Sánchez no defenderá el decreto del estado de alarma el jueves y lo deja en manos de Illa

El presidente del Gobierno no acudirá al pleno del Congreso este jueves para defender el nuevo decreto de estado de alarma. Y todo a pesar de que la propuesta del Ejecutivo en este momento es aprobar la herramienta de excepcionalidad para toda España y durante seis meses, hasta el 9 de mayo. Los grupos parlamentarios casi en su totalidad insisten en que se trata de un tiempo abusivo y emplazan al Gobierno a reducir ese plazo. En la junta de portavoces celebrada este martes en la Cámara, el secretario de Estado con las Cortes, José Antonio Montilla, confirmó que será el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien dé cuenta del decreto este jueves y que Pedro Sánchez no asistirá.

Desde Moncloa, justifican que el presidente tiene una videollamada con líderes europeos prevista para ese día, precisamente sobre la crisis del coronavirus, aunque no comienza hasta las 18:30. El pleno del Congreso arranca a las nueve de la mañana y, en todo caso, Sánchez podría haber decidido acudir en otro momento (no necesariamente ese jueves) para dar explicaciones y defender la medida.

Fue la respuesta a la pregunta de Vox, que quiso saber si sería o no el presidente del Gobierno quien acudiera. El malestar se extiende a todos los grupos, y los socios habituales del Gobierno no esconden su profunda decepción al saber que Sánchez no será quien explique el contenido del decreto. El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, dejó claro en sus redes sociales que la ausencia de Sánchez "es inaceptable y debe corregirse", recordando que se trata de una "medida constitucionalmente excepcional".

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, también denunció que no sea el jefe del Ejecutivo quien comparezca en la Cámara, dejando claro que él es el "máximo responsable de la acción política" y que no cabe la posibilidad de que lo delegue en el titular de Sanidad. También el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, puso el foco en que "ni siquiera lo hará un vicepresidente del Gobierno", a pesar de la importancia del contenido del decreto. Pablo Casado se manifestó a través de un tuit, insistiendo en que "no es admisible" que el presidente falte a una cita tan importante, forzando un estado de alarma de seis meses "sin control judicial ni parlamentario" y que "ni se digne a ir al Congreso a presentarlo". "Está a tiempo de rectificar", zanjó el líder de los populares.

Lo que todavía no está claro es si el Gobierno contará con apoyos suficientes para sacarlo adelante. De hecho, todos los portavoces que comparecieron en el Congreso este martes pusieron de manifiesto que los seis meses de estado de alarma no atienden a la proporcionalidad que requiere una medida tan excepcional. Las negociaciones continúan a varias bandas y prueba de ello fue que la portavoz de los socialistas, Adriana Lastra, no compareció el martes al término de la junta de portavoces. Aún no hay avances que comunicar.

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Si el Gobierno mantuviera los seis meses que anunció Sánchez el domingo, podría tener problemas para alcanzar los apoyos necesarios. El PP no desveló si su voto sería un no en ese caso. Gamarra insistió en que "por ahora" están "en la fase de negociación" e insistirán en la propuesta defendida por Casado: ocho semanas de alarma y la tramitación de reformas legislativas en ese periodo para que las administraciones tengan herramientas jurídicas suficientes para actuar sin depender de que se decrete un estado de alarma.

Gamarra no quiso hablar del sentido del voto de su grupo en caso de que no haya acuerdo. "El Gobierno sabe cuál es nuestra posición. Tiene nuestra propuesta y nosotros la vemos tan sensata que no podemos entender que el rechazo esté en la hoja de ruta del Gobierno. Aún estamos en fase de negociación", insistió la portavoz. Eso sí, dejó claro que si no hay acuerdo, su grupo registrará esa propuesta vía enmienda para que se vote en el pleno.