¿Todos iguales para vacunarse? No si eres mutualista y jubilado

En Madrid, una persona mayor de 80 años recibe la vacuna en su centro de salud... salvo si es mutualista de la concertada. En ese caso, tiene que desplazarse al Hospital Enfermera Isabel Zendal. Ambas la reciben de la sanidad pública, la única que está gestionando la vacunación en España, pero de manera diferente.

En teoría, la estrategia de vacunación no distingue, pero en la práctica está habiendo algunos problemas derivados de la gestión de su información personal, en manos de una Administración distinta a la que ejecuta la vacunación.

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La semana pasada, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CISF) advirtió que estaba recibiendo quejas de mutualistas mayores de 80 años porque no estaban siendo citados para vacunarse. "Las personas afectadas se encuentran en muchas ocasiones en situación de dependencia o gran dependencia y son los propios familiares los que se han puesto en contacto con CSIF tras constatar que los datos registrados no eran correctos y que tras haber solicitado su modificación esta no se ha realizado, lo que podría estar limitando la vacunación de estos mutualistas", explicó el sindicato en un comunicado.

En España ya hay casi seis millones de personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna del covid-19 y casi dos millones que ya tienen la pauta completa. Son números aún lejanos al objetivo marcado para el final del verano, pero el ritmo de vacunación ha aumentado en las últimas semanas y se prevé que lo siga haciendo durante la primavera. Primero fueron vacunados los residentes y trabajadores de centros sociosanitarios, luego los sanitarios y ahora es el turno de colectivos esenciales y grupos de edad, empezando por los mayores de 80.

Madrid anunció el 23 de febrero el inicio de la vacunación de ese grupo de edad, pero tardó tres semanas más en comunicar que empezaba con los mutualistas. El miércoles empezó a administrar la vacuna a los mutualistas de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado de España (MUFACE), el Instituto Social de las Fuerzas Armadas de España (ISFAS) y la Mutualidad General Judicial (MUGEJU).

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Los servicios de salud pública de las comunidades no tienen los datos de esos mutualistas de la concertada, por lo que son las mutuas las que deben facilitarlos. MUFACE, la más grande, lanzó a principios de febrero una campaña pidiendo que actualizaran su información personal. Eso ya supone una gran diferencia con el resto de la población. Lo hicieron unos 200.000. Esa información fue luego facilitada a las comunidades, aunque ha tenido que enviar alguna actualización posterior.

Pero no todos han podido actualizar su información. "En muchas ocasiones los datos no están actualizados. Y a pesar de que se ha puesto en marcha una campaña de actualización, no todos los mutualistas pueden hacer ciertas gestiones", explica María del Carmen Espejo, responsable de mutualistas de CSIF. Estos problemas existentes en el grupo de edad de mayores es probable que se repitan en el siguiente (70-80) y en general entre los jubilados. En Aragón, los mutualistas mayores de 80 años están siendo llamados por salud pública, pero los menores de esa edad necesitarán pedir cita.

Con los funcionarios en activo cuyo turno de vacunación ya ha llegado no ha habido incidencias. En esos casos, la gestión de la información la hacen directamente las comunidades a través de los servicios de personal. Y además, en la mayoría de ocasiones la vacunación se realiza en los mismos centros de trabajo.