Tomás y su ex hablaron cinco veces la noche en la que se llevó a las niñas de Tenerife

La Guardia Civil no ceja en su empeño de localizar a Anna y Olivia, de uno y seis años respectivamente. Está clara la autoría de la sustracción. Su padre, Tomás, se las llevó en contra del criterio de su madre. Entre los cientos de gestiones que está realizando la Benemérita, se encuentra lo más esencial, la declaración de la madre de las niñas, Beatriz. Su testimonio es esencial pues es ella quien da la voz de alarma: “Este martes 27, Tomás recogió a las niñas en mi casa a las cinco de la tarde. Entre mi exmarido y yo no existe convenio regulador ni sentencia judicial para las visitas de las niñas, y simplemente nos ponemos de acuerdo. Sobre las nueve de la noche me trasladé a casa de Tomás a por Anna y Olivia. Llamé a la puerta, pero allí no había nadie. Decidí llamar a Tomás a ver qué había pasado. Me dijo: 'Discúlpame, he salido a cenar con las niñas. Cuando acabemos te las acerco yo a tu casa'. Vi unos cuadros que había fuera de la casa. Los recogí y regresé a mi domicilio”. Beatriz no sospechó nada ni se puso nerviosa. Se trataba de un simple retraso. A esta hora, las 21:00, Tomás todavía no había llegado al puerto.

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Sin embargo, una hora después empezó a angustiarse al no tener noticias y no escuchar el motor del coche acercarse a su casa: “A las 22.00 no habían llegado y volví a llamar a Tomás”, continúa relatando Beatriz. “Esta vez me contestó de otra forma, me dijo abruptamente: 'No vas a volver a ver a las niñas jamás. Tampoco a mí. Yo me haré cargo de ellas para que estén bien cuidadas, no te preocupes, pero no vas a tener noticias nuestras jamás”. La llamada se corta y la madre de las dos pequeñas es un manojo de nervios. Tiene un mal presagio. “Me fui inmediatamente al cuartel de la Guardia Civil de Radazul para denunciar lo que estaba sucediendo. Desde allí volví a llamar a Tomás. Serían las 22.30 de la noche. Me cogió el teléfono y me respondió lo mismo que en la llamada anterior, que no iba a saber de ellos nunca jamás. 10 minutos después, a las 22.40 vuelvo a llamarlo nerviosa y él me repite una y otra vez lo mismo. Cinco minutos después vuelvo a llamar, pero esta vez el móvil me dio apagado”.

Todas estas comunicaciones se producen mientras que Tomás está ya en la mar, navegando y sin las niñas, ya que a través de las cámaras del puerto no se las ve embarcar. Beatriz insiste varias veces, pero el móvil está apagado: “Pude contactar con él otra vez sobre la 1.30 de la madrugada. Esta vez hablamos largo y tendido de nosotros, de nuestra relación, pero la comunicación terminó con el mismo mensaje: 'Me voy a ir lejos y no vas a volver a ver a las niñas', y colgó”.

Como es lógico, Beatriz, además de acudir al cuartel llamó a familiares y conocidos para tratar de dar con el paradero de Tomás y de sus hijas: “Durante todo este tiempo no paré de hablar con los padres de Tomás que me dijeron que él, el día 27, estuvo en su casa con las niñas, y al marcharse les dijo algo a sus padres que ellos interpretaron como una despedida, pero sin decir dónde se iba. También he hablado con sus amigos, ninguno sabe nada, salvo que han recibido todos un mensaje de despedida”.

La Guardia Civil sigue trabajando intensamente tratando de localizar a las menores y ha pedido colaboración ciudadana para tratar de localizarlas.

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