El CGPJ descarta una dimisión en bloque: "Incumpliríamos la ley"

Los vocales del Consejo General del Poder Judicial descartan de forma radical una dimisión en bloque destinada a forzar la renovación más atascada de la historia de la democracia. Según señalan fuentes del órgano de gobierno de los jueces, abandonar el CGPJ en un momento en que la negociación entre el PSOE y el PP se ve aún lejana no solo supondría un incumplimiento de la ley, sino que equivaldría a asumir como propio un problema que es ajeno. Sería algo así como ejecutar una transferencia de culpa en la responsabilidad del retraso que corresponde exclusivamente a los partidos, que se han mostrado incapaces hasta el momento de cerrar un pacto.

Una de las fuentes consultadas emplea una comparación para explicar la postura de la gran mayoría de los miembros de la institución. "Cuando se celebran elecciones, el Ejecutivo saliente permanece en funciones hasta que se constituyen las Cámaras y el Congreso aprueba la investidura de un nuevo presidente. Esa interinidad evita un vacío de poder. Algo similar, pero a distinta escala, sucede con el Consejo General del Poder Judicial, que se ocupa del gobierno de los jueces. Abandonar supondría dejar a su suerte tanto a estos como a la ciudadanía", asegura.

De hecho, para evitar ese vacío, la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) especifica en su artículo 570.2 que si ninguna de las dos Cámaras que deben designar por mayoría cualificada a los 20 vocales de la institución lo hubiera efectuado en el plazo legalmente previsto, "el Consejo saliente permanecerá en funciones hasta la toma de posesión del nuevo". "No es algo opcional, es un mandato legal", indican. Comparten esta opinión vocales de todos los sectores, incluidos los pertenecientes a Juezas y Jueces para la Democracia, la asociación que está reclamando la dimisión de los miembros del órgano como solución a su no renovación.

En la LOPJ, evitar el vacío resulta fundamental. La mención no se reduce al artículo citado, sino que especifica cómo deben remediarse posibles bajas. Establece así mecanismos para que los vocales sean sustituidos automáticamente en caso de cese anticipado, de modo que siempre haya 20. En los últimos años, este precepto se ha aplicado, por ejemplo, para cubrir las vacantes del ahora ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, reemplazado de forma automática por el siguiente en el listado de sustitutos que aprobaron las Cortes para este mandato.

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Es más, la norma fija un quórum mínimo para que el Consejo pueda tomar decisiones, pero no regula qué sucede si no se alcanza. Se requieren 10 vocales más el presidente para que el pleno pueda adoptar decisiones y fija la presencia de los siete miembros de la Comisión Permanente para que la Disciplinaria pueda actuar. Es decir, en caso de desbandada por goteo, no se podría sancionar a los jueces que cometen alguna infracción.

Vocales consultados agregan también que la dimisión en bloque de los actuales miembros del órgano vendría a sumar otra irresponsabilidad a la que ya están protagonizando socialistas y populares, que desoyen desde hace 29 meses la obligación de renovar el CGPJ a los cinco años de mandato. De hecho, las fuentes consultadas ven en la difusión de esta posibilidad un interés velado del Ejecutivo en empujar a que algo así suceda. "La fórmula permite endosar el asunto a otros" y dar así a entender que la incapacidad para renovar "ya no sería de unos cuantos incapaces para hacer política, sino del Consejo".

Opinión

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En nada ha ayudado el cruce de declaraciones efectuado tras el discurso del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, durante la apertura del año judicial. Por parte del Gobierno, la ministra de Justicia, Pilar Llop, lanzó este lunes nuevas críticas al PP, aunque abrió una ligera posibilidad de aceptar la reforma que exige el PP y que supondría la elección directa por parte de los jueces de 12 de los vocales. Casado ha aligerado, por su parte, sus líneas rojas admitiendo que la renovación actual mantenga el sistema que viene empleándose y abriéndose a la negociación si aprecia un gesto tangible por parte del PSOE, traducido en la presentación de una proposición de ley firmada por ambas formaciones. Pero ambos continúan endosándole las culpas al contrario.

Las funciones

Una deserción de los vocales del CGPJ y de su presidente supondría la paralización de multitud de funciones técnicas que ejerce el Consejo y que permiten que los tribunales de todo el territorio nacional continúen adelante. Hay mucho más allá de los nombramientos de cargos que le fueron vetados por la última iniciativa legislativa de la coalición.

Sobre el CGPJ recaen cuestiones como la inspección de los tribunales, las medidas de refuerzo de los juzgados, el régimen disciplinario, la Escuela Judicial o la tramitación de bajas por enfermedad, permisos y licencias. "No se puede dejar tirada a la carrera judicial, porque estarías dejando tirado al ciudadano", indica una de las fuentes. Otro vocal concluye: "Algo así destrozaría la institución abandonándola en su momento más complicado".