Gabilondo repetirá como candidato del PSOE en Madrid debido al escaso margen

La falta de margen para armar otra "operación Illa" en Madrid si finalmente los tribunales ratifican la decisión de Isabel Díaz Ayuso de adelantar las elecciones ha llevado al PSOE a confirmar a Ángel Gabilondo como candidato socialista a la Presidencia. La dirección del partido en Madrid se ha reunido esta mañana para ordenar el proceso, en coordinación con Ferraz, y su decisión ha sido optar por la continuidad. La maniobra relámpago de Ayuso desbarata así los planes de los socialistas, que encaraban desde hacía meses el relevo de Gabilondo, con un pie de salida en el Defensor del Pueblo. La rotura del acuerdo con el PP para renovar las instituciones, la pasada semana, impidió el movimiento y ahora el exministro de Educación se volverá a medir a Ayuso. En las urnas o en la moción de censura en la Asamblea, según dicte el juez.

En el PSOE aspiraban a hallar un candidato revulsivo, otro "efecto Illa". Se trataba de buscar una candidatura fuerte, con relaciones con el centro y buena imagen, en una operación parecida a la de Salvador Illa en Cataluña. Pero no ha dado tiempo. Anoche, fuentes de la dirección del partido en Madrid admitían que no tenían mucho margen y avanzaban que "no podemos descartar a Ángel (Gabilondo)". No habrá proceso de primarias para ratificar al candidato.

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"La Ejecutiva regional de Madrid ha querido dejar claro nuestro apoyo sin fisuras a la figura y a la persona de Ángel Gabilondo para los dos posibles escenarios: ante la moción de censura y ante la posible cita con las urnas el 4 de mayo. Que quede claro que la ejecutiva regional apoya de forma unánime la figura de Ángel Gabilondo como candidato del PSOE a esas elecciones. Se lo ha ganado a pulso", ha defendido ante los medios de comunicación José Manuel Franco, secretario general del PSOE-M.

El propio Gabilondo ha reaccionado acto seguido a la designación como candidato. "Cuando me he expresado he tenido cuidado y respeto al partido, que es el que decide. Ahora que tengo su palabra, para mí es un honor poder ser candidato en el momento en el que corresponda: si es moción de censura o si es en unas elecciones", ha asegurado el hasta ahora portavoz en la Asamblea, que ha incidido en que a juicio de los socialistas, la convocatoria electoral es una "irresponsabilidad", si bien ha matizado que es también una "fiesta democrática".

Los socialistas madrileños ven “poco probable” que puedan evitar elecciones y se mantienen a la espera de lo que resuelva el TSJM en las próximas horas. “Sinceramente, teníamos grandes expectativas, pero hoy tenemos menos”, apuntó anoche una fuente de la dirección regional.

"A Ángel no podemos descartarlo. Es nuestro jefe de filas y ha demostrado ser un buen candidato", indicaban estas mismas fuentes para concluir que "se lo merece". El propio Gabilondo ya no se autodescartaba al asegurar este jueves que asumiría con "fuerza" el mandato de volver a presentarse, pero que si el candidato era otro también lo recibiría con "normalidad". La escasa voluntad de Margarita Robles para abandonar sus responsabilidades al frente del ministerio de Defensa, frenaron su alternativa.

De no obtener la presidencia, Gabilondo sería un portavoz de transición hasta 2023, cuando se volverán a celebrar elecciones. Con todo, reúne las características que se buscaban en un candidato alternativo, principalmente con vistas a aglutinar el voto del centroizquierda y seducir a los antiguos votantes de un Ciudadanos que en las pasadas elecciones obtuvo 26 escaños y que ahora algunas encuestas los sitúan al borde de alcanzar la barrera del 5%, el mínimo para obtener representación parlamentaria.

Los otros descartes

Otra de las opciones sobre la mesa era la de Pilar Llop, presidenta del Senado y exparlamentaria autonómica de Madrid. "Hay muchos", zanjaban fuentes socialistas en el Gobierno dando cuenta de que la primera opción era apostar por la renovación. La titular de Defensa, por otra parte, ya fue sondeada en 2019 para que fuera candidata en el Ayuntamiento de Madrid y ahora ha vuelto a resistirse.

El adelanto de las elecciones ha cogido con el pie cambiado a la izquierda, que no preveía repetir candidaturas para la Comunidad de Madrid, obligando a precipitar decisiones que se habían postergado ante la lejanía del horizonte electoral de 2023. La anticipación de Ayuso apretando el botón de la convocatoria electoral, como respuesta de autodefensa al terremoto con epicentro en la moción de censura de Murcia de PSOE y Ciudadanos contra el PP, no entraba supuestamente en los cálculos de Ferraz y Moncloa.

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En Podemos no quieren ni oír hablar de elecciones y defienden que la moción de censura saldrá adelante, mientras que en Más País, con más dudas sobre si los tribunales tumbarán la decisión de la Mesa de la Asamblea de tramitar las mociones de censura, se ven hegemónicos en el espacio a la izquierda del PSOE y con posibilidades de hacer presidenta a su líder, Mónica García. A pesar de ello, y de la traumática escisión de Podemos que lideró Íñigo Errejón, desde Izquierda Unida se han marcado el objetivo de volver a unificar al espacio a la izquierda del PSOE si se producen nuevas elecciones.

"Las fuerzas a la izquierda del PSOE debemos encontrarnos y ofrecer una solución efectiva, sea a través de la moción de censura o en el adelanto electoral pretendido por Ayuso, que aúne la pluralidad de sectores políticos y la oriente hacia un programa de mínimos, democráticos y sociales", defienden desde la dirección madrileña del partido liderado por Alberto Garzón.