Interior acerca al etarra que motivó la vuelta de la kale borroka y otro preso de la línea dura

El Ministerio del Interior ha comunicado nuevos traslados de presos de ETA como viene ocurriendo casi cada semana desde hace años. En este caso el listado trae siete nuevos acercamientos e incluye dos nombres que, si bien pasan desapercibidos para la memoria colectiva, tienen una alta carga simbólica en el complejo universo proetarra. Se trata de Daniel Pastor y Patxi Ruiz, dos presos adscritos al ala disidente radical contraria a los postulados de la izquierda abertzale oficial que encabeza Arnaldo Otegi. Una huelga de hambre protagonizada por el etarra Ruiz en 2020 motivó el último episodio grave de kale borroka en el País Vasco y un punto de tensión entre las dos almas del mundo abertzale.

Francisco Ruiz Romero pasará de la cárcel de León a la de Pamplona. Lleva veinte años entre rejas y cumple una condena acumulada de 30 años y 15 días por asesinato, atentados, depósito de armas y lesiones. A mediados de 2020 inició una huelga de hambre en protesta por el tratamiento que recibía en la cárcel de Murcia y eso prendió una mecha de violencia en las calles que muchos daban ya por olvidada. Fue la ocasión en la que, con más contundencia, el sector crítico mostró su oposición a los postulados de la izquierda abertzale oficial, que se desmarcó de este rebrote, aunque sin llegar a condenarlo.

Ruiz era un preso del que apenas se conocían opiniones. Otros han aprovechado en el pasado los canales de comunicación próximos al mundo radical para posicionarse. Para entender qué había detrás de aquel foco de violencia es necesario conocer la comunicaciones interna de Ruiz y sus críticas a Sortu por tratar de silenciar la disidencia interna abertzale. Sortu es el partido que acogió a la vieja Batasuna y que supone la matriz de Bildu. Hubo violencia en las calles, se quemó un cajero, realizaron pintadas contra los partidos –incluido el PNV al que le tachaban de traidor y cómplice del Estado– y la amenaza contra la dirigente socialista Idoia Mendía. Lanzaron pintura roja y octavillas en la puerta de su casa.

Desde el sector duro aprovecharon aprovecharon la indefinición de la izquierda aberztale institucional cargar contra ese enemigo interno: “Sortu nos pide responsabilidad para tapar sus miserias. Por encima de todo, y más aún en estos duros momentos, hay que respetar la voluntad de Patxi, que ha dejado claro que las actitudes políticas de EH Bildu y Sortu no tienen su beneplácito”.

Daniel Pastor es el asesino del policía nacional Eduardo Puelles. Pasará de cumplir condena en Zaragoza a hacerlo en el País Vasco. Ingresó en prisión el 4 de marzo de 2011 y cumple una condena acumulada de 40 años por asesinatos, asesinatos en grado de tentativa, atentados, estragos, depósito de armas, robo y falsificación de documento público. Su traslado se produce a instancias de la propuesta de la Junta de Tratamiento de la cárcel aragonesa, según afirma el Ministerio del Interior.

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Alejandro Requeijo

Hace ahora siete años, Pastor anunció públicamente su ruptura con la izquierda abertzale oficial y expresó su apoyo al sector minoritario crítico que, en torno a plataformas como Amnistía Ta Askatasuna (ATA), sigue manteniendo un discurso a favor de la amnistía para todos los reclusos de la banda. Lo hizo en una carta publicada en la web lahaine.org titulada "En mi nombre NO!!" y cargaba contra las declaraciones de otros presos de ETA durante un juicio en París. Estos otros reclusos de la banda habían denunciado los intentos de romper el Colectivo de Presos de ETA a lo que Amnistía Ta Askatasuna contestó con comunicado en el que arremetió contra Sortu y la izquierda abertzale oficial. Les acusaba de no distinguir al enemigo.

Ese es el marco del debate del debate que se mantiene todavía hoy y que ha crecido con los años como acreditó la pelea entre jóvenes de ambos sectores en la puerta de una herriko taberna este año en San Sebastián. Daniel Pastor fue uno de los primeros en significarse de manera clara y desde entonces es un referente de este sector radical. El año pasado, este ala dura desafió a Otegi poco después de que la izquierda abertzale institucional hiciese suya la decisión de poner fin a los actos de homenaje a etarras en plena calle. Los seguidores de Pastor se movilizaron en Bilbao para mostrar su apoyo al preso que había anunciado una huelga de hambre en protesta por el trato recibido en prisión.