Feijóo pide que el cheque de 200 euros se descuente del IRPF y rebajar la gasolina a los autónomos

Termina el año en Génova 13. En la sede del Partido Popular, su líder, Alberto Núñez Feijóo, hace balance del curso en el que dejó de ser presidente de la Xunta para tomar el mando en la dirección nacional. Los populares presentaron sus propias propuestas y aseguraron que los españoles podrían haberse ahorrado "más de 800 millones de euros" de haber adoptado el Gobierno ciertas medidas, según ellos, en tiempo y forma. Feijóo reitera que él ya propuso iniciativas como la rebaja del IVA en la luz y el gas o la cesta básica de alimentos, meses antes de que el Ejecutivo tratara de llevarlas a efecto.

Ante el contexto de crisis económica y financiera, el PP aboga por sustituir el cheque de 200 euros para familias vulnerables por rebajas en el IRPF, para que así llegue "de manera directa" en la declaración de la renta y, sostienen, se pueda agilizar burocracia. También habló Feijóo de ampliar el descuento de 20 céntimos en combustible —puesto que en el último paquete se ha eliminado su carácter general y ha quedado reducido a sectores como el transporte, la agricultura o la pesca— y extenderlo a todos los trabajadores autónomos o, incluso, mantenérselo a rentas medias y bajas del país. Además, sugirió una rebaja del impuesto de la renta en aquellas inferiores a 40.000 euros. Puso toda esta batería de medidas como condición a Sánchez para superar la inflación y, en último lugar, para lograr que el PP se incline a apoyar su nuevo decreto.

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El presidente del PP no llegó a concretar si estas propuestas las hará llegar por vía oficial a la Moncloa, pero sí dejó claro que Sánchez deberá tenerlas en cuenta si quiere su respaldo de vuelta. "Acabamos de presentar in situ varias medidas. Me decepcionaría que el Gobierno votara en contra de todas ellas", sugirió Feijóo ante la pregunta de qué postura tomarán para el decreto anticrisis, que es el que incluye el cheque de 200 euros y la rebaja en el IVA de los alimentos.

De hecho, fue especialmente crítico con que el Ejecutivo ofrezca el doble de cuantía en el bono cultural —dotado de 400 euros— que en las ayudas a familias vulnerables. "Es una inmoralidad", zanjó Feijóo, que señaló que el cheque para impulsar el ocio y la cultura entre los jóvenes se asigna "con independencia" de la renta de sus padres. Al final, ligó el sentido de su voto al decreto anticrisis a que el PSOE tome en consideración las iniciativas expuestas por su partido.

Recientemente, el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, abría la puerta a que apoyaran el texto, siempre y cuando no incluya medidas ajenas a la inflación. Aunque todo dependerá de los detalles de la norma, que aún son desconocidos. "Hacen falta certezas desde la política", reflexionaba al inicio de su intervención el presidente de Génova, que se cuestionó si era esto lo que los españoles estaban recibiendo.

En ese sentido, Feijóo adelantó que su partido tiene ya "prácticamente" cerradas las listas electorales en las distintas provincias y capitales españolas. Los nombres definitivos, apuntó, se darán a conocer próximamente. Quedan pocos meses para los comicios autonómicos y locales de mayo, en los que el PP se ve con posibilidades de "ganar en cualquiera de las comunidades" y expandir su influencia por todo el territorio antes de la prueba final: las generales. Nada más comenzar el año, en las primeras semanas de 2023, prevén presentar un "plan de calidad institucional" del que, de momento, se sabe que abordará la confrontación en la política de bloques y se anticipará a posibles casos de "nepotismo".

"Sánchez no quiere renovar el CGPJ ni el TC: quiere controlarlos", aseguró Feijóo

Fue en este punto donde Feijóo hizo parada para hablar del gran conflicto judicial que los enfrenta al PSOE. Y fue muy claro: cree que Sánchez "no quiere renovar el CGPJ ni el Tribunal Constitucional", sino que pretende "controlarlo". Génova reprochó al Ejecutivo central que hubiera colocado a dos de sus tres ministros de Justicia al frente de importantes órganos judiciales: primero, a Dolores Delgado como fiscal general del Estado —puesto que abandonó este verano— y a Juan Carlos Campo como aspirante en la carrera por el TC.

También hizo referencia al debate por la modificación del Código Penal para alterar los delitos de malversación y sedición. La propuesta del PSOE, en línea con las demandas de sus socios de ERC para beneficiar a los líderes del procés, termina afectando a infracciones que "solo pueden cometer cargos públicos", tal y como puntualizó Feijóo. La reforma "preocupa a cualquier penalista", continuó. "Puede que todos los fiscales estén equivocados, pero los antecedentes acreditan que el Gobierno se equivoca".

La crisis interna y los retos pendientes

2022 también fue un año crucial para el PP: comenzó con una crisis interna y terminó con un nuevo candidato antes de las generales. La pugna entre la anterior cúpula, con Pablo Casado y Teodoro García Egea, y la influyente presidente madrileña Isabel Díaz Ayuso terminó descabezando a los primeros y acelerando el desembarco de Feijóo en Madrid. El nuevo presidente de los populares comenzó con el objetivo de coser heridas tras una pelea que también trascendió a la opinión pública, y trató de calmar las aguas para centrar el rumbo en las elecciones locales, autonómicas y generales.

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"Sufrimos una crisis aguda, pero corta en el tiempo", comentó al inicio del balance del año. Ahora, el Partido Popular aún tiene grandes retos por delante tras las uvas. Desde definir la relación con Vox hasta lograr expandirse en los territorios y llegar a la Moncloa. Sobre el encaje con Santiago Abascal ya avanzó su líder que "solo hay una alternativa para acabar con sanchistas e independistas". Es decir, la suya. Y que serán los españoles quienes tengan que elegir su voto a sabiendas de que, a su parecer, todo lo demás serán "oportunidades" para el bloque de Sánchez.

De momento, prácticamente todas las encuestas, salvo el CIS, los aúpan como ganadores. Pero aún quedan meses hasta los comicios regionales y prácticamente un año hasta los nacionales. El conflicto judicial por el CGPJ y el Tribunal Constitucional empieza a allanarse con un principio de desbloqueo para este último órgano. Tampoco parecen dañar en exceso al líder del PSOE las polémicas por la malversación y la sedición, ni las normas de sus socios como el solo sí es sí o la ley trans. El principal miedo entre los populares es que el camino que queda hasta las elecciones termine por desgastar a su líder y reforzar a un Sánchez que se muestra resistente.