Hacienda rectifica: suspende la regla fiscal y permite a los ayuntamientos tener déficit
El ministerio argumentaba hasta ayer que la Constitución Española prohibía que los ayuntamientos pudieran incurrir en déficit, pero ahora cambia de criterio y lo autorizará
El Gobierno ha dado un nuevo giro en su estrategia presupuestaria después de que el Congreso tumbara su propuesta para utilizar los remanentes de los ayuntamientos. El Ministerio de Hacienda ha optado por suspender las reglas fiscales, de modo que autoriza a los ayuntamientos a incurrir en déficit y, por tanto, podrán utilizar sus propios remanentes sin tener que cedérselos al Estado, como pretendía el Gobierno en un primer momento. El Gobierno ha ejecutado este cambio de estrategia dejando suspendidas las reglas fiscales de déficit y techo de gasto para 2020 y 2021, amparándose en la cláusula de salvaguarda activada por la Comisión Europea el pasado mes de marzo.
De esta forma, el Gobierno cambia radicalmente su interpretación de la Constitución Española. El argumento que utilizaba hasta el martes es que la Constitución Española prohibía que los ayuntamientos incurrieran en déficit, de modo que no podían utilizar los remanentes de años anteriores. De ahí que la única solución que encontraba era que los ayuntamientos prestaran esos superávit al Estado. Ahora, con la suspensión de las reglas fiscales, Hacienda interpreta que la aplicación de la Constitución queda suspendida.
Hacienda justifica este cambio de criterio en el artículo 3 de la Ley General Presupuestaria, que determina que "la elaboración, aprobación y ejecución de los presupuestos y demás actuaciones que afecten a los gastos o ingresos de los distintos sujetos comprendidos en el ámbito de aplicación de esta Ley se realizará en un marco de estabilidad presupuestaria, coherente con la normativa europea". El ministerio considera que la activación de la cláusula de salvaguarda por parte de la UE permite que se suspendan las reglas fiscales, de modo que los ayuntamientos podrán incurrir en déficit independientemente de lo que diga la Constitución Española. Es importante recordar que la CE señala, en el artículo 135.2, que "las entidades locales deberán presentar equilibrio presupuestario".
"Lo que nos indican los técnicos es que al haberse suspendido la regla fiscal, opera el principio de que todas las administraciones pueden utilizar la totalidad de sus recursos para hacer frente a esta pandemia", ha explicado Montero, "es una cuestión puramente técnica". Sin embargo, la cláusula de salvaguarda de déficit para 2020 lleva activada desde el mes de marzo y el Gobierno no la había activado para los ayuntamientos y comunidades autónomas hasta ahora. De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) lleva desde mayo recomendando al Gobierno esta estrategia.
Es una cuestión puramente técnica
Con este giro del Ministerio de Hacienda, los ayuntamientos podrán utilizar sus remanentes ya este mismo año y también presupuestar el gasto para 2021. En total, los depósitos de los ayuntamienots superan los 5.000 millones de euros. Esto supondrá un gran impulso fiscal y además satisface las exigencias de los regidores, que llevan meses reclamando una solución para sus problemas fiscales.
Aunque se hayan suspendido las reglas fiscales, el Gobierno señala que "deberán mantenerse las medidas de seguimiento y supervisión, imprescindibles para el reequilibrio de las finanzas públicas". Aunque Hacienda no podrá controlar el déficit de 2020 ni de 2021, tiene una vía indirecta para evitar que se dispare: los problemas de financiación de las distintas administraciones. Muchas comunidades autónomas y ayuntamientos tienen cerrado el grifo del crédito en los mercados, de modo que sólo podrán gastar sus propios recursos y aquellos que les preste el Gobierno. De ahí que las administraciones en peor situación financiera tengan un margen limitado para aprovechar esta suspensión de las reglas fiscales.
Pero la suspensión de las reglas fiscales implica otro importante avance para el Gobierno: no tendrá que tramitar en el Congreso una nueva senda de estabilidad. Como los objetivos de déficit han quedado suspendidos, ya no será necesario que el Congreso apruebe la nueva senda de déficit, que es el primer paso para tramitar los Presupuestos Generales del Estado. El Ejecutivo evita así un importante trámite en las Cortes que podría generar muchos problemas, ya que en esos objetivos de estabilidad se incluye también la senda de las comunidades autónomas, un aspecto fundamental para los partidos regionales.
El Gobierno llevaba varias semanas elaborando el techo de gasto y los objetivos de estabilidad, según había informado públicamente. Ese proyecto queda inservible por la suspensión de la regla fiscal de estabilidad. El Ejecutivo podrá presentar unos presupuestos generales del estado para 2021 sin el problema de tener que adaptarse a unos objetivos de déficit ni a un techo de gasto. Una situación que, además, facilitará la canalización de la ayuda europea.
El Gobierno ha dado un nuevo giro en su estrategia presupuestaria después de que el Congreso tumbara su propuesta para utilizar los remanentes de los ayuntamientos. El Ministerio de Hacienda ha optado por suspender las reglas fiscales, de modo que autoriza a los ayuntamientos a incurrir en déficit y, por tanto, podrán utilizar sus propios remanentes sin tener que cedérselos al Estado, como pretendía el Gobierno en un primer momento. El Gobierno ha ejecutado este cambio de estrategia dejando suspendidas las reglas fiscales de déficit y techo de gasto para 2020 y 2021, amparándose en la cláusula de salvaguarda activada por la Comisión Europea el pasado mes de marzo.