Del señuelo de MAR en Moncloa al topo del banco: ¿quién hizo el dosier?
La presidenta fue la primera en señalar en público a Moncloa como epicentro del informe que el PP usó para acusarla. Ahora, desde Sol apuntan a que los datos habrían salido de una sucursal con línea directa con Génova
"Que no nos usen, que no nos metan en un lío", replicaba la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, desde la sala de prensa del Consejo de Ministros al ser preguntada por las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, en las que señalaba que el equipo de Pablo Casado había utilizado un dosier elaborado por la Moncloa para hundirla. El propio líder del PP desmintió esta información y corroboró la llamada que desveló El Confidencial entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Cuando el dos del PP llama en septiembre a Félix Bolaños, con el que le une una relación de amistad por las negociaciones para renovar el CGPJ, le pregunta si les había llegado un informe con documentos sobre un contrato de la Consejería de Sanidad con la empresa de un amigo del hermano de Ayuso y con datos bancarios y fiscales de este. La respuesta es tajante: "No hay nada de eso".
¿Por qué Génova llamó a la Moncloa? ¿De dónde venía el rumor de que había un dosier que Pedro Sánchez detonaría? En la dirección del PP, una vez más, apuntan al jefe de Gabinete de la presidenta, Miguel Ángel Rodríguez. Para ellos es una especie de mano negra que estaría detrás de todo este enredo y les habría tendido una "trampa" usando sus contactos en la Presidencia del Gobierno. La secuencia, según las mismas fuentes, sería la siguiente: MAR habría hecho llegar a Moncloa que el PP estaba elaborando un informe para tumbar a Ayuso.
Desde ese momento, circula por todo Madrid que el Ejecutivo tiene esa información y que la filtrará a los medios cuando quiera asestar un golpe mortal a la oposición. Entonces, se empieza a hablar de documentos bancarios, transferencias... Evidencias a las que solo se podría acceder desde las instituciones. En Génova, saltan las alarmas al llegarles el rumor de que su rival político maneja una información que puede ser una bomba para los intereses de Casado. Siempre se temió que, si había algo que relacionase a la presidenta de Madrid con una presunta corrupción, hundiría al líder del PP. Por eso se contacta con Bolaños. MAR ha vuelto a ganar el relato. Lo que se contará es que el PP ha dado crédito al "rival político" para su "cacería" contra la baronesa. Ayuso así lo hace en su rueda de prensa. El peor de los pecados posibles. Un tándem con Sánchez para acabar con la carrera de una compañera de partido.
El exportavoz del Gobierno de José María Aznar es el padre del fenómeno Ayuso. Ha lidiado muchas batallas y, como señalan los anti-Casado, "se come a estos chiquilicuatres". Cuenta con contactos y oídos en cada rincón, y también en la Moncloa.
En la actual cúpula, el protagonista conoce al director de relaciones institucionales, Iván García Yustos. "Es el Carromero de allí", bromea un dirigente socialista, que apunta que, si había algo, lo manejaban Yustos, López y Bolaños. García Yustos está fuertemente ligado al Partido Socialista de Madrid. Era el jefe de Gabinete de Rafael Simancas durante el episodio del tamayazo en la Asamblea de Madrid y ahora es el hombre de confianza del todopoderoso Óscar López. Su nombre también se ha relacionado con la alcaldesa de Móstoles, donde fue concejal. Según publicó El Confidencial, habría presionado a Más Madrid para frenar la interposición de una querella contra Noelia Posse por prevaricación y malversación.
Moncloa ha sido un instrumento más en la guerra fratricida entre Casado y Ayuso. Después de haber señalado en público al Gobierno como autor de las informaciones en su contra, en privado el entorno de la presidenta tenía una nueva teoría. La filtración de los datos habría llegado a Génova desde la sucursal de uno de los bancos donde tiene cuenta su hermano, a través de un trabajador que simpatizaba o incluso militaba en las filas del PP. Nunca lo sabremos, o sí.
Entre los secundarios, también se encuentra el exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. Él fue el mediador. El exalcalde de Madrid dio el aviso a José Luis Martínez-Almeida sobre las sospechas que tenía la presidenta de la Comunidad de Madrid de que desde el Ayuntamiento se había contratado a un detective para hacer averiguaciones sobre ella y sus familiares. Almeida tomó nota, investigó y asegura no haber encontrado ningún encargo. Tras desvelar este medio los contactos con la agencia, el hasta entonces director general, Ángel Carromero, dimitió. En Génova también sitúan a Miguel Ángel Rodríguez detrás de estas filtraciones. Creen que urdió un relato para tapar las presuntas irregularidades de Ayuso que nunca se llegaron a demostrar. Él no entra a valorar. Solo tiene un objetivo: que la honorabilidad de su pupila no se ponga en cuestión y que caiga su 'alter ego', García Egea. Habrá más capítulos y rodará más de una cabeza. Aún no se sabe la de quién o las de quiénes.
"Que no nos usen, que no nos metan en un lío", replicaba la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, desde la sala de prensa del Consejo de Ministros al ser preguntada por las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, en las que señalaba que el equipo de Pablo Casado había utilizado un dosier elaborado por la Moncloa para hundirla. El propio líder del PP desmintió esta información y corroboró la llamada que desveló El Confidencial entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Cuando el dos del PP llama en septiembre a Félix Bolaños, con el que le une una relación de amistad por las negociaciones para renovar el CGPJ, le pregunta si les había llegado un informe con documentos sobre un contrato de la Consejería de Sanidad con la empresa de un amigo del hermano de Ayuso y con datos bancarios y fiscales de este. La respuesta es tajante: "No hay nada de eso".
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