Iglesias y Montero, en el juicio sobre el acoso a sus hijos: "Fue enormemente angustioso"

Pablo Iglesias e Irene Montero comparecieron este miércoles como testigos en el juicio contra un periodista de 'Okdiario' por el presunto acoso a dos de sus hijos en noviembre y diciembre de 2019. La Fiscalía pide un año de cárcel para Alejandro Entrambasaguas, quien defendió que su único objetivo era investigar la supuesta "guardería ilegal" de la que hacían uso. El exvicepresidente y la ministra de Igualdad, que están personados como acusación particular y piden dos años de cárcel para él, destacaron las "insistentes llamadas" del periodista a la cuidadora y sus "vigilancias" frente a la guardería: "Fue enormemente angustioso", denunció Iglesias.

En su escrito de acusación, la Fiscalía sostiene que Entrambasaguas "hostigó a los dos hijos menores del Sr. Iglesias y la Sra. Montero (...) cuando los mismos contaban con 17 meses de edad". El Ministerio Público destaca para ello sus visitas a la guardería durante cuatro días a finales de 2019: "Provocó un cambio en las rutinas de los menores, tanto en los horarios, lugar de entrega y recogida, como en el lugar de ocio de los mismos, al dejar estos de salir al exterior de la vivienda por temor a no ser capaces de preservar su seguridad e intimidad, incluso en la elección de la persona que debía atenderlos, ya que finalmente la Sra. decidió cesar en el cuidado de estos".

Entrambasaguas, que respondió a las preguntas de todas las partes, trató de justificar estas visitas y llamadas como parte de una investigación para saber si Iglesias y Montero llevaban a sus hijos a "una guardería clandestina". Según explicó, la sospecha partía de un correo electrónico anónimo que recibieron en octubre de 2019. Tras responder al mismo, descubrieron que se trataba del presidente de la comunidad de vecinos donde se encontraba esta guardería: "Decidimos ponernos a investigar".

El artículo sobre la guardería nunca llegó a publicarse, pero él sostiene que la Comunidad de Madrid les confirmó que "trabajaba al margen de la ley". La cuidadora, que también compareció como testigo, sostuvo por su parte que jamás le han abierto un procedimiento y que sigue dedicándose al cuidado de niños en el mismo lugar.

TE PUEDE INTERESAR

Orden de alejamiento para el hombre al que Iglesias y Montero acusan de acosarles

EFE

"Yo dejé de ir a dos parques y a la zona de abajo de mi casa", explicó la cuidadora sobre lo ocurrido en noviembre y diciembre de 2019. Tanto Iglesias como Montero siguieron la misma idea durante sus testificales: "Miedo, angustia, ansiedad... Veíamos que no paraba", dijo ella. "Llegó a estar puerta con puerta con mis hijos dentro". "El tema está todo el rato presente, encima de la mesa". Iglesias, que se topó con el periodista uno de los días, expuso un relato similar: "Yo tenía escolta, pero mis hijos no".

Las cuatro visitas

La Fiscalía centró su interrogatorio en las visitas de Entrambasaguas a la guardería. La primera de ellas se produjo el 7 de noviembre, cuando, según el escrito de acusación, "entabló conversación con los vecinos hasta conseguir que una de ellas le facilitase el teléfono de la cuidadora". Pero el periodista insistió en que "el portal completamente abierto" y en que acudió sin problema hasta el piso en cuestión: tocó el timbre y, al preguntar por la guardería, una mujer le negó la existencia de dicho negocio desde el otro lado de la puerta. Minutos después, al abandonar el lugar, se encontró entonces con una vecina que una vez más le dijo que sí había una guardería.

"Me confirma que hay una guardería y me da el teléfono de la cuidadora", explicó. "Le doy mi nombre completo y mi teléfono". Entrambasaguas en ningún momento se identificó como periodista, sino que le dijo que tenía "una sobrina" y estaba interesado en contratar a la cuidadora: "Si yo voy diciendo por ahí que soy periodista de investigación, se me acaba la investigación", se justificó durante el interrogatorio. El 14 de noviembre, de hecho, también evitó identificarse como reportero ante un policía nacional que le vio merodeando por los alrededores de la guardería: "Yo no le niego ser periodista, yo lo que le digo es que soy estudiante de Derecho".

En esta segunda visita del 14 de noviembre, Entrambasaguas llegó a cruzarse con el propio Iglesias. Según explicó, quería saber "si era verdad o no que hacía uso de ese servicio presuntamente ilegal", por lo que se presentó en el lugar a la hora a la que él dejaba a sus hijos. "Efectivamente, en torno a las nueve de la mañana, llega Pablo Iglesias. Se baja del coche junto a sus hijos y entra en el portal". "Yo ni me bajo del coche ni tomo ninguna fotografía". "Es que ni me muevo". "Yo cojo y me voy". El coche, sin embargo, no pasó desapercibido para la escolta del exvicepresidente y, poco después, ya alejado de la urbanización, el mencionado policía le pidió identificarse.

La tercera visita se produjo la tarde 26 de noviembre. "Vuelvo en este caso con un compañero del equipo de multimedia", se defendió el periodista. En esta visita quería grabar "un vídeo de corta duración" para "explicar el desarrollo de la investigación". En su escrito de acusación, la Fiscalía subraya las consecuencias de esta visita: "Acudió a la citada urbanización, portando equipos y dispositivos de grabación, siendo alertada la Sra. por los vecinos, motivo por el cual la misma decidió no bajar al parque con los menores, alertando al servicio de seguridad, los cuales dieron cuenta a la Guardia Civil para que identificaran al acusado y protegieran a los menores".

"Lo único que nos quedaba era hablar con una de las protagonistas de este reportaje, con la cuidadora ilegal"

El interrogatorio concluyó entonces con su última visita del 3 de diciembre. "El acusado vuelve al domicilio de la Sra., llamando más de siete veces al telefonillo de la misma, siendo de nuevo alertados los escoltas del Sr. Iglesias y la Sra. Montero, quienes para velar por la seguridad e intimidad de los hechos se personaron en el lugar, abandonando la urbanización el acusado", sostiene el escrito de la Fiscalía. Frente a esta tesis, Entrambasaguas se mostró tajante: "Lo único que nos quedaba era hablar con una de las protagonistas de este reportaje, con la cuidadora ilegal". "Yo tenía que hablar con esta señora". "Me persono nuevamente para ver si puedo hablar con ella".

No conforme con sus argumentos, la Fiscalía mantuvo al final del juicio su petición de un año de cárcel para Entrambasaguas , así como la "prohibición de comunicación por cualquier medio y aproximación a menos de 500 metros durante el plazo de dos años respecto de los menores". La letrada de Montero e Iglesias hizo lo propio y confirmó su petición de dos años de cárcel, mientras que su defensa solicitó la absolución: "Lo que ha quedado acreditada es una actuación ponderada y respetuosa", defendió el abogado. En el uso de su derecho a la última palabra, Entrambasaguas quiso entonces subrayar una última idea: "El objeto de la investigación jamás han sido los menores".