Casado se niega a dimitir y convocará un congreso nacional para medirse a Feijóo

Casado no cederá a la presión y tratará de armarse para dar la batalla a Alberto Núñez Feijóo por el control orgánico del partido. El líder del PP descarta dimitir y convocará el próximo lunes una reunión de la Junta Directiva Nacional, que incluirá en el orden del día una votación para convocar la celebración de un congreso nacional. Con este movimiento, el presidente del PP gana tiempo para sumar adhesiones a su proyecto a pesar de no contar con el apoyo de ningún presidente autonómico, a excepción del murciano Fernando López Miras.

A pesar de las críticas y de haber perdido la mayoría de apoyos internos, Casado se mantiene firme y no sólo descarta cesar a su número dos, Teodoro García Egea, sino que se ve legitimado para seguir al frente del Partido Popular. El mensaje que trasladan en la dirección nacional es que Casado fue elegido en unas primarias y heredó un partido hundido que logró reflotar en menos de tres años. Recalcan además que los afiliados le eligieron para luchar contra la corrupción, por lo que, insisten, cuenta con "toda la legitimidad democrática para presentarse" a un congreso nacional.

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El líder del PP ha reunido este lunes en Génova al Comité de Dirección del partido, entendido como el núcleo del PP más afín a Pablo Casado. Pero no ha sido una cita plácida para el presidente de los populares, que ha visto cómo algunos de sus adeptos ha discrepado de su intención de atrincherarse al mando del partido. Según trasladan fuentes autorizadas, afines a Mariano Rajoy como Ana Pastor, Elvira Rodríguez o Dolors Montserrat han discrepado de la línea marcada por Pablo Casado, alineándose con la postura de Alberto Núñez Feijóo y de otros barones autonómicos que instan al presidente del PP a asumir responsabilidades y dar voz a los afiliados.

Después de más de siete horas de reunión, la única cesión del presidente nacional a sus críticos ha sido la convocatoria de la Junta Directiva Nacional, donde están representados más de 300 cargos del partido, entre presidentes autonómicos, diputados, alcaldes o senadores. La reunión del Comité de Dirección se ha resuelto satisfactoriamente, al responder Casado a la petición de los críticos: pactar la convocatoria de un congreso para dirimir el liderazgo del partido.

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De aprobarse la celebración del cónclave, Pablo Casado tendrá que consensuar con los barones autonómicos si se celebra un congreso de carácter ordinario o extraordinario. Miembros del Comité de Dirección consultados por este medio recelan sobre la posibilidad de que se apruebe la convocatoria de un cónclave nacional por el temor a que la pinza de las cuatro grandes baronías -Feijóo, Ayuso, Moreno y Mañueco- termine doblando a Casado y Egea.

Al menos dos tercios de todos los miembros que componen la Junta Directiva Nacional deben votar a favor de la convocatoria del congreso, según aparece en los Estatutos del partido. El reglamento establece que las Juntas Directivas deben registrarse por escrito con la inclusión del orden del día, salvo en casos de urgencia. Los estatutos contemplan además la posibilidad de introducir nuevos asuntos en el orden del día si así lo solicita la mayoría absoluta de los miembros de la Junta Directiva Nacional con una antelación mínima de 24 horas a la celebración de la reunión.

Pablo Casado está dispuesto a dar la batalla a Alberto Núñez Feijóo, aunque la pretensión de éste era la de asumir las riendas del partido previo acuerdo con el actual líder del PP para evitar desangrar más al partido con un nuevo enfrentamiento. Teodoro García Egea empieza a fortificarse y a lo largo de la semana reunirá a presidentes provinciales, diputados y senadores para testar los apoyos internos a una candidatura de Pablo Casado. Si dan los números, el líder se presentará y se medirá a las baronías territoriales y a la 'pinza' Feijóo-Ayuso.