Kiko, el asesor de Abascal que no puede expulsar Vox: "Ni soy afiliado ni candidato"

El escritor Fernando Sánchez Dragó se refirió a Kiko Méndez-Monasterio el pasado 2 de abril en una entrevista concedida a El Confidencial como la "mano derecha" del presidente de Vox, Santiago Abascal. "El hombre que está con él constantemente, el que lo apuntala, el Malraux de De Gaulle", lo definió Sánchez Dragó, que se encerró con el líder de la formación y con su asesor durante un fin de semana en la casa de campo del octogenario escritor para mantener con ambos un debate pausado que luego Planeta ha publicado con el título 'Santiago Abascal. La España vertebrada'.

Sánchez Dragó coincide con Méndez-Monasterio en la profesión y en que los dos han sacado un libro con el líder de Vox. El del asesor de Abascal se llama 'Hay un camino a la derecha' y salió a la venta en 2015, cuando la formación apenas llevaba un año inscrita en el registro de partidos políticos y su repercusión pública era minoritaria. Tan solo algunos medios como los del grupo Intereconomía hacían caso a los responsables del nuevo grupo de desencantados con el Partido Popular, entre los que al principio figuró Alejo Vidal-Quadras.

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Fue en este contexto televisivo donde se conocieron Abascal y Méndez-Monasterio, que también era asiduo al programa El gato al agua, uno de los clásicos de la cadena de Julio Ariza. En concreto, entraron en contacto en 2010, cuando los dos acudían al citado espacio, que era considerado el buque insignia del grupo mediático. Sus cosmovisiones y sus caracteres encajaron como un guante y, desde entonces, político y escritor se consideran amigos.

Abascal se apoya mucho en Méndez-Monasterio, que siempre le acompaña a las reuniones importantes. El primero, de hecho, no duda ni un segundo en utilizarle cuando Sánchez Dragó le hace una pregunta comprometida en el libro de 'La España vertebrada'. "Kiko, tienes que contestar tú, que lo tienes más claro que yo", afirma el líder de Vox en un ejercicio de delegación que muestra la confianza que uno tiene en el otro. El propio Méndez-Monasterio admite a El Confidencial que él es "asesor de Santi". "Soy un asesor externo, estoy fuera del partido, mi papel es muy secundario", explica.

Méndez-Monasterio (Madrid, 1972) deja claro que su relación personal y profesional es con Abascal y solo con Abascal. "No soy afiliado ni candidato, ni quiero serlo", zanja el escritor, que no quiere ni hablar de que en 1999 un juez le condenó a abonar una multa por agredir junto a otro compañero a Pablo Iglesias, entonces un alumno de 19 años de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, sin relevancia pública alguna, ligado a la denominada Unión de Estudiantes Progresistas y de Izquierdas del mencionado centro.

Según concluyó la sentencia del Juzgado de Instrucción 8 de Madrid el 26 de abril del citado año, Méndez-Monasterio y su colega, Marcos Calero, eran culpables de dos faltas de lesiones y de amenazas contra Iglesias y otros dos alumnos. La agresión se produjo justo un año antes, el 17 de marzo de 1998, cuando los condenados, miembros del partido Alianza por la Unidad Nacional —liderado por Ricardo Sáenz de Ynestrillas—, dieron "golpes y patadas" bajo el grito "os vamos a rajar" a los tres estudiantes de izquierdas.

"Aquello no tiene ya la mayor relevancia, fue hace 21 años", asegura Méndez-Monasterio, a quien Sánchez Dragó define en la entrevista con El Confidencial como "un hombre muy culto" y "un buen escritor". No en vano el asesor de Abascal ha ganado media docena de premios literarios, casi todos por relatos de ficción, y ha escrito media docena de libros, entre los que hay novelas infantiles y adultas. También ha prologado reediciones de libros clásicos, algunos publicados por su propia editorial, Hommo Legens, y ha colaborado con publicaciones como 'La Razón' o 'Reader's Digest'.

Además de su faceta como escritor, Méndez-Monasterio tiene una empresa de comunicación que mantiene relaciones comerciales puntuales con Vox. En lo personal, Kiko es el último de una familia de 13 hermanos. Uno de ellos perdió la vida en un accidente de tráfico. Era justo el que seguía los pasos castrenses de su padre Manuel Monasterio —militar, primero, y directivo editorial y de banca, después— y de su abuelo, el general José Monasterio, que capitaneó las tropas franquistas de Zaragoza en 1936 y protagonizó la última gran carga de la caballería en la batalla de Teruel de 1937. Años más tarde, curiosamente, sería uno de los generales que firmaron el manifiesto que pedía a Francisco Franco la restauración de la monarquía.