La virulencia de la variante delta obliga a ampliar el objetivo del 70% de vacunados

La alta capacidad de contagio de la variante delta y su rápida expansión por España —la mutación se encuentra ya tras el 77% de los casos detectados— obligan a incrementar el umbral del 70% para conseguir la inmunidad de grupo, como ya habían advertido los expertos y como esta tarde ha reconocido la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. "Llevamos semanas repitiendo que ese hito del 70% era un objetivo intermedio. La meta no está ahí", ha defendido, si bien no ha concretado cuál sería la nueva cifra que habría que alcanzar. Calzón, además, ha avanzado que a finales de semana llegará, probablemente, una de las remesas extra de Pfizer, tras la compra adicional de 3,4 millones de dosis cerrada la semana pasada.

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"El objetivo de España es vacunar lo antes posible y alcanzar las coberturas más amplias en cada cohorte de edad", ha explicado Calzón ante una realidad, la de la virulencia de la variante delta, que está poniendo contra las cuerdas uno de los conceptos que han acompañado la evolución de la pandemia, el de la inmunidad de grupo y la posibilidad real de alcanzar un umbral que garantice frenar la transmisión. Precisamente, el pasado viernes trascendía un informe de las autoridades sanitarias de Estados Unidos en que advertían de que esta mutación del covid es tan contagiosa como la varicela. Si de media una persona infectada con la cepa original transmitía la enfermedad a otras dos o tres, ahora podrían ser nueve.

Por eso, Calzón ha remarcado que la clave para cortar la transmisión —la única fórmula no solo para frenar el avance de la enfermedad, también para evitar la aparición de nuevas cepas— es vacunar. "La inmunidad de grupo es un concepto dinámico, que depende de las variantes, de la movilidad, del ritmo de vacunación en otros países", ha enumerado la secretaria de Estado para ilustrar la complejidad de determinar un umbral que garantice frenar la transmisión del virus.

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Calzón, además, ha detallado que de los 3,4 millones de dosis extra de Pfizer que llegarán este agosto para acelerar el ritmo de vacunación, 1,15 lo harán "previsiblemente" a finales de esta misma semana. El presidente, Pedro Sánchez, anunció el pasado viernes en Salamanca esta compra adicional, un movimiento además para aplacar las múltiples críticas que desde las autonomías del PP se venían sucediendo sobre la falta de dosis y la imposibilidad de alcanzar los objetivos previstos.

La secretaria de Estado, eso sí, no ha querido ofrecer más detalles sobre esta última adquisición, en concreto, sobre los precios pactados con la farmacéutica. Calzón, a este respecto, ha apuntado que la operación, al igual que todas las firmadas hasta ahora, se ha hecho dentro de los acuerdos de compra en el seno de la Comisión Europea. Además, ha explicado que en este foro España siempre ha mantenido una actitud "alerta" ante la posibilidad de cerrar o pactar adelantos que permitan dar un empujón a la campaña de inmunización, como ha sucedido en este caso.

Con estas dosis extra, el Gobierno repartirá a lo largo de la semana 3,7 millones a las comunidades: 2,8 millones de Pfizer y 913.000 de Moderna. Además, como ya anunció Sanidad, la distribución a lo largo de este mes de agosto se hará de tal forma que se compensará a aquellas regiones que al principio de la campaña recibieron menos dosis al no tener grandes grupos de población mayor, el colectivo por el que se priorizaron los pinchazos.