Moreno limitará la presencia de Ayuso a los 'nichos' de Vox en Andalucía

"Es mucho más fácil votar a Juanma Moreno que votar al PP”. El presidente andaluz y candidato a la reelección hará del personalismo su seña de identidad en la campaña de las autonómicas andaluzas. Por encima del partido, "lo primero debe ser Andalucía", repiten en su equipo. Y esta vez Génova no obstaculizará esa aspiración, sobre todo porque pretende emular el modelo que en su día empleó Alberto Núñez Feijóo en Galicia. Y no solo él. En la Puerta del Sol recuerdan que para el 4-M también se confeccionó un plan con Isabel Díaz Ayuso como protagonista absoluta, sin barones, sin expresidentes y con una limitada participación de la dirección nacional. En el entorno del barón andaluz, insisten en que su objetivo no es vetar a los líderes autonómicos del PP, sino limitar estratégicamente su presencia.

Juanma Moreno, junto al coordinador de su campaña, Elías Bendodo —a su vez mano derecha de Feijóo en Génova—, ha comenzado a diseñar una campaña radicalmente opuesta a la que desarrolló Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León. Una de las principales incógnitas es la del encaje de Ayuso. En Andalucía, nadie duda que la madrileña es uno de los principales activos electorales del partido y no renunciarán a su presencia. Sin embargo, usarán limitarán su aportación a aquellos territorios donde Vox crece con más fuerza, como antídoto para frenar a una Macarena Olona decidida a ponerle las cosas difíciles a Moreno.

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El barón popular, por su parte, mantendrá su talante de político moderado y transversal durante una campaña que prevé en clave amable. Moreno rehúye de los "gritos" y enmarca su gestión al frente de la Junta como "mejor garantía" para combatir a Vox. Pero no desatenderá la posibilidad de dar la batalla al partido situado a su derecha con un discurso más incendiario que pasaría a capitalizar Isabel Díaz Ayuso. El PP andaluz aún no ha decidido dónde y cuándo estará la líder madrileña, pero fuentes populares apuntan a encajar su visita en 'nichos' de Vox para atraer el voto más conservador a la candidatura de Moreno, como Almería o Cádiz.

No en vano, según el último registro oficial en que se midió la fuerza de uno y otro partido —las generales de 2019—, Vox se impuso al PP en Cádiz por más de 20.000 votos, pero también dio el sorpaso a Moreno —aunque con menos diferencia— en Almería, Huelva y Sevilla. Aunque tanto en uno como en otro partido reconocen que los resultados de las generales no son extrapolables a los de unas autonómicas, sí dicen que los de Santiago Abascal están especialmente fuertes en el 'cinturón mediterráneo', donde podría recalar Ayuso como adalid de la batalla ideológica contra Olona. Vox también es consciente de que su espacio electoral está especialmente en zonas con altas tasas de paro y en el voto contra la inmigración, y se prepara para explotar sus fortalezas frente al PP en una campaña de alta tensión. De hecho, Abascal y Olona ya tienen previsto un acto en Almería el próximo 16 de mayo, en el que los "mitos" sobre la inmigración serán el eje central de un debate organizado por la Fundación Disenso.

Abascal y Olona calientan la campaña con un debate sobre inmigración en Almería, uno de los nichos de Vox en Andalucía

Fuentes del entorno de la madrileña apuntan que la dirigente está a la espera de recibir "órdenes" de su homólogo andaluz. Se compromete a participar allí donde requieran su presencia, "como no podía ser de otra manera". Comparten la estrategia electoral de Juanma Moreno y reivindican la tesis de que "cada campaña es diferente" y nadie mejor que el candidato sabe "lo que es mejor para su territorio". En la Puerta del Sol reconocen, además, la existencia de dos discursos "complementarios" en las filas populares y subrayan la necesidad de "trabajar" para ensanchar el partido, tanto a izquierda como a derecha.

Feijóo, 'subordinado' de Moreno

Desde Génova, bendicen también la estrategia del barón andaluz para organizar una campaña sin siglas, casi sin barones y con el protagonismo absoluto de un candidato, por el momento, con un liderazgo en las encuestas. En Andalucía miran con recelo lo que sucedió en Castilla y León, donde al PP se le hizo especialmente larga la campaña. El impulso inicial quedó pronto ensombrecido por el auge de Vox y Mañueco se vio obligado a dar marcha atrás en la estrategia de Génova de no ensombrecer el protagonismo de Pablo Casado —y el suyo propio— con una excesiva participación de Isabel Díaz Ayuso, que duplicó sus actos públicos en la recta final de la campaña.

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Feijóo plantea una estrategia radicalmente opuesta a la de su antecesor. La premisa que ha mantenido desde el día de su coronación es "dejar hacer" a los territorios, y avala la decisión de no convertir la campaña andaluza en la jaula de grillos en que algunos creen que se convirtió el periplo de Mañueco hacia las urnas, con la guerra soterrada entre Casado y Ayuso como telón de fondo. "Vendrán compañeros a Andalucía, pero con mensajes específicos para territorios específicos", subrayó el propio Moreno en una entrevista el pasado lunes.

En Génova, dan por sentado que el presidente nacional participará en el acto de cierre de campaña del barón andaluz, pero el resto del calendario del gallego en Andalucía sigue siendo una incógnita. Aunque en el entorno del gallego insisten en alejar el triunfalismo y "rebajar las euforias", no ocultan que parten de una situación de ventaja, no solo por lo que marcan las encuestas, sino porque el PP no acude a las elecciones con "un candidato", sino con "un presidente". Atisban, además, cierto "nerviosismo" en Vox, motivo al que vinculan que Santiago Abascal haya decidido enviar a Macarena Olona a enfrentar a Juanma Moreno. Pero aspiran, con todo, a un Gobierno en solitario, que sirva de "reflejo" a lo que suceda en el resto de España en 2023.