UP rechaza la malversación rebajada para ERC pero facilitará su aprobación

Nadar y guardar la ropa. Unidas Podemos se ha desmarcado este lunes del polémico acuerdo para modificar el delito de malversación, pero a la vez ha garantizado que no obstaculizará con su voto la tramitación de la norma en la reunión de la ponencia, esta misma tarde. Fuentes del grupo parlamentario han insistido este lunes en que UP "no ha formado parte del acuerdo" para reformar este delito, que atribuyen en exclusiva al PSOE y a ERC. Los republicanos plantearon su propuesta a través de una enmienda a la ley que suprimirá el delito de sedición, el viernes. Sólo dos días después, el domingo, el PSOE dio a conocer una nueva enmienda -en este caso transaccional- que aparca la esbozada por los republicanos, y que será la que previsiblemente se imponga este lunes.

Unidas Podemos se niega a respaldar con su firma esta enmienda, por sus dudas "sobre la futura aplicación del nuevo delito por parte de los jueces", si bien ya ha dejado claro que no permitirá que descarrile una ley con el peso político -y jurídico- de la reforma del Código Penal que suprime el delito de sedición, reforma el de malversación y modifica las mayorías en el CGPJ para forzar la elección de los dos magistrados del Tribunal Constitucional que corresponden al órgano de gobierno de los jueces. De momento, no ha aclarado si se abstendrá ante esta enmienda o si votará a favor, y sólo ha comprometido su voto a favor a la ley en su conjunto. Es decir: en un ejercicio de equilibrismo y de confusión, se desvinculan en lo formal, rechazando estampar su firma a esta enmienda en concreto, pero a la vez permiten que la norma se tramite incluyendo esta enmienda.

Esta escenificación de Unidas Podemos ha sido acogida con sorpresa y malestar en el PSOE, hasta el punto de que la portavoz y ministra de Educación, Pilar Alegría, ha reconocido su estupor: "Nos sorprende ese 'sí' a la enmienda, pero no firmo lo que voto, ¿por qué no firmas lo que votas?", cuestionó la dirigente socialista desde la sede de la calle Ferraz.

Por no mojarse, el presidente del grupo confederal, Jaume Asens, se ha resistido esta mañana a fijar una posición sobre la modificación de la malversación, afirmando que aún no tienen una posición de grupo como tal, y negándose a valorar ninguna de las dos propuestas -ni la de ERC ni la del PSOE-, asegurando que aún no han terminado de estudiarlas. Su comparecencia ha ido dirigida a distanciarse de esta reforma, a pesar de que van a facilitarla con su voto.

El también líder de los Comunes, abogado de profesión, ha repetido que le "suena bien" la música de esta reforma, si bien ha incidido en que se trataba de una "opinión personal". Como "opinión personal" llegaba a sugerir también que estaba más de acuerdo con la redacción del delito de malversación anterior a 2015, que tras la nueva reforma.

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Asens ya fue desautorizado por el portavoz de su grupo, Pablo Echenique, cuando se mostró favorable a una revisión de la malversación para distinguir entre quienes se lucraran de este delito y quienes no se enriquecieran de su comisión, y hoy sólo tenía claro que no van a dejar "descarrilar" esta iniciativa, sin dar más detalle. Esta indefinición era la misma que dejaban ver desde Podemos, aunque mostraban más recelos que Asens sobre "el acuerdo PSOE-ERC".

Su coportavoz, Pablo Fernández, incidía este lunes en que Unidas Podemos no firmará esta enmienda, aunque tampoco tumbará la norma, y en que a su partido le genera "muchísimas dudas". "Estamos valorando jurídicamente las consecuencias que podría tener esta enmienda", apuntaba en rueda de prensa, sin aclarar si su grupo reclamará alguna modificación. "Se trata de un asunto que atañe al PSOE y a Esquerra Republicana", incidía.

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Ésta una de las modificaciones legales más contestadas por la oposición, y sobre la que el propio presidente del Gobierno ha pasado de afirmar que no habría rebajas de penas, el martes, a que la enmienda de ERC y la posterior contraenmienda del PSOE reclamaran rebajar las penas de la malversación sin ánimo de lucro de los seis a los tres años, cuatro en el caso de los socialistas.

La reforma avanza a toda velocidad, tal y como quería el Ejecutivo y, fundamentalmente el PSOE, para distanciarla lo máximo posible de las elecciones autonómicas y municipales de mayo. El PNV ha aclarado este mismo lunes que apoyará reformar la malversación si vuelve al punto anterior a la reforma del Ejecutivo de Mariano Rajoy, en 2015.

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Si la ponencia, esta tarde, dicurre como está previsto, el pleno del Congreso votará la reforma este mismo jueves, en un pleno inmediatamente posterior al que ya está convocado. La Cámara Baja acoge una semana particularmente cargada de iniciativas que generan una importante división en el seno de la coalición, y únicamente este lunes los socios tendrán que avanzar en lo que toca a la ley trans y la ley de animales, dos de las más polémicas. El Congreso se ha convertido en un polvorín para la coalición, al menos durante esta semana.