Montero se aferra a los brotes verdes para defender los PGE y ayudas más sectoriales

Unas cuentas para la "clase media y trabajadora" y como antídoto contra la desigualdad en un escenario de incertidumbre derivado de la invasión rusa de Ucrania. La titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha realizado una defensa de los presupuestos de 2023 en el debate parlamentario de las enmiendas a la totalidad centrada en una lectura optimista del crecimiento económico y justificando el incremento del gasto público no solo para apuntalar el estado de bienestar, sino para frenar el clima de descontento. "Mientras la guerra continúe", ha reconocido en su primera intervención desde la tribuna del Congreso, sus efectos socioeconómicos pueden derivar en más descontento social que es un "caldo de cultivo que da alas a los populismos". Si bien la titular de Hacienda vaticinó que "nos esperan meses difíciles", conminó a la oposición a "no caer en la doctrina del shock".

El recurso a los brotes verdes por la "reducción de la inflación" en el último mes, la evolución de los datos de empleo o las perspectivas macroeconómicas con "España liderando el crecimiento de la eurozona", ocupó una buena parte del discurso de Montero. Las medidas del escudo social para combatir las consecuencias económicas de la guerra, aseguró, "empiezan a funcionar". Todas ellas se revisarán antes de finalizar el año, antes de que caduquen, con el objetivo de prorrogar "las más eficaces y las que van dirigidas a los colectivos más vulnerables" en línea con lo que demandan los organismos económicos. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya reclamó en la Comisión de Presupuestos medidas más selectivas y alertaba sobre los efectos en el déficit de convertir el incremento del gasto público en estructural.

El Ejecutivo valora así convertir algunas de las medidas universales en sectoriales, como la bonificación de 20 céntimos del litro de gasolina, según fuentes de Transporte. El conjunto de las medidas para combatir la crisis energética e inflacionaria derivada de la guerra supondrá en este ejercicio una movilización de hasta 35.000 millones, según lo cuantificado por el Gobierno. Más de dos puntos del PIB.

No se descartan otras nuevas en función de la coyuntura y siempre de carácter más selectivo. Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica ya avanzaron que, de tener que implementarse nuevas medidas, la intención pasará por focalizarlas más a los sectores más castigados por la crisis. El proyecto presupuestario para el próximo año contempla el escenario de mantener este gasto gracias al aumento de los ingresos previsto si persiste la elevada inflación.

Montero también se ha pertrechado en el marco de la UE para homologar las políticas de gasto. "Europa plantea lo mismo que viene defendiendo desde el principio el Gobierno de España", aunque señalando que se debe acelerar en la "imprescindible" reforma del mercado energético y fiscal. El respaldo en Bruselas a algunas de sus propuestas, con la excepción ibérica para topar el precio del gas o el impuesto a las energéticas para tasar sus beneficios extraordinarios como principales banderas, se convierte en el mejor antídoto para tratar de invalidar las críticas de la oposición en casa o las alertas en política fiscal de organismos económicos independientes.

Reforma energética y fiscal

El debate fiscal para contraponer el proyecto del Gobierno contra el del principal partido de la oposición ha vuelto a aflorar reclamando un "sistema justo y progresivo". En la línea "con lo que mandata la Constitución y también en lo que defiende el FMI, la OCDE o la UE". Con todo, Montero evitó precisar más sobre una reforma fiscal que por el momento se limita a nuevos impuestos de carácter temporal y extraordinario a las energéticas, la banca y grandes fortunas.

Con un discurso de alta carga ideológica, Montero arrancó asegurando que "la riqueza la crea el conjunto de la ciudadanía, no una élite económica". De ahí que criticase la teoría económica del goteo porque "directamente no funciona. Nunca lo ha hecho". Por el contrario, defendió que "ahora más que nunca es preciso un plus de solidaridad y civismo por parte de quienes más capacidad" adquisitiva tienen.

Los presupuestos pasarán con holgura su primera prueba en el Congreso en la votación de este jueves, después de que sus socios no presentasen enmiendas a la totalidad. Estas enmiendas las defenderá PP, Vox, Cs, Junts, CUP, Foro y los diputados navarros expulsados de UPN. Los acuerdos del Gobierno con las formaciones independentistas y nacionalistas para salvar este primer escollo y buscar su apoyo definitivo a las últimas cuentas de la legislatura se ha defendido por el "interés general" y la búsqueda de consensos. "Quienes no comparten la actual distribución del actual arco parlamentario, en lugar de realizar una oposición legítima, como sería lógico, intentan deslegitimar el Gobierno de coalición y, por ende, el acuerdo con el que llegamos con otras formaciones. Así dañan la democracia", afeó la ministra de Hacienda a la bancada de la derecha.