Podemos no repetirá candidatura en Madrid e Iglesias se vuelca en la búsqueda de perfiles

El adelanto de las elecciones en Madrid ha cogido con el pie cambiado a la izquierda, que no preveía repetir candidaturas para la Comunidad de Madrid, obligando a precipitar decisiones que se habían postergado ante la lejanía del horizonte electoral de 2023. El PSOE-M ha optado por abortar sus planes de relevo y repetir la candidatura de Ángel Gabilondo, dejándolo en una suerte de transición durante los dos próximos años. Más Madrid ha apostado por su portavoz Mónica García, que ya venía ejerciendo el liderazgo en la Asamblea desde la marcha de Íñigo Errejón. Y Unidas Podemos todavía debe resolver la ecuación. La formación liderada por Pablo Iglesias está en pleno proceso de debate interno para buscar el relevo de Isabel Serra.

Desde el entorno de Serra dan por hecho que no repetirá como candidata a la Comunidad de Madrid debido a que está a la espera de un recurso de casación al Tribunal Supremo tras su condena por unos altercados ocurridos con la policía durante la paralización de un desahucio en 2014, que derivaría en su inhabilitación para el ejercicio de cargo público. Un factor determinante por el que han decido buscar alternativas. Fuentes de la dirección explican que todos los escenarios están abiertos y que se está planteando una reflexión en el seno de la dirección madrileña del partido, junto a Pablo Iglesias, de cara a consensuar los pasos a dar.

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El tiempo juega en contra, y además desde la dirección aseguran que se tome la decisión que se tome se celebrarán primarias para ratificar tanto la candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid como el resto de la lista. Un proceso que deberá ser exprés, reconocen desde la organización. A ello hay que sumar otro proceso posterior para encajar la confluencia con Izquierda Unida bajo el paraguas de Unidas Podemos.

La intención es demorar la decisión lo mínimo posible para que la militancia pueda ratificar las candidaturas y en las últimas horas se han acelerado las conversaciones en las que participan la propia Isabel Serra, el secretario general Pablo Iglesias y el coordinador del partido en Madrid, Jesús Santos. Este último ocupa actualmente la tenencia de la alcaldía del ayuntamiento de Alcorcón.

No se descarta nada y sobre la mesa están diferentes perfiles, desde cargos orgánicos hasta personas de la sociedad civil. En las quinielas vuelven a sonar con fuerza nombres como el del dirigente y diputado en el Congreso, Rafa Mayoral, que ya se barajó en anteriores procesos electorales en Madrid, hasta el de perfiles con proyección estatal vinculados a Madrid y con cargos en el Gobierno de coalición. De cara a los anteriores comicios se llegó incluso a proponer el nombre de Irene Montero, ahora ministra de Igualdad, lo que ella misma rechazó. La candidatura de Serra se decidió en último momento y en un contexto que vino precedido por la falta de candidato debido a la escisión liderada por Íñigo Errejón, que había sido elegido en primarias para concurrir como cabeza de lista de Podemos.

La decisión de los socialistas de apostar por la continuidad con Ángel Gabilondo como candidato, por la falta de tiempo a armar una 'operación Illa' en Madrid, posibilita a los morados dar un golpe de efecto con un nuevo candidato. Las posiciones más moderadas de candidato socialista también le abren a los morados más espacio en el flanco izquierdo del electorado, donde competirá con Más Madrid en una campaña que se presupone de guante blanco entre ambos partidos. La fragmentación de la izquierda vuelve a ser otro de los elementos que rodearán las elecciones autonómicas y ante el que IU ha realizado un llamamiento para intentar articular una candidatura conjunta que se apresuró en rechazar el líder de Más País, Íñigo Errejón.

Si los morados ya llamaron la atención desde un principio sobre la falta de cálculo de socialistas por las repercusiones en Madrid de la moción de censura impulsada en Murcia, el hecho de que finalmente fracase la operación para desbancar de la presidencia regional al PP los ratifica en que su resultado es de suma cero. "Los terremotos que se producen después de un movimiento como el de Murcia no están en los planes", afeaban. Una operación que se pilotó desde Ferraz y la Moncloa. José Luis Ábalos como secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán como responsable de la relación entre el Gobierno y el partido, y Félix Bolaños, secretario general de la Moncloa, fueron las tres personas que llevaron las negociaciones en coordinación con la dirección socialista en Murcia.

Las réplicas en Madrid del terremoto político con epicentro en Murcia preocupan especialmente a los morados, porque si no se produce una gran movilización del electorado de izquierdas, la Puerta del Sol sería la primera sede de un Gobierno autonómico con Vox, de la mano del PP de Díaz Ayuso. El horizonte de la gobernabilidad en Madrid, además, los excluiría si pasase por una suma con Ciudadanos. O más bien se autoexcluirían los morados, siguiendo la línea del ayuntamiento de Murcia, donde se facilitará la moción de desalojar al PP de la alcaldía, pero sin entrar en la corporación municipal.