Madrid aspiran a que su fortaleza en el denominado cinturón rojo de las ciudades del sur, y la confianza en su candidata en la capital, la todavía ministra de Industria, Reyes Maroto, les permitan al menos recuperar el liderazgo de la oposición tras el sorpaso del Más Madrid en los anteriores comicios.

El impulso que buscan a nivel municipal se enfoca a arrastrar voto para conservar sus gobiernos autonómicos. Que los electores elijan la misma papeleta para el ayuntamiento y la comunidad. De hecho, el presidente de la Comunidad Valencia, Ximo Puig decidió realizar un aplazamiento técnico de las autonómicas para hacerlas coincidir con las municipales y aprovecharse del efecto arrastre del voto a los alcaldes socialistas. Desde el PP, reconocen que las próximas elecciones, al estar acompañadas de las municipales, no serán réplicas del 4-M en Madrid o, posteriormente, de las de Castilla y León, donde Alfonso Fernández Mañueco fue primera fuerza, o Andalucía, en las que arrasó con mayoría absoluta Juanma Moreno.

TE PUEDE INTERESAR

Moncloa descarta cualquier contacto con Feijóo y se lanza a la operación derribo

Iván Gil

En Madrid, los socialistas cuentan con el empujón de sus más de cien alcaldes en un total de 179 ayuntamientos, además de controlar el cinturón rojo. En Castilla y León apuntan a que ninguna encuesta pone en riesgo sus gobiernos municipales, reteniendo así todas las capitales menos Ávila, Salamanca y Zamora. Un escenario similar al de Andalucía, donde hasta los populares aseguran que firmarían con un empate cuatro a cuatro, en referencia a las ocho capitales de provincia. Además de Sevilla, el PSOE gobierna las capitales de provincia de Granada, Huelva y Jaén, así como en los municipios de Jerez, Benalmádena, Vélez-Málaga o Dos Hermanas.

Tanto en Ferraz como en Moncloa dan por cortocircuitado el efecto contagio de las andaluzas, en las que los socialistas obtuvieron su peor resultado histórico. Los socialistas gobiernan en nueve de las doce comunidades autónomas en las que se abrirán las urnas para elegir presidente, además de grandes ciudades como Sevilla, Vigo, A Coruña, Gijón, Tenerife, Palma de Mallorca o Valladolid.

La estrategia de precampaña de los socialistas se está centrando más en lo municipal que en lo autonómico, con los barones también más reacios a una campaña teledirigida o bajo el manto de Pedro Sánchez. Con todo, los comicios de mayo nada tienen que ver con las elecciones aisladas de Madrid, Castilla y León y Andalucía, y así se pretende explotar en Ferraz.

En Ferraz y en Moncloa dan por cortocircuitado el efecto contagio de las andaluzas

La maquinaria está engrasada desde el pasado mes de septiembre, cuando el PSOE presentó la iniciativa El Gobierno de la Gente, y toda la organización está movilizada de cara a redoblar las presentaciones de candidaturas en enero, según indican en el partido. Desde el presidente del Gobierno a todos los cargos institucionales y orgánicos para abajo. "Nosotros, a diferencia del PP, finalizado el proceso de primarias, ya tenemos candidatos en todos los municipios y CCAA", señalan desde la dirección del partido.

En Ferraz asumen que "al PSOE siempre se le subestima demoscópicamente" y son optimistas con ser la primera fuerza en las municipales para llegar con opciones de reeditar el Gobierno tras las generales. Según la Macroencuesta tendencias en voto municipal, el PSOE se mantendría como primera fuerza al sumar el 32,8% de los votos totales, a seis puntos de los populares y mejorando en tres puntos y medio sus resultados de 2019.

La dependencia de la "aritmética"

El principal lastre del PSOE de cara a estos comicios se sitúa a su izquierda, por la irresuelta división interna en Unidas Podemos. Fuentes del Gobierno aspiran a que sus socios puedan resolver este conflicto antes de las elecciones municipales y autonómicas. La dispersión del voto puede dar al traste con las expectativas del PSOE, ya que necesitan de la muleta de los morados en varias comunidades autonómicas. Actualmente, forman gobierno de coalición con Unidas Podemos y otras fuerzas en Comunidad Valenciana, Aragón, Navarra, Canarias, Baleares y La Rioja, mientras que en Asturias necesitaron sus votos para la investidura. De estos territorios, solo en Canarias se podría compensar una hipotética caída electoral de los morados buscando un pacto con Coalición Canaria.

El presidente del Gobierno ha insistido en el "respeto a la autonomía" de otros partidos, pero al mismo tiempo ha lanzado a sus socios una "apelación a la unidad" bajo dos elementos. Uno en forma de oferta y otro en forma de amenaza. El primero tiene que ver con un compromiso de gobierno y programático. Esto es, plantear una próxima legislatura con miembros de este espacio en el Consejo de Ministros y hacerlo con un programa más ambicioso para los intereses de sus socios. "Plantear cuatro años más de conquistas, avances y consolidación", resumen desde el Ejecutivo.

Los socialistas reconocen que su éxito o fracaso en las municipales y autonómicas tendrá que ver en buena medida con la "aritmética"

La amenaza tiene que ver con que sin unidad la alternativa será un Gobierno de PP con Vox. Una clave con dos aristas, puesto que si finalmente concurren por separado la plataforma Sumar de Yolanda Díaz y Podemos, la culpa de que alienten el riesgo a un Gobierno de estas características recaería sobre los socios y el PSOE podría apelar tanto al voto útil como al de castigo a su izquierda, sin cargar además con la etiqueta de la desestabilización. Las "lecciones de Portugal". Frente a este escenario, en el entorno directo del presidente del Gobierno entienden que cualquier diferencia política o personal, por importante que esta sea, según conceden, debe quedar a un lado.

Los socialistas reconocen que su éxito o fracaso en las municipales y autonómicas tendrá que ver en buena medida con la "aritmética". Esto es, si consiguen sumar o no con las fuerzas a su izquierda para revalidar su poder territorial. Con todo, subrayan desde la cúpula del partido que "más allá de combinaciones, el PSOE desde junio, tras las andaluzas, no ha hecho más que crecer". Con la llegada de enero, los partidos entran de lleno en la campaña de un ciclo electoral que condicionará todo este 2023.