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El PP confía en un pinchazo de Olona para escapar de Vox: "Todos los suflés bajan"
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ELECCIONES EN ANDALUCÍA

El PP confía en un pinchazo de Olona para escapar de Vox: "Todos los suflés bajan"

Los populares reniegan de un pacto a su derecha pese al órdago de Vox, que rechaza dejar a Moreno gobernar en solitario. Génova atisba que las altas expectativas de los de Abascal pueden lastrar sus aspiraciones en la Junta

Foto: La candidata de Vox en Andalucía, Macarena Olona. (EFE/Pepe Torres)
La candidata de Vox en Andalucía, Macarena Olona. (EFE/Pepe Torres)

A apenas tres días para que arranque oficialmente la campaña, los sondeos ratifican que el partido en Andalucía se juega en el campo de la derecha. La principal incógnita pasa por conocer cuál será finalmente el grado de dependencia de Vox, y cómo influirán sus votos en la configuración del Gobierno de Juanma Moreno. En el PP, comienza a moverse la idea de que las altas expectativas de los de Santiago Abascal no son tales, y atisban un posible pinchazo de Macarena Olona el 19-J que, entienden, les permitiría escapar de un pacto con ellos. "Todos los suflés bajan", apuntan fuentes de la dirección nacional, que insisten en que la pujanza del efecto Olona es, por el momento, limitado.

En las filas populares ha quedado marcada la frase que pronunció hace unos días Santiago Abascal en una entrevista radiofónica, que fijó en 26 los escaños que Vox estaba en condiciones de conseguir, el mismo número que logró Juanma Moreno en 2018, cuando se hizo con las llaves de la Junta. En el círculo de confianza de Abascal manejan también el escenario de un triple empate electoral —entre PP, Vox y la izquierda—, plausible según sus cálculos internos. Ese halo de triunfalismo ha opacado todas las intervenciones de sus portavoces, que insisten en la idea de que, en todas sus experiencias electorales, las encuestas han infravalorado su fuerza real.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el líder de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

En el PP, sin embargo, creen que jugar con las expectativas es peligroso y que pecar de triunfalismo puede pasarle factura hasta al partido más boyante, sin olvidar su propia experiencia en Castilla y León. "Veremos si el efecto Olona al final es para tanto", recelan en Génova, donde insisten en la idea de que un pinchazo de Vox en Andalucía limitaría su capacidad de negociación y minimizaría su posibilidad de alcanzar puestos ejecutivos. Los populares se aferran a la falta de pujanza de la candidatura de Olona en algunos sondeos y a que el número de asistentes en los últimos mítines del partido se sitúa por debajo de lo que esperaban en las cuitas populares por el arrastre que podía concitar la diputada alicantina.

Un dato significativo que revela el Centro de Estudios Andaluces (Centra), considerado el CIS regional, es la caída del apoyo a Macarena Olona para presidir la Junta en comparación con el mismo sondeo publicado el pasado mes de marzo. Entonces, cuando la candidatura de la diputada alicantina aún no estaba confirmada, el 7,3% de los andaluces apostaban por la aspirante de Vox, un porcentaje al que habría que sumar el 3,8% de apoyos que recibía Manuel Gavira, otro candidato que entró en las quinielas de la formación. En el último sondeo de mayo, sin embargo, solo el 4,7% de los encuestados avala a Olona como nueva presidenta de la Junta.

Foto: Así quedan las encuestas de las elecciones en Andalucía: el PP y Vox, la suma de Gobierno más probable (EFE/PP/Morón)

Si se mantienen las expectativas electorales que parecen consolidarse en los sondeos, nadie en el partido valoraría la posibilidad de dejar entrar a Vox en el Gobierno de la Junta. La máxima en Génova es la de gobernar en solitario si el PP suma "solo un escaño más" que el conjunto de la izquierda y, sobre todo, si Moreno termina acercándose más al modelo de Ayuso en Madrid —donde se quedó a cuatro votos de la mayoría absoluta— que al de Mañueco en Castilla y León. El PP se quedó entonces a 10 escaños de la mayoría absoluta, pero, mientras el barón popular cayó en número de votos, Vox se disparó de uno a 13 diputados en las Cortes. ¿El resultado? Vox logró entrar en su primer Gobierno autonómico con una vicepresidencia, tres consejerías y la presidencia de las Cortes, además de diferentes cesiones programáticas.

Los populares insisten en la tesis de que Castilla y León no sienta un precedente, y que el marco andaluz es potencialmente distinto al tablero en que jugó Alfonso Fernández Mañueco. El PP está ahora en disposición de doblar los resultados que obtuvo en 2018, acercándose a la cifra que logró Javier Arenas en 2012 —50 escaños—, pero Vox podría lograr el mismo hito al pasar de 12 diputados a más de 20, según los datos del último barómetro del Centra. En cualquier caso, los populares insisten en que Abascal tendrá difícil oponerse a una investidura de Moreno si este consigue una "mayoría incontestable" y dejan abierta la puerta de una repetición electoral en caso de bloqueo, una posibilidad que el presidente andaluz comenzó a regar en una entrevista para El Confidencial. "Ni su electorado lo entendería", coinciden voces populares con escaño en el Congreso.

Foto: Juanma Moreno, en su intervención en el congreso del PP de Madrid. (EFE/Mariscal)

Pero Vox amenaza con no dar su brazo a torcer. Si había alguna duda al respecto, el portavoz político de la formación, Jorge Buxadé, las despejó todas este lunes: el partido votará en contra de una hipotética investidura de Juanma Moreno aunque sume más que toda la izquierda o replique el modelo de Ayuso si el PP no atiende a sus exigencias, que pasan, primero, por asumir cuotas de poder en el Ejecutivo y, segundo, por aplicar sus principales líneas programáticas. "No vamos a dar ningún voto gratis", advirtió.

Los de Santiago Abascal han hecho una apuesta firme y han jugado todas sus cartas a uno de sus mayores activos electorales. Macarena Olona, una de las líderes más mediáticas de la formación, ha dejado un importante agujero en las filas nacionales de Vox y en el propio Congreso, donde renunciará oficialmente a su acta en los próximos días. El partido verde está decidido a rentabilizar su apuesta, y no baraja ningún escenario que no sea la entrada de Olona en la Junta. En la formación rechazan, además, el órdago de Moreno respecto a una posible repetición electoral y aseguran que, como sucedió en Castilla y León, no se moverán de su posición inicial: entrar en el próximo Gobierno de Andalucía.

Feijóo mira a su izquierda

Tanto Feijóo como Moreno reniegan del órdago de Vox e insisten en regar el camino hacia un Gobierno en solitario. Tal y como apuntó Elías Bendodo en una rueda de prensa este lunes, la única posibilidad de coalición que se plantea sería la de repetir con Ciudadanos, apuntando que "el Gobierno del cambio ha funcionado". La influencia del partido naranja, sin embargo, sería mínima o nula —los sondeos recientes más optimistas dan a Juan Marín un máximo de dos escaños—, pero, en todo caso, reduciría la dependencia de Vox.

Además, en la hoja de ruta de Juanma Moreno aparece abrir antes una negociación con el PSOE que con Vox. En los últimos días, el barón popular volvió a agitar una idea que ya abanderó Feijóo hace semanas, y que pasa por lograr un acuerdo entre los dos grandes partidos para arrinconar a los extremos y que gobierne la lista más votada. Llegado el caso, y pese a tener nulas esperanzas en que Juan Espadas avale un Gobierno del PP, el barón popular pedirá primero la abstención del PSOE para cerrar esa vía antes de sentarse a negociar con Vox.

Feijóo ha dado orden a los suyos de no mirar al partido situado a su derecha y a no entrar en sus debates. La máxima que se ha fijado el equipo de campaña de Moreno pasa por priorizar la búsqueda de votantes socialistas desencantados que ahora otean otras siglas, así como enarbolar la bandera de la "gestión" por encima de la de la ideología. A la campaña, como advierten algunas voces populares, le quedan muchos compases. Y apenas a 20 días de las elecciones, aún puede pasar cualquier cosa. "Las urnas aún no se han puesto", enfrían en el PP.

A apenas tres días para que arranque oficialmente la campaña, los sondeos ratifican que el partido en Andalucía se juega en el campo de la derecha. La principal incógnita pasa por conocer cuál será finalmente el grado de dependencia de Vox, y cómo influirán sus votos en la configuración del Gobierno de Juanma Moreno. En el PP, comienza a moverse la idea de que las altas expectativas de los de Santiago Abascal no son tales, y atisban un posible pinchazo de Macarena Olona el 19-J que, entienden, les permitiría escapar de un pacto con ellos. "Todos los suflés bajan", apuntan fuentes de la dirección nacional, que insisten en que la pujanza del efecto Olona es, por el momento, limitado.

Partido Popular (PP)