La revuelta antitaurina del polvorón: escrache virtual contra una pastelería de Tordesillas

Tordesillas sigue siendo el principal objetivo de Pacma y los animalistas. A la campaña contra el Toro de la Vega, que finalmente se celebró la semana pasada sin clavar divisas al astado, se suma ahora una singular ofensiva: la revuelta antitaurina del polvorón contra la pastelería centenaria Dulces El Toro. Los activistas la han situado en la diana y desarrollan ya un boicot sin cuartel a través de las redes, con uno de sus productos estrella como objetivo. “Están hechos sobre la sangre de un toro, ni se os ocurra comprarlos. Tordesillas, ese pueblo, no se merece que nadie compre productos de ahí”, exponía uno de los comentarios del escrache digital.

La tensión acompaña a este municipio de Valladolid desde hace tiempo. Y hay una especie de trofeo para los animalistas. Dulces El Toro es una empresa familiar señalada desde hace años por su apoyo al festejo del Toro de la Vega. “Seguimos aguantando este tipo de acoso a estas alturas… y ya van años”, denunciaban este martes en su perfil de Twitter, tras recibir varias reseñas negativas. Pero a las puertas de la Navidad, la situación amenaza con ir más allá de unos simples comentarios. La dimensión es tal, que ha habido una respuesta política de diferentes formaciones, desde el PP al PSOE.

El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Oliveira, denuncia una campaña de acoso hacia él y empresas del municipio. “Este ciberacoso debemos atajarlo. No podemos permitir estas calumnias que cruzan la línea con un hostigamiento, daño y persecución sin precedentes”, afirma en un comunicado que ha hecho público este miércoles. "Esta campaña de desprestigio injustificada, manipulada y llena de falsedades, realizada por algunos partidos políticos y medios de comunicación, ha llevado consigo el acoso que invade el lado más personal. Yo mismo he tenido que cerrar mi perfil público en Twitter ante las continuas faltas de respeto", subrayó Oliveira, del PP, que apunta a Pacma y a Podemos como instigadores. “Basta ya de criminalizar a un pueblo que lo único que ha hecho es acatar las leyes”, añadió.

No es la primera vez que Dulces El Toro se encuentra en el ojo del huracán de los antitaurinos. Desde hace años, esta pastelería de Tordesillas ha sido señalada por su respaldo a la fiesta del Toro de la Vega. De hecho, en 2015 se vieron obligados a un cambio de nombre para intentar esquivar la polémica recurrente que llegaba cada septiembre. Hasta entonces, su producto más conocido, el polvorón artesano, se llamaba el Toro Vega.

Un nombre que se puso dos generaciones atrás y con el que eran conocidos en toda Castilla y León. Aunque desde la dirección de la empresa siempre se aseguró que el cambio no era plegarse a la presión antitaurina, lo cierto es que lo argumentaron como un “tema de ventas” para generar más gancho comercial fuera de Tordesillas. Los propios animalistas vendieron este episodio como una victoria y los partidarios del festejo les acusaron abiertamente de haber cedido al acoso.

Dulces El Toro subraya ahora que este boicot afectaría con fuerza a la economía del municipio y a los ingresos de muchas familias de la comarca. “Somos una empresa ubicada en Tordesillas (Valladolid) que genera alrededor de 25 puestos de trabajo gracias en su mayor parte a la elaboración de nuestra marca Polvorones el Toro. Esto no es ya solo una ofensa a nuestros valores, es un ataque directo a nuestra economía”. “Esto es muy injusto, pero de esto los medios no se hacen eco. ¡Basta ya!”.

Pero la realidad es que su llamada de auxilio ha calado más allá del ayuntamiento de la localidad. Y también más allá del PP, el partido que gobierna la localidad. Durante las últimas horas, ha habido un tsunami de apoyos. La denuncia de la pastelería se ha hecho viral rápidamente y los mensajes de respaldo se han contado por cientos. Numerosos mensajes de ánimo anónimos de todas partes de España y también de las instituciones de Valladolid y Castilla y León.

El alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, ha sido uno de los que han demostrado su total respaldo a la empresa de Tordesillas. El regidor criticó el acoso a Dulces El Toro en su perfil de Twitter: "Cuando se confunde la velocidad con el tocino, o el Toro De la Vega con unos polvorones que están para comérselos. Son de Tordesillas (Valladolid) y no sé si los hay mejores. Yo siempre tengo una cajita a mano".

A la avalancha de apoyo se sumaron la Federación de Comercio de Valladolid o la Federación Empresa Familiar de Castilla y León, que destaca su “ejemplo y arraigo”. También el mundo del toro se ha manifestado por cientos para contrarrestar el boicot. El mensaje más repetido por los aficionados a la tauromaquia es: “Ya sé qué polvorones compraré esta Navidad”. Tan rápido ha sido el respaldo recibido, que Dulces El Toro ha publicado un nuevo mensaje horas después agradeciendo la solidaridad mostrada. “Estamos experimentando un apoyo tan masivo, que solo podemos deciros GRACIAS POR TODO”.

Todo esto ocurre nueve días después de que Tordesillas celebrara su festejo del Toro de la Vega. El triunfo judicial de Pacma logró tirar abajo el cambio de ordenanza que iba a permitir retomar este 2022 parte de la tradición perdida con la recuperación del torneo que decidiría un ganador clavando divisas de varios centímetros al astado. La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León lo evitó y hubo Toro de la Vega como un encierro más de los cientos que se celebran en esta comunidad autónoma cada verano. Tras la normativa de la Junta de 2016, no puede haber muerte del toro ni causarle heridas.

Esto tampoco ha calmado la furia animalista, a la que no se le permitió manifestarse en la Plaza Mayor del municipio durante sus fiestas patronales por el riesgo de enfrentamientos con los vecinos. Hace unos días, el alcalde de Tordesillas ya reconocía a El Confidencial que la lucha animalista contra el Toro de la Vega es percibida en el municipio como “un ataque”. Una animadversión que no mejorará con esta nueva oleada de ataques a instituciones y empresas de la villa vallisoletana.