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Kiko Méndez-Monasterio, la 'mano larga' de Abascal que llevó a Vox a su primer Gobierno
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Lideró la negociación en Castilla y León

Kiko Méndez-Monasterio, la 'mano larga' de Abascal que llevó a Vox a su primer Gobierno

Vistió al 'novillero' Juan García-Gallardo para la campaña del 13-F y ha acabado cortando las dos orejas y el rabo al PP en Valladolid. Se peleó con Iglesias. Está detrás de la Fundación Disenso y del Sindicato Solidaridad

Foto: Kiko Méndez-Monasterio.
Kiko Méndez-Monasterio.
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Horas después de la noche electoral en Castilla y León, cuando Vox confirmó sus mejores expectativas, el candidato Juan García-Gallardo aseguró que él mismo lideraría las negociaciones con el PP para la formación de Gobierno. Fue una verdad a medias. Aunque es cierto que ha tenido un papel protagonista, no lo es menos que el cerebro de la operación, como todo lo que rodea al partido, tiene la firma del asesor más importante de Santiago Abascal. Kiko Méndez-Monasterio (Madrid, 1972), ideólogo del 'Universo Vox', se ha implicado como nunca en las conversaciones que han llevado a la formación a entrar en el primer Ejecutivo autonómico.

La ocasión lo merecía. Incluso antes de conocerse el adelanto, Vox ya había señalado los comicios del 13-F como una fecha clave. Una oportunidad única para dar el salto definitivo y pasar del apoyo externo y puntual a la gestión. De muletilla a actor principal. Méndez-Monasterio ha sido el principal interlocutor en el proceso, como una extensión del propio Abascal, de quien además es amigo personal. En su entorno señalan que más que la mano derecha del líder, como se ha dicho, es una "mano larga". "Santi ya tiene suficiente fuerza él solo, es como una escisión delegada", apuntan.

Foto: Kiko Méndez-Monasterio. (Wikipedia)

En el equipo de Alfonso Fernández Mañueco no ocultan que su presencia e implicación en todo el proceso les pilló por sorpresa. No lo esperaban. Este escritor, consultor político y cofundador de la agencia Tizona Comunicación es el consejero más escuchado en el partido desde hace años, pero nunca había participado en primera persona en una negociación de Vox. Ni en Andalucía, ni en la Comunidad de Madrid ni en los ayuntamientos donde trataron con el PP. Méndez-Monasterio, el menor de trece hermanos, ha marcado los pasos hasta el Gobierno de Castilla y León, tanto en el pacto con Mañueco como en la campaña de García-Gallardo. De una forma o de otra, todos los movimientos pasan por él. "Unas veces lo propone él y otras puede estar en contra, pero siempre se le pregunta", subrayan otras fuentes.

En el partido limitan su actuación a "asesor del presidente" y él mismo trata de quitarse importancia, obsesionado por mantenerse en segunda línea y evitar una exposición mediática al margen de sus ocupaciones como escritor. "Mi trabajo es empujar, ayudar. Asistencia y consejo", explica a este periódico en conversación telefónica. La realidad es que la figura de Kiko Méndez-Monasterio trasciende de la de un mero consejero. Aunque no está afiliado y no cuenta con ningún cargo orgánico en Vox, su peso e influencia en la sombra va mucho más allá. Está detrás de prácticamente toda la estrategia política, tanto a nivel nacional como en su pretensión de tejer lazos internacionales en Europa y América Latina. Desde 2014 acompaña a Abascal con asesoramiento puntual y desde 2017 colabora formalmente con el partido, un periodo que coincide con su cargo como director del periódico 'La Gaceta'. Hasta julio, además, formaba parte del equipo del grupo parlamentario en el Congreso.

Agresión a Iglesias

Pese a su interés por permanecer en el anonimato, su nombre ya ha aparecido en más de un titular de prensa. Especialmente por un episodio del pasado que lo relaciona con Pablo Iglesias y que sus rivales políticos utilizan en su contra. En 1999 fue condenado por agredir al exlíder de Podemos, entonces un estudiante más de la Universidad Complutense. El Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid declaró culpables a Méndez-Monasterio y Marcos Calero (el otro implicado en el suceso) por dos faltas de lesiones y de amenazas contra Iglesias y otros acompañantes. Todos formaban parte de Alianza por la Unidad Nacional, una organización de extrema derecha liderada por Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Él lo relata como algo muy lejano y olvidado, pero otras voces apuntan a que incluso le hace hasta gracia.

Méndez-Monasterio, principal asesor y consejero de Abascal, está detrás de la creación de la Fundación Disenso y el sindicato Solidaridad

Si hubiera que catalogarlo ideológicamente, todos los consultados coinciden en que encaja perfectamente en la definición de "derecha clásica". Una de sus principales líneas discursivas, perfectamente reconocible en el argumentario de Vox, es la necesidad de prestar la llamada batalla cultural a la izquierda. Este pensamiento engloba cuestiones sociales como la familia, la memoria histórica o cómo la cultura cristiana está en peligro en Europa, entendida no como un tema religioso sino como uno de los pilares de la cultura occidental. Además, es profesor de Comunicación Política en el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), del que también es patrono, una institución de enseñanza privada fundada por Marion Maréchal, sobrina de la ultraderechista francesa Marine Le Pen.

Cualquier conversación con él ha de ser en un espacio en el que se pueda fumar. Empalma los cigarrillos uno tras otro. "Taurino y anticomunista", quienes conocen la relación de Méndez-Monasterio y Vox coinciden en que es uno de sus ideólogos. Una prueba de ello es que también está detrás de dos de las principales entidades vinculadas a los de Abascal: la Fundación Disenso, creada para generar alianzas con otros líderes conservadores de Hispanoamérica, y el sindicato Solidaridad, una alternativa a las organizaciones de trabajadores vinculadas a la izquierda. En Disenso, el 'think tank' del partido, incluso formó parte de su patronato, con una participación muy activa tanto en su creación como en el posterior desarrollo. "Su trabajo siempre es el mismo, ayudar a que las cosas echen a andar y luego apartarse", añaden en su entorno.

Foto: El presidente en funciones de Castilla y Léon, Alfonso Fernández Mañueco (d); y el candidato de Vox, Juan García-Gallardo (i). EFE

Santiago Abascal, presidente de la fundación, designó como director a Jorge Martín Frías, otro consultor de comunicación política que trabajó con el PP en el Ayuntamiento de Madrid entre 2010 y 2015 (Ana Botella y Esperanza Aguirre) y muy cercano a Méndez-Monasterio. Tanto, que ambos elaboraron la campaña de Vox 'España Viva' para las elecciones generales de 2019. Este trabajo les sirvió para ser reconocidos en los premios Napolitan de 2020, considerados como los Oscar de la política. También participó el otro socio de Tizona Comunicación, Gabriel Ariza (hijo de Julio Ariza, presidente del grupo Intereconomía, propietaria de 'La Gaceta').

El trabajo de Kiko Méndez-Monasterio en Vox encaja en el papel de 'Spin-doctor', que en castellano viene a ser el asesor político encargado de la propaganda y la estrategia política. El círculo más cercano a él asegura que el término no le incomoda, aunque su mayor preocupación es mantenerse en un segundo plano y lejos de las cámaras. Lo que rechaza de plano es la etiqueta de gurú atribuida a otras figuras como Iván Redondo, hasta el pasado verano la mano de Pedro Sánchez en Moncloa. "No hay ningún paralelismo con él, es su antagonista", reiteran.

Horas después de la noche electoral en Castilla y León, cuando Vox confirmó sus mejores expectativas, el candidato Juan García-Gallardo aseguró que él mismo lideraría las negociaciones con el PP para la formación de Gobierno. Fue una verdad a medias. Aunque es cierto que ha tenido un papel protagonista, no lo es menos que el cerebro de la operación, como todo lo que rodea al partido, tiene la firma del asesor más importante de Santiago Abascal. Kiko Méndez-Monasterio (Madrid, 1972), ideólogo del 'Universo Vox', se ha implicado como nunca en las conversaciones que han llevado a la formación a entrar en el primer Ejecutivo autonómico.

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