Lidia judicial por el Toro de la Vega: los animalistas toman ventaja a tres días del festejo
El TSJ de Castilla y León admite la petición de Pacma y suspende cautelarmente la norma que permite herir al animal, tras el rechazo de la Fiscalía a la denuncia del Gobierno. El Ayuntamiento y los vecinos rechazan la decisión
Tensión y confusión es lo que se vive en Tordesillas (Valladolid) ante el cruce de decisiones judiciales que han terminado por suspender el Toro de la Vega tal y como estaba previsto para el próximo martes. Una petición del partido animalista Pacma ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León fue admitida por los jueces este viernes, que tumban de forma cautelar las nuevas bases reguladoras del evento que había aprobado este año el Ayuntamiento de Tordesillas. Como informó El Confidencial, por primera vez desde 2016 se podían clavar divisas en la piel del animal.
El festejo está ahora en el aire, al menos si se celebra con esas normas. El municipio podrá celebrar su fiesta, pero de la misma forma que se venía haciendo en los últimos años, sin herir al animal en ningún caso. Es decir, sin los cambios que se habían introducido para acercarlo al torneo original, cuando era lanceado hasta la muerte, y que incluían poder clavar al astado hasta siete pequeñas banderillas.
La decisión del TSJ se produjo apenas media hora después de que la Fiscalía de Medio Ambiente archivara la otra denuncia que solicitaba la suspensión del Toro de la Vega. En este caso había sido presentada por el Ministerio de Derechos Sociales ante "un caso evidente de maltrato animal". El Ministerio Público niega la razón a la cartera de Ione Belarra (Unidas Podemos), indicando que "no hay indicios de delito" y el consiguiente archivo de la denuncia.
La ofensiva judicial emprendida por el Gobierno de coalición y los animalistas ha conseguido su objetivo a tres días para la celebración del festejo, cuando la localidad vallisoletana ya se encuentra celebrando sus fiestas patronales y con un gran malestar entre la mayoría de vecinos. Consideran un ataque al municipio y a sus tradiciones. El Ayuntamiento de Tordesillas emitió este viernes un comunicado donde denunciaba que la decisión judicial se basaba en criterios meramente "ideológicos" y empujado por la "presión mediática". "Después de que la Fiscalía no vea delito en el torneo y que contemos con el apoyo de la Junta de Castilla y León, no es entendible que un tribunal acepte esta medida cautelar", declara el alcalde, Miguel Ángel Oliveira, del PP.
"Aquí hay más ideología que Justicia, la decisión judicial se ha tomado condicionada por la presión mediática y la política", defiende Oliveira, que cree que la resolución se ha basado en "mentiras" sobre el festejo, alimentada por los grupos animalistas.
El Ayuntamiento de Tordesillas denuncia criterios "ideológicos" en el auto. "Aquí hay más ideología que Justicia", declara el alcalde
El plan de Pacma va más allá de la denuncia. El éxito judicial es solo uno de los frentes abiertos contra el Toro de la Vega, que califican como "cruel y anacrónico". Este jueves ya presentaron ante la Junta de Castilla y León 74.000 firmas en contra de la celebración del evento "en ninguna de sus formas".
El evento siempre ha sido un objetivo de los animalistas y su prohibición en 2016 fue considerado un gran triunfo para el colectivo. Tan relevante es para Pacma, que las firmas fueron entregadas por su presidente, Javier Luna, que aseguró que las heridas que sufrirá el astado son "punzones y dobles arpones de 8 centímetros que clavarán al toro para sujetar las divisas". "La intención es que por fuera no veamos mucha sangre, pero causarán al animal graves heridas y lesiones internas, que pueden afectar a su zona torácica y provocarle un neumotórax", añadió.
El partido animalista había anunciado movilizaciones "en Tordesillas o lo más cerca posible" al día de la fiesta o la jornada previa a su celebración. Pacma solicitó permiso para manifestarse en la Plaza Mayor de la localidad el 7 de septiembre, pero fue denegado por la Subdelegación del Gobierno de Valladolid ante el riesgo de enfrentamientos. De hecho, la mayor parte de vecinos y autoridades del municipio considerarían esa concentración una "provocación".
La decisión de los jueces, sin embargo, da la razón a Pacma. Como ha informado este diario, prohíben su lanceamiento e inciden en que el festejo puede llevarse a cabo como en los últimos años: un encierro normal sin clavar divisas al toro. "Es de destacar que, durante más de cinco años, han tenido lugar las fiestas de Tordesillas, vigente el Decreto-Ley 2/2016, de 19 de mayo, por lo que no se ocasiona ningún perjuicio irreparable a las mismas", argumenta el tribunal en la resolución, que es recurrible "en el plazo de cinco días desde su notificación", expone el auto.
El Patronato del Toro de la Vega rechazaba las nuevas reglas porque pervierten "una fiesta única". Quieren lancear al animal hasta su muerte
Este nuevo rifirrafe judicial sobre el Toro de la Vega como bandera de la lucha antitaurina en España vuelve a generar un tremendo malestar entre los vecinos de Tordesillas que apoyan de forma mayoritaria el festejo. De hecho, el Patronato del Toro de la Vega, encargado de custodiar la tradición, se ha mostrado en todo momento en contra de las nuevas reglas ahora suspendidas porque pervierten "una fiesta que era única" e insisten en la vuelta al Toro de la Vega con lanceamiento y muerte que se ha desarrollado durante siglos y hasta 2016 en la localidad vallisoletana. Desde que Pacma anunció movilizaciones, desde esta entidad y otros colectivos a favor del evento han acusado a los animalistas de "provocar" y elevar la tensión en la localidad.
Tensión en Tordesillas
El nerviosismo en Tordesillas también se reconoce en la guerra particular entre los partidos políticos. El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento (que abandonó el equipo de Gobierno que lidera el PP el pasado 31 de agosto) presentó una moción para pedir que el Toro de la Vega vuelva a terminar con la muerte del astado. Miguel Ángel Oliveira considera que esta reivindicación "es un brindis al sol que llega tarde y está fuera de lugar". Recuerda el infructuoso recorrido judicial que la corporación llevó a cabo durante seis años en contra del decreto de la Junta, que recoge nítidamente que no puede haber muerte en público del animal.
El consistorio afrontó primero el recorrido judicial contra la prohibición del festejo, que llegó hasta el Tribunal Supremo y no tuvo resultados positivos. Los últimos dos años, el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León trabajaron intensamente para adaptar la ordenanza a la normativa vigente en esta comunidad autónoma desde 2016, que impide lancear y matar al animal. La nueva normativa para el Toro de la Vega se conoce al detalle desde el pasado mes de junio. Entonces ya se comunicó que el festejo recuperaría parte de la tradición de torneo perdida, con la posibilidad de marcar al astado con hasta siete divisas de varios centímetros por parte de un máximo de cincuenta participantes. Todos esos cambios son los que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León suspende ahora.
Aquel decreto solo recoge como excepción los festejos declarados tradicionales, es decir, que lleven celebrándose al menos durante 200 años. Los orígenes del Toro de la Vega sí se remontan al siglo XVI, pero el ejecutivo de Pedro Sánchez consideraría que el cambio de reglas realizado por el Ayuntamiento de Tordesillas da lugar a un nuevo festejo y, por tanto, no podría acogerse a la excepción. Esa misma argumentación sigue Pacma. Su portavoz, Yolanda Morales, declaraba ya hace semanas a El Confidencial que "si es un festejo nuevo no pueden herir al animal" porque sería ilegal. La Fiscalía zanjó el debate confirmando que "no hay indicios de delito".
Tensión y confusión es lo que se vive en Tordesillas (Valladolid) ante el cruce de decisiones judiciales que han terminado por suspender el Toro de la Vega tal y como estaba previsto para el próximo martes. Una petición del partido animalista Pacma ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León fue admitida por los jueces este viernes, que tumban de forma cautelar las nuevas bases reguladoras del evento que había aprobado este año el Ayuntamiento de Tordesillas. Como informó El Confidencial, por primera vez desde 2016 se podían clavar divisas en la piel del animal.