Detenida la organizadora de una fiesta ilegal tras ofrecer ayahuasca a una pareja

Una mujer de 44 años fue detenida por la Policía Nacional en Marbella después de que atacara a los agentes de la Policía Nacional que intervinieron en la fiesta ilegal que supuestamente había organizado en la zona de Cabopino y que se descubrió después de que una pareja británica alojada en el establecimiento denunciara que le habían ofrecido ayahuasca tras quejarse por la situación.

La intervención policial se produjo la tarde del miércoles, después de que un ciudadano británico denunciara que junto a su pareja había alquilado una habitación doble en una villa de la ciudad marbellí que incluía un paquete de servicios saludables. Una estancia de tres días por la que había abonado 1.300 euros.

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La desagradable experiencia que padecieron estos turistas llegó cuando a su llegada les comunicaron que tenían que compartir el alojamiento con terceros en habitaciones de cuatro a 12 personas. Malestar que se acrecentó en el momento en el que descubrieron en los jardines de la piscina de la casa a una comuna de unas 55 personas instaladas en tiendas de campaña y sin respetar las medidas sanitarias.

La pareja relató a los agentes que, para intentar apaciguar sus quejas, la organización de la villa —en el que se había instalado una especie de 'hostel'— “les ofreció ayahuasca para relajar tensiones”, según ha informado la Comisaría Provincial. Esta bebida de origen indígena produce efectos alucinógenos y se está extendiendo en Europa tras ser importada desde Sudamérica. Se publicita por sus propiedades medicinales y espirituales como una vía para mejorar el autoconocimiento y derribar bloqueos emocionales, aunque son muchos los expertos que advierten de la peligrosidad que representa por su toxicidad.

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Varias dotaciones de Seguridad Ciudadana se desplazaron hasta al inmueble, ubicado en la zona de Cabopino, y allí descubrieron que la puerta de entrada estaba abierta y que había numerosos vehículos estacionados en las proximidades.

Una vez en el interior del chalé, observaron “a unas 40 personas en actitud lúdica en los jardines”, sin mascarilla y sin guardar distancias mínimas de seguridad. En esta zona próxima a la piscina, descubrieron, además, tiendas de campañas, bebidas y equipos de música. Ante la presencia de los agentes uniformados, “el grueso de los allí reunidos echó a correr, saltando algunos el muro perimetral de la villa” y ocultándose, otros, en las habitaciones del núcleo principal de la casa.

La Policía Nacional identificó a media docena de personas y denunció a los asistentes por el incumplimiento de medidas anticovid. Aunque la intervención se iba a complicar. Una de las presentes, una mujer española de origen uruguayo que manifestó ser la responsable del inmueble donde tenía lugar la fiesta, recriminó la presencia de los agentes. Su actitud se volvió más violenta después de negarse a identificarse, insultando a los policías, propinando una patada a uno de ellos y un mordisco en un pectoral a otro, que requirió asistencia médica.

La supuesta agresora, de 44 años, finalmente fue arrestada por los delitos de resistencia y desobediencia y atentado a agente de la autoridad.