El PP se plantea otra rebelión de alcaldes si Hacienda no aprueba ya un fondo covid local

El PP está presionando para que el Gobierno apruebe antes de que acabe al año un fondo covid específico de al menos 3.000 millones de euros para los ayuntamientos. Tras la derrota histórica que el Ejecutivo sufrió con el decreto del superávit de los consistorios el pasado septiembre, el Ministerio de Hacienda no ha vuelto a hacer una propuesta en firme, escudándose en que los números no dan para sacar un nuevo real decreto. Tampoco aceptó enmiendas en la tramitación de los Presupuestos Generales en ese sentido. El partido de Pablo Casado, sin embargo, afirma llevar semanas intentando llegar a un acuerdo sin éxito.

“Hemos tendido públicamente la mano y lo volvemos a hacer para poner en marcha ese fondo de al menos 3.000 millones de euros para los ayuntamientos. El Gobierno no puede decir que el PP no lo quiere”, insiste a este diario Antonio González Terol, vicesecretario de la formación que ya capitaneó la oposición a María Jesús Montero en el debate local del Congreso. Lo esencial ahora son los tiempos. La partida no se incluyó en los Presupuestos de 2021 y, por tanto, ese fondo debería aprobarse vía decreto en uno de los consejos de ministros de diciembre.

Algunos ediles reconocen a este diario que estudian todas las vías posibles para que llegue antes de que acabe 2020, entre las que está una segunda rebelión de alcaldes, como la que encabezaron por el decreto que pretendía quedarse con los remanentes locales, protestas en el ministerio y otras movilizaciones. “No descartamos nada”, aseguran.

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Ante la advertencia de que los ayuntamientos no tendrían tiempo para gastar esas ayudas porque está a punto de terminar el año, los populares recuerdan también que la regla de gasto está suspendida y, por tanto, podrían seguir utilizándolos a partir del año que viene. Aun así, recuerdan, este fondo debe entrar en el ejercicio de 2020. Los ayuntamientos no han recibido ayudas públicas desde el inicio de la pandemia.

En el PP, afirman que muchos consistorios necesitan una inyección de liquidez inmediata o estará en riesgo su sostenibilidad financiera. Zaragoza, Granada o Lleida son algunos ejemplos de las ciudades que más han clamado por esta ayuda, y que están gobernadas por partidos de distinto signo. Los populares entienden que hay margen para negociar los criterios de reparto del fondo, pero lo que consideran indispensable es que se apruebe cuanto antes.

Aseguran que en ningún caso el municipalismo puede caer en el olvido como ha ocurrido hasta ahora y señalan, en gran medida, la gestión de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cuyo presidente es el socialista y alcalde de Vigo, Abel Caballero.

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Para empezar, reprochan que PSOE y Podemos (presentes en la junta de gobierno de la FEMP) traicionaran el acuerdo al que se llegó en la federación para presentar dos paquetes de enmiendas a los PGE. El primero contenía 11 y el segundo, aprobado por unanimidad por todas las formaciones, 26. Ninguna se registró y tampoco salieron adelante las presentadas por el PP relativas al fondo covid y a las ayudas de 400 millones de euros para el transporte público. Sí contó con luz verde una enmienda similar de ERC, también sobre el transporte público que ha generado un agujero importante en muchos ayuntamientos, con una partida inferior, de 275 millones de euros.

Más allá del “ninguneo” del Gobierno a la FEMP, en palabras de los populares, algunos ediles ponen el foco en que la institución que representa todos los ayuntamientos ha perdido “toda interlocución” y “credibilidad” por el papel que jugó Caballero en el polémico decreto de hace tres meses. Aseguran que el Gobierno ha perdido la confianza en el presidente porque le llevó a un fracaso parlamentario sin paliativos.

Dejando a un lado las relaciones de Hacienda con la FEMP, los alcaldes del PP insisten en que las movilizaciones continuarán para defender los derechos de lo local. Aseguran que muchos municipios necesitan una respuesta inmediata, especialmente aquellos que se encuentran en peor situación económica y no cuentan con ahorros por la gestión de anteriores gobiernos municipales.

Es el caballo de batalla del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, que también jugó un papel clave en la primera rebelión local y que insiste en que los consistorios, entre ellos el que él dirige, “no han recibido un solo euro del Gobierno ni de la comunidad autónoma de Aragón”. “Se han olvidado de los ayuntamientos. Qué hacemos los que estamos al límite y no tenemos remanentes. En mi caso, después de 16 años de gobiernos socialistas y convirtiendo mi ciudad en la más endeudada de España”, zanja.