La defensa de Juan Carlos I alegará que UK no tiene jurisdicción para juzgarlo por acoso

Los abogados del despacho Clifford Chance, contratado por Juan Carlos I para hacer frente a la demanda por acoso planteada contra él en Londres por su antigua amante Corinna Larsen, alegarán que los tribunales de Reino Unido no tienen jurisdicción para conocer el caso porque el monarca no tiene nacionalidad británica ni reside en ese país. Su defensa usará este argumento en la audiencia o vista previa que se celebrará en las próximas semanas para decidir si sigue o no adelante la tramitación del procedimiento, según han explicado a El Confidencial fuentes próximas a la causa.

Corinna presentó la demanda en diciembre de 2020, aunque su existencia no fue hecha pública por la Justicia británica hasta el pasado julio. Como reveló este diario, Juan Carlos I ha elegido a Clifford Chance, uno de los bufetes más caros y grandes del mundo, para que le represente específicamente en este caso. La empresaria atribuye al monarca y también al Centro Nacional de Inteligencia una presunta “vigilancia ilegal” y declaraciones difamatorias contra ella por su negativa a devolver al Rey emérito los 65 millones de euros que este le donó en 2012, y reclama que se le imponga a su expareja una orden de alejamiento de al menos 150 metros y una indemnización económica por daños y perjuicios.

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La estrategia de los letrados de Juan Carlos I pasa por lograr el archivo automático del caso exponiendo ante en el alto tribunal de Justicia de Londres que este órgano ni siquiera es competente para dirimir el asunto porque el Rey emérito tiene nacionalidad extranjera y nunca ha vivido en suelo británico y que, en cualquier caso, la legislación española le otorgó la condición de inviolable hasta 2014, por lo que no puede ser enjuiciado por ningún hecho cometido antes de ese año, ni siquiera en Reino Unido. A su juicio, la demanda solo podría ser planteada en España y siempre que estuviera relacionada con acontecimientos posteriores a su abdicación.

Los argumentos serán expuestos oralmente por los abogados de Clifford Chance en una audiencia previa en la que también se escucharán los argumentos de los letrados de Corinna razonando justo lo contrario. La demanda se refiere efectivamente a hechos que habrían comenzado en 2012, cuando el monarca aún gozaba de plena inmunidad, pero el supuesto acoso descrito en la reclamación se habría prolongado “hasta el presente”. Además, la empresaria reside en Londres y tiene nacionalidad británica, por lo que concurrirían elementos objetivos por los que el caso pueda ser dirimido en ese país.

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El caso amenaza con provocar una crisis bilateral. Otro factor que será relevante en la disputa sobre la jurisdicción es que gran parte de los supuestos ataques denunciados se habrían producido en la propia capital británica. La antigua pareja del Rey sostiene, por ejemplo, que el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia Félix Sanz Roldán se reunió con ella en 2012 en una habitación del hotel The Connaught de Londres y las amenazó expresamente a ella y su familia. El propio Sanz Roldán admitió el pasado enero en Plaza de Castilla, en un juicio contra el comisario Villarejo del que este salió absuelto, que mantuvo esa reunión con Corinna, pero prefirió no pronunciarse sobre el contenido de esa conversación.

En agosto de 2020, Corinna adelantó en una entrevista concedida a la BBC su intención de demandar al Rey. "El acoso nunca ha cesado, si acaso se ha intensificado. Hablaremos de esto en los procesos que se celebrarán en Reino Unido. El caso tratará todos los elementos de la campaña de abuso. Juan Carlos será el acusado, pero quizá no sea el único", afirmó entonces.

Aparte del caso de Londres, el monarca se enfrenta a otras tres diligencias abiertas por la Fiscalía del Tribunal Supremo por asuntos relacionados con su fortuna oculta. El abogado que le representa en estos tres procedimientos es, desde marzo de 2020, Javier Sánchez-Junco, antiguo fiscal anticorrupción. Asimismo, un fiscal del cantón de Ginebra, Yves Bertossa, investiga desde agosto de 2018 la circulación de dinero opaco del monarca por al menos dos bancos helvéticos, Credit Suisse y Lombard Odier.