Es noticia
Génova ve ánimo de tregua en Ayuso y confía en que dure tras la convención nacional
  1. España
EVITAN EL CHOQUE DE TRENES

Génova ve ánimo de tregua en Ayuso y confía en que dure tras la convención nacional

La confirmación de que la presidenta estará en la cita del PP evita el choque de trenes. Los tambores de guerra paran y la dirección cree que el debate sobre el liderazgo también amainará

Foto: Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado y José Luis Martínez-Almeida. (EFE)
Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado y José Luis Martínez-Almeida. (EFE)

La crisis desatada por el control del PP de Madrid había reventado las costuras del partido por completo. Hasta el punto de que muchos dirigentes veían la situación “irreconducible”, asumiendo que la batalla entre Génova y la Puerta del Sol opacaría por completo la convención nacional del partido, con todos pendientes de si la dirigente madrileña llegaría a tiempo o no. De ahí el interés de muchos de ellos, también de la dirección nacional, por que se aclarara cuanto antes la agenda de Isabel Díaz Ayuso. Ahora que se ha confirmado su presencia en Valencia, incluida la cita con el resto de presidentes autonómicos el primer sábado de octubre, la cúpula popular percibe aires de tregua, y confía en que se prolongarán en el tiempo, más allá del cónclave.

“Las cosas ahora se calmarán, incluso después de la convención”, auguran en Génova y en otros sectores del PP madrileño, incluido el entorno de Cibeles, convencidos de que la situación ha llegado demasiado lejos y urge destensar las relaciones. En el partido, desde diputados a alcaldes de municipios madrileños, llevaban semanas dándose cabezazos contra la pared sin entender cómo “en el mejor momento de Casado, con las encuestas al alza”, se había llegado a esta situación. “Esto no puede seguir así. Tienen que parar”, coincidían. Terminar con el runrún sobre la asistencia de la madrileña y la confirmación de que estará en la foto de unidad con los barones territoriales apoyando a Casado evitan, por ahora, el choque de trenes.

Foto: Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Después de semanas de tiranteces y desencuentros públicos (Ayuso insistiendo en que habría que adelantar el congreso regional contra el criterio de Génova, Casado sin confirmarla como candidata y Almeida dejando abierta la posibilidad de competir con la presidenta), algo empezó a moverse en la Puerta del Sol el jueves pasado. Primero fue una reunión con los diputados en la que Ayuso arengó a sus filas, priorizando el papel de la convención: “Hay que ayudar a Pablo a llegar a la Moncloa”. Y ahora, la noticia de que recortaría su agenda en Estados Unidos, como publicó este medio, prueba de que los tambores de guerra dejan de sonar con tanta fuerza.

Fuentes de la Puerta del Sol aseguran que en los últimos días han mantenido contactos con la dirección nacional para comunicar que, tras hacer un encaje de bolillos con las distintas reuniones agendadas, Ayuso podrá estar en la capital valenciana. En Génova, la satisfacción es evidente, aunque insisten en enmarcar el movimiento en “la normalidad” de que todos los pesos pesados de la formación vayan a acudir a una cita que para Casado es el punto de inflexión que lanzará su alternativa a Sánchez.

Las encuestas siguen en la buena dirección, pero como alertó la publicada recientemente por este diario en su nuevo Observatorio Electoral, el PSOE empieza a recortar distancias con el PP, que sigue como primera fuerza. En este contexto cambiante y sabiendo que los suflés en política tienden a desinflarse, el partido reclama unidad por encima de todo. En el caso de la madrileña, insisten fuentes de la comunidad y alcaldes de municipios importantes, con más motivo todavía, al haberse convertido en el gran reclamo dentro de los votantes del PP.

La tensión entre los equipos de Casado y Ayuso, como ha ocurrido en otras ocasiones, no ha dejado de crecer. Ambos asumen que son agua y aceite, pero en Génova se muestran optimistas pensando en que la tregua que ahora empieza devolverá el protagonismo a la convención y sus participantes, que aún no se han hecho públicos. Fuentes de la cúpula aseguran que el programa será “muy potente” y existe un cierto alivio al pensar que ya no será Ayuso quien tenga el protagonismo completo. Antes del fin de semana en Valencia, Casado visitará cinco ciudades en las que estarán personalidades del mundo económico, de la sociedad civil, los expresidentes Aznar y Rajoy y dirigentes de la formación, además de presidentes autonómicos. El sábado, todos ellos (también los líderes del PP en cada autonomía que están en la oposición) compartirán un acto y ya el domingo, en la plaza de toros, el presidente cerrará el evento con un discurso mirando a las generales de 2024 (si no hay adelanto).

Foto: Isabel Díaz Ayuso, Esperanza Aguirre y Pablo Casado. (EFE)

Y la idea, insisten en Génova, es que el armisticio con Sol dure un poco más. Entienden que, en vista de lo ocurrido, el entorno de Ayuso debe saber que no es momento de alimentar el debate sobre el liderazgo. El congreso de Madrid no se adelantará, como publicó este diario. Se celebrará en primavera y en ningún caso la dirección piensa acortar los tiempos, como reclama la presidenta regional y precandidata a presidir el PP madrileño. Está por ver si en Sol comparten esa idea o si al pasar la convención retomarán el órdago. Lo cierto es que el gesto de la semana pasada de Ayuso, cerrando filas con Casado y mostrando su voluntad de relajar el pulso, supuso un bálsamo internamente. El ambiente en los pasillos de la Asamblea comenzaba a relajarse y los diputados populares apuntaban a la necesidad de apaciguar.

La gira estadounidense

Tras idas y venidas, Ayuso estará en la recta final de la convención. Fuentes de su entorno aseguran que aún siguen cuadrando todos los encuentros de una ruta que llevaban trabajando desde hace meses, pero su presencia en Valencia ya está garantizada, "aunque llegue sin dormir" tras una semana entre Washington y Nueva York. Lo que sí aseguran en su entorno es que en las conversaciones recientes con la dirección no ha habido referencias a las disputas televisadas de las tres semanas previas, ni tampoco a los propios plazos previstos para el congreso.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Ayuso no ha cambiado el fondo de sus intervenciones, ni tampoco su equipo. Y, de hecho, siguen enfatizando que es necesario acercar al máximo las elecciones internas. Pero lo que sí ha habido es un cambio notorio en la intensidad de sus consignas y apariciones públicas, defendiendo sin fisuras la importancia de la convención de principios de octubre.

En las filas madrileñas no sentaron bien los más de 15 días de reproches públicos ni la imagen de fricción que estaban trasladando las dos partes. Alcaldes, parlamentarios regionales y hasta integrantes de su propio Gobierno apostaban por ella como la mejor candidata para presidir el partido, pero ponían en duda las formas empleadas y la aparente decisión de ir al choque con Génova. "No tiene sentido", insistían, y se negaban a aceptar una nueva lucha fratricida entre sus dirigentes cuando todas las tendencias son favorables para sus siglas.

La crisis desatada por el control del PP de Madrid había reventado las costuras del partido por completo. Hasta el punto de que muchos dirigentes veían la situación “irreconducible”, asumiendo que la batalla entre Génova y la Puerta del Sol opacaría por completo la convención nacional del partido, con todos pendientes de si la dirigente madrileña llegaría a tiempo o no. De ahí el interés de muchos de ellos, también de la dirección nacional, por que se aclarara cuanto antes la agenda de Isabel Díaz Ayuso. Ahora que se ha confirmado su presencia en Valencia, incluida la cita con el resto de presidentes autonómicos el primer sábado de octubre, la cúpula popular percibe aires de tregua, y confía en que se prolongarán en el tiempo, más allá del cónclave.

PP de Madrid Isabel Díaz Ayuso Pablo Casado
El redactor recomienda