Los Bonnie y Clyde portugueses se separan tras su detención: él a Lisboa y ella a España

Nélida Cristina Alves y Sidney Alberto Pereira, los atracadores conocidos como los Bonnie y Clyde portugueses, han tomado caminos distintos tras su detención en Zamora el 13 de agosto. Portugal ha reclamado su entrega por delitos que van desde robo con violencia hasta secuestro, pero la pareja se ha dividido a la hora de armar su defensa: Sidney Alberto Pereira no ha puesto pegas y, según explican fuentes jurídicas, su entrega a Lisboa ya se llevó a cabo hace dos semanas, el 29 de agosto. Nélida Cristina Alves, sin embargo, se resiste a la extradición y alega ante la Audiencia Nacional que tiene "arraigo suficiente en España" para esquivar a la Justicia lusa.

La pareja saltó a los titulares el 10 de agosto, cuando la Guardia Civil publicó sus fotografías: "Solicitamos colaboración para localizar a dos personas de nacionalidad portuguesa relacionadas con cuatro atracos a estaciones de servicio en las provincias de Toledo, Badajoz y Sevilla. Son peligrosos. Hombre de 42 y mujer de 40 años". Apodados Bonnie y Clyde por los medios portugueses, ambos habían cruzado la frontera por Huelva días antes tras dejar un largo historial delictivo a sus espaldas.

La carrera de atracos continuó en España y, el 8 de agosto, asaltaron una gasolinera en Toledo a plena luz del día y sin ocultar su cara. En el vídeo de las cámaras de seguridad se observa cómo ella empuña un cuchillo de grandes dimensiones y él saca una pistola para apuntar al trabajador. Una vez conseguido el botín, ambos huyeron en un Citroën hasta estrellarse a la altura de la localidad toledana de Carranque, pero el accidente tampoco fue suficiente para ponerles las esposas.

Helicópteros, drones, miembros de la unidad de acción rápida (Usecic)... Las fuerzas de seguridad aumentaron el dispositivo y el 13 de agosto terminaron por detenerles en un restaurante de comida rápida de Zamora. Un cliente identificó a ambos gracias a las imágenes publicadas por la Guardia Civil y, tan solo un día después del presunto robo de un coche y del asalto de otras dos gasolineras, la huida de Nélida Cristina Alves y Sidney Alberto Pereira llegó a su fin mientras comían una hamburguesa.

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Nacho Abad

Los Bonnie y Clyde portugueses sumaban para entonces una decena de atracos en apenas tres semanas, explican las fuentes consultadas. También son sospechosos de haber cometido un triple asesinato a finales de julio al norte de Portugal, tal y como informó El Confidencial. Aunque las autoridades judiciales lusas han de­cretado el secreto de sumario y apenas se conocen datos sobre esta investigación, 'El País' informó de que las víctimas son tres miembros de una familia vinculada al narcotráfico.

Portugal, sin embargo, no ha incluido su posible vinculación con este último crimen en la información remitida a España. Según un auto de la Audiencia Nacional al que ha tenido acceso El Confidencial, las autoridades lusas reclaman la extradición de Nélida Cristina Alves por la "presunta comisión de 13 infracciones": cuatro delitos de robo con violencia, uno de coacción agravada, uno de daños simples, tres de secuestro, dos de falsificación de documentos y dos de tenencia de arma prohibida.

En esta resolución, fechada el pasado 12 de agosto, la Audiencia Nacional echa por tierra los argumentos de la portuguesa para evitar su extradición: "De la documentación aportada no ha resultado acreditado que Nélida Cristina Alves Guerreiro tenga arraigo suficiente en España, no ha resultado constatada la existencia de arraigo como para condicionar la entrega al cumplimiento en España de la posible condena que pudiera recaer", advierte el magistrado Joaquín Gadea. "La entrega se hará efectiva por agente de la autoridad española (Sirene), previa notificación a la autoridad de emisión del lugar y fecha fijado para la entrega, en el término de diez días".

Pese a ello, fuentes jurídicas apuntan a que Nélida Cristina Alves ha recurrido la decisión, por lo que su posible entrega puede alargarse varias semanas. Mientras tanto, su pareja se encuentra en Portugal para hacer frente a los cargos, y todavía queda por ver si al listado se suma la investigación por los mencionados asesinatos.

“Un amor que comenzó con 11 años en la escuela y después de 25 años termina en matrimonio”, escribía ella en Facebook el pasado noviembre. Diez meses después y con una retahíla de atracos a ambos lados de la frontera, los caminos de los Bonnie y Clyde portugueses han terminado por separarse para preparar sus defensas.