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Cómo se aprendió a nombrar volcanes en Canarias y cómo se llama (y llamará) el de La Palma
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Cómo se aprendió a nombrar volcanes en Canarias y cómo se llama (y llamará) el de La Palma

Las opciones para llamar al nuevo volcán de La Palma son varias, y van desde el término Cabeza de Vaca, por la propia geografía de la isla, a Jedey o Tajogaite, topónimos guanches

Foto: El volcán de La Palma, conocido por el momento por el nombre de Cumbre Vieja (EFE)
El volcán de La Palma, conocido por el momento por el nombre de Cumbre Vieja (EFE)

¿Contexto cultural o consenso científico? Históricamente, ha sido más bien el primer factor el que ha determinado los nombres de los volcanes surgidos en las islas Canarias, un archipiélago en el que cada isla es "un edificio volcánico" independiente que se eleva desde un fondo marino de los más antiguos del Atlántico, de acuerdo con cómo se describe a estos territorios insulares de España en una guía geológica de parques nacionales editada en parte por el Instituto Geológico y Minero de España, que se integra en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La tradición, además, también tiene su peso sobre todo en lo que se refiere a las denominaciones que pasan de generación en generación, y que hacen que sea raro el volcán canario al que se hace referencia con un único nombre.

Tal y como se puede apreciar en el listado de erupciones que tuvieron lugar en La Palma antes del despertar del Cumbre Vieja y que recopila el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en un documento sobre volcanología, la mayor parte de los conos volcánicos surgidos en las islas Canarias responden a distintos términos, acuñados popularmente en su mayoría e influenciados ya sea por la zona o el tipo de terreno por el que discurrió en su momento el magma o por el guanche, la lengua que hablaron los primeros canarios que se asentaron en las islas y cuyos términos han desaparecido en su mayoría, pero hay muchos topónimos —aquellos términos que se utilizan para nombrar lugares de la geografía— que se han conservado intactos hasta el día de hoy, según recoge la Universidad de Las Palmas Gran Canaria (ULPGC) en su página web al hablar de los guanchismos en un diccionario de toponimia de Canarias.

Foto: Foto: Reuters.

La Caldera de Taburiente, por ejemplo, un Parque Natural de naturaleza volcánica que se encuentra ubicado en el municipio de El Paso, el mismo en el que ha surgido este nuevo volcán que lleva expulsando magma desde el 19 de septiembre, es para la ULPGC un topónimo de "indudable" origen guanche que tiene semejanzas con voces del bereber y que provendría de un término parecido que se usaba antiguamente en La Palma para hacer referencia al pequeño llano que hay en la parte más profunda de la cabecera de la caldera. En este sentido, el guanche también podría influenciar el nombre del nuevo volcán que, hasta la fecha, se ha venido a definir como el Cumbre Vieja por la denominación del entorno en el que se integra la erupción: el Parque Natural de Cumbre Vieja, en el que se enmarca la conocida turísticamente como ruta de los volcanes por ser este precisamente el espacio en el que se han dado los últimos ocho episodios de actividad eruptiva de la isla.

Lo cierto es que, en sintonía con lo que detallan también desde el IGN, muchos terrenos volcánicos de la Tierra se han convertido en Parques Nacionales "por la relevancia de sus paisajes o sus singularidades volcánicas". El primero que fue declarado en el mundo fue el de Yellowstone en 1872 y, en las islas Canarias, el Teide y la Caldera de Taburiente se convirtieron en Parques Nacionales en el año 1954. Aunque cabe puntualizar que el entorno del Cumbre Vieja responde a la denominación de Parque Natural, esa distinta protección del ecosistema no impide que por el propio terreno en el que se encuentra el nuevo volcán haya sido bautizado por el momento con el nombre de Cumbre Vieja, de forma un tanto incorrecta por el hecho de que todavía no es una denominación consensuada o asentada por el paso del tiempo.

De hecho, en el futuro más cercano es bastante probable que cambie el nombre con el que se haga referencia a él por, por ejemplo, el topónimo del área en el que se inició la erupción: la zona de Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso. En la última erupción que se había dado en la Palma hasta la fecha en el año 1971, el volcán recibió el nombre de Teneguía por un roque situado cerca del punto en el que nació "y que fue llamado así por los antiguos palmeros", explican en su página web la Asociación Volcanes de Canarias. "El roque tenía inscripciones que aún se conservan, ya que el volcán respetó aquello que le dio nombre y lo dejó intacto", apuntan también. Otra opción para llamar en el futuro al nuevo volcán sería Tajogaite, que en sintonía con lo que destacan en 'La provincia' es el punto en el que surgió la primera grieta por la que salió a la superficie el material magmático y significaría Montaña Rajada. Tal y como señalan desde la ULPGC, se trata de un topónimo "típicamente guanche" y con el que se define una de las zonas de La Palma.

El volcán que surgió en 1971 se llamó Teneguía por un roque situado cerca del punto en el que nació, llamado así por los antiguos palmeros

Por su parte, al volcán previo que nació en el año 1949, "uno de los conos volcánicos más representativos" de la ruta de volcanes que promociona a nivel turístico las islas Canarias, se le conoce por varios nombres influenciados ya sea por la zona en la que se originó o, incluso, por la festividad cercana a la fecha en la que empezó a expulsar magma. "El de El Duraznero comenzó dándosele por el lugar donde se inició la erupción y se abrió el primer cráter en 1949; el de Nambroque, por haberse producido cerca de ese vértice el cráter de Hoya Negra poco después (tal vez, con más razón, se debía denominar de esta última forma); el de Las Manchas, por haber sido esta zona la más perjudicada e inundada por la lava del otro cráter del Llano del Banco; y el de San Juan, por haberse iniciado en este día, 24 de junio, del indicado año de 1949", se explica en una revista editada en 1960 y que se puede consultar en el sitio web de El Museo canario.

Tal y como confirma el autor Juan María Bonelli Rubio en al menos dos publicaciones a las que se puede acceder desde el IGN, por "iniciativa popular" y dado que se celebraba ese 24 de junio la festividad en honor a San Juan, una de las denominaciones que recibió el volcán de 1949 fue precisamente esta, aunque si se adopta el nombre del "aparato eruptivo afectado" se hablaría del volcán del Nambroque.

El Cumbre Vieja podría llamarse Jedey

La propia palabra volcán procede, en parte, de un término asociado a un punto de la geografía mundial. El término nació asociado a Vulcano, el nombre mitológico del dios del fuego de los romanos y que moraba, según sus creencias, en las profundidades de las islas Eoilas (Italia), concretan en una publicación localizada en la página del Instituto Geológico y Minero de España. En 1888 la erupción del volcán Vulcano, ubicado en una isla del mismo nombre integrada en el archipiélago de las Eolias, marcó el inicio de la nomenclatura volcánica mundial. El sismólogo y vulcanólogo italiano Giuseppe Mercalli, que fue también director del observatorio del Vesubio, volcán que provocó la destrucción de Pompeya, estudió la erupción en directo y a él se le deben la acuñación de los nombres de varios tipos de erupciones: vulcaniana, estromboliana y pliniana, las dos primeras referidas precisamente a dos islas de las Eolias.

Volviendo de nuevo a la actualidad, aparte de los nombres de Cumbre Vieja, Cabeza de Vaca o Tajogaite, el nuevo volcán podría ser bautizado también con la denominación de Jedey, un nombre guanche a propuesta del geólogo canario Francisco García-Talavera. Este topónimo se corresponde con una de las zonas cercanas a la erupción y que se integra dentro de los márgenes del municipio de Los Llanos de Aridane, según informan desde La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. También hay un accidente geográfico, la Montaña de Jedey, que se apropia de ese término y se cree que el topónimo podría derivar del nombre del antiguo capitán de aquel territorio y jefe del segundo señorío de la isla.

Desde el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) han querido apostar también por el nombre de Tajogaite, como ha hecho parte de la prensa local de las islas, para tener en cuenta "el legado aborigen y el lugar en el que se inició este proceso eruptivo". No obstante, la entidad se inclina por mantener la tradición popular que ha influenciado hasta ahora los nombres de los volcanes y estima oportuno que "la última palabra" la tengan los palmeros y palmeras de la isla, que serán con bastante probabilidad los encargados de elegir en el futuro cómo quieren denominar a este volcán tras la erupción.

¿Contexto cultural o consenso científico? Históricamente, ha sido más bien el primer factor el que ha determinado los nombres de los volcanes surgidos en las islas Canarias, un archipiélago en el que cada isla es "un edificio volcánico" independiente que se eleva desde un fondo marino de los más antiguos del Atlántico, de acuerdo con cómo se describe a estos territorios insulares de España en una guía geológica de parques nacionales editada en parte por el Instituto Geológico y Minero de España, que se integra en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La tradición, además, también tiene su peso sobre todo en lo que se refiere a las denominaciones que pasan de generación en generación, y que hacen que sea raro el volcán canario al que se hace referencia con un único nombre.

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