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Manuel Pizarro apuntaló los indicios contra Iberdrola: "Es real. Son llamadas de mi casa"
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denunció coacciones por la opa a endesa

Manuel Pizarro apuntaló los indicios contra Iberdrola: "Es real. Son llamadas de mi casa"

El expresidente de Endesa Manuel Pizarro enmarcó el espionaje a que presuntamente le sometió Iberdrola en las maniobras para obligarle a aceptar la opa hostil contra su compañía, entre 2004 y 2007

Foto: Manuel Pizarro, el pasado 7 de julio, en un curso de verano de la Universidad Complutense. (EFE)
Manuel Pizarro, el pasado 7 de julio, en un curso de verano de la Universidad Complutense. (EFE)
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Manuel Pizarro, una de las presuntas víctimas de los espionajes de Iberdrola, ratificó ante el instructor del caso Tándem, el juez Manuel García-Castellón, que los informes que Villarejo entregó a la eléctrica sobre su vida privada incluían datos personales reales e información de conversaciones telefónicas que efectivamente mantuvo con autoridades, amigos y familiares. También manifestó que los supuestos encargos de Iberdrola habrían coincidido con el periodo (2004-2007) en que la compañía que presidía en ese momento, Endesa, era objeto de una opa hostil.

Las diligencias del caso ya han acreditado de forma indiciaria que, como adelantó El Confidencial en octubre de 2019, Iberdrola pagó precisamente en esos años al comisario de la Policía Nacional para financiar el proyecto BlackBoard (pizarra, en inglés) o B-B, una investigación clandestina que tenía como objetivo “buscar puntos oscuros” y otros datos comprometedores sobre Pizarro, máximo directivo de la principal competidora de la multinacional con sede en Bilbao. Para tratar de ocultar el encargo, Iberdrola habría abonado a Villarejo parte de los servicios a través de una tercera empresa, Casesa (Castellana de Seguridad SA), mediante facturas falsas.

Pizarro explicó durante su comparecencia, a cuya grabación ha tenido acceso este diario, que fue objeto de dos episodios de coacciones demostradas con sentencia firme durante los años del proyecto B-B, aunque admitió que nunca sospechó que tras esos ataques pudiera encontrarse Iberdrola y que siempre los relacionó con la opa hostil de Gas Natural sobre la eléctrica que presidía y su negativa a aceptar la oferta. “Cuando se hace una opa hostil, lo que se hace es intentar llegar a un acuerdo con el opado para ver cómo se puede hacer el trato. Pero, claro, si ese señor lo que le dice al accionista es que la oferta es insuficiente...”, relató Pizarro. “Sin hacer juicios de valor, lo normal es que, si el titular de la empresa no se aviene a lo que quieren los opantes, pues entonces se buscan otras pruebas de convicción. Y ahí me quedo”.

Pizarro profundizó a preguntas de la Fiscalía en cómo fue ese periodo. “Yo sabía, no soy un ingenuo, que cuando empieza la opa voy a tener problemas. A la semana, ya detectamos una persona que estaba siguiéndonos. Al poco tiempo, tengo dos sentencias firmes donde se condena por coacciones a personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se las traigo para que no pierdan el tiempo. Dos guardias civiles y tres miembros del Centro Nacional de Inteligencia identificados como tales”.

Foto: El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (EFE)
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Además, Pizarro relató que durante esos años fueron robados los ordenadores del jefe de Contabilidad de Endesa y de su jefe de Gabinete, “que estaban en la quinta planta de Endesa”. “Avisamos a la Policía y nos dijeron que los autores eran simples ladrones que buscaban ordenadores (…) Qué cosa más curiosa”, trasladó. En su opinión, Iberdrola podía tener interés en quedarse con las partes de Endesa que por cuestiones de competencia no podía absorber Gas Natural. El objetivo último, no obstante, era presionarle para aceptar las condiciones de la opa. “Hay toda una serie de actuaciones preparatorias para que alguien acceda a la voluntad del opante de vender por 21.000 millones en lugar de por 40.000 millones”, que fue el precio al que finalmente se cerró la venta de Endesa.

El representante del Ministerio Público le mostró a continuación los dosieres que Villarejo entregó a Iberdrola sobre su vida privada. Tras leerlos, aseguró que muchos datos eran falsos o simplemente procedían de recortes de prensa. “¿Cuentas en Ecuador? ¿Esto es mío también? Lo siento, pero no he tenido nunca nada fuera”, dijo Pizarro. “Yo solo tengo cuentas en Ibercaja”, declaró en otro momento. También dijo que en otros párrafos se le relacionaba con gente que ni siquiera conocía. “Esto es completamente falso”.

Sin embargo, Pizarro admitió que otra información de carácter personal proporcionada por el comisario a Iberdrola era auténtica, como detalles sobre su familia y amistades, y, sobre todo, una larga relación de llamadas telefónicas efectuadas y recibidas a través del número de su domicilio particular. “Vamos a ver… Banco de España... Jaime Caruana, pues habré hablado con él muchas veces, pues porque... porque somos amigos de colegio mayor. No sé cómo decirle. La relación es continua”, constató Pizarro. “La sociedad esta de César Alierta, pues sí tenía los teléfonos de él o de su esposa, que éramos amigos también de Zaragoza. Él tenía una sociedad de valores y yo otra. La relación era de amigos”, añadió, siempre con tono de sorpresa.

Foto: Ignacio Sánchez Galán. (Reuters)

El expresidente de Endesa llegó a reconocer en la lista de llamadas varios números de teléfono de familiares de su mujer. "Este es mi suegro, mi cuñada, un tío de mi mujer, otro tío de mi mujer... Estas llamadas sí que se han intervenido. Todo esto sí es real. Es real completo. Es toda la familia de mi mujer. Es real seguro". "Son llamadas de mi domicilio", subrayó. “Esta es una amiga de mi mujer. Sale mi hija. Un agente de bolsa amigo mío”, concluyó, ratificando que los datos sobre las llamadas contenían información auténtica.

El pasado viernes, el juez García-Castellón acordó imputar a Iberdrola Renovables como persona jurídica por un delito de cohecho, en relación con uno de los espionajes de Villarejo. Otras investigaciones encubiertas afectan directamente a la matriz, pero los pagos se produjeron antes de que entrara en vigor en 2010 la reforma legal que establecía la responsabilidad de las empresas.

No obstante, por el conjunto de los trabajos ordenados al comisario también están imputados el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; su exjefe de Gabinete Rafael Orbegozo; el actual número dos de la eléctrica, Francisco Martínez Córcoles, y el exdirector corporativo de Iberdrola España Fernando Becker. En estos casos, además de cohecho, también se les imputan delitos de falsedad documental y contra la intimidad de las personas. La declaración de Pizarro apuntaló la atribución de ese último delito.

Manuel Pizarro, una de las presuntas víctimas de los espionajes de Iberdrola, ratificó ante el instructor del caso Tándem, el juez Manuel García-Castellón, que los informes que Villarejo entregó a la eléctrica sobre su vida privada incluían datos personales reales e información de conversaciones telefónicas que efectivamente mantuvo con autoridades, amigos y familiares. También manifestó que los supuestos encargos de Iberdrola habrían coincidido con el periodo (2004-2007) en que la compañía que presidía en ese momento, Endesa, era objeto de una opa hostil.

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