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Los datos de Madrid están bajando. La gran pregunta es por qué
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las restricciones siguen vigentes

Los datos de Madrid están bajando. La gran pregunta es por qué

La situación está mejorando en la región. Hay menos contagios, menos hospitalizaciones y menos muertes. La comunidad defiende que la razón son sus medidas, pero no está tan claro

Foto: Zona comercial del centro de Madrid. (EFE)
Zona comercial del centro de Madrid. (EFE)
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Todos los indicadores —casos, hospitalizaciones e ingresos en UCI por covid-19, muertes— están descendiendo en la Comunidad de Madrid desde la última semana de septiembre, pero ¿por qué motivo exactamente? El Gobierno autonómico defiende que sus medidas, sobre todo las que entraron en vigor el 21 de septiembre en 37 zonas básicas de salud, están detrás de esa mejora. Pero los datos indican que la situación en la región ya había comenzado a mejorar antes.

Madrid mejora sus datos en UCI y altas hospitalarias

En la primera ola, el efecto de estas intervenciones no farmacológicas fue cristalino. El 14 de marzo se decretó el confinamiento y, exactamente dos semanas después, el día 28, los casos tocaron techo y empezaron a bajar en todo el país. Poco después, llegó también el pico de hospitalizaciones, y finalmente el de fallecimientos diarios.

En esta segunda ola, dilucidar el efecto concreto de unas medidas que se han ido superponiendo a lo largo de todo el verano es mucho más complicado. Siguiendo la regla de que son necesarias entre dos y tres semanas para apreciar el efecto de una medida en el número de contagios, los datos de la Comunidad de Madrid —los del Ministerio de Sanidad, pese a proceder de la misma fuente, son bastante diferentes— indican que algo muy gordo debió suceder entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre para darle la vuelta a una situación muy complicada.

Cronología de las medidas

Tras la desescalada y la notable bajada en la incidencia que se registró hasta mediados de julio, la Comunidad decretó el uso obligatorio de la mascarilla al aire libre a finales de ese mes. Fue la penúltima comunidad en hacerlo, solo antes que Canarias. A mitad de agosto, acordó con el resto de regiones el primer paquete de restricciones comunes a todo el país. El 19 de agosto, entró en vigor la norma que cerró el ocio nocturno y prohibió fumar al aire libre si no se podía mantener la distancia de seguridad. Durante las dos semanas siguientes, el crecimiento de nuevos casos diarios se ralentizó, aunque no hubo una bajada.

Además, con la llegada de septiembre, la incidencia volvió a coger velocidad. Por ello, el día 5, el Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso introdujo nuevas medidas, entre ellas, la restricción de las reuniones a un máximo de 10 personas, aunque fueran en el ámbito privado. Como se puede ver en el gráfico, los contagios se aceleraron en las dos semanas siguientes, hasta alcanzar el pico el 18 de septiembre. Ese mismo día, la comunidad anunció restricciones por zonas básicas de salud que entraron en vigor tres días después. La curva ya había comenzado a bajar y no ha parado de hacerlo hasta hoy. En medio, más restricciones, esta vez en 10 ciudades con más de 100.000 habitantes de la región, en vigor desde el 2 de octubre por la noche.

Todos los indicadores están mejorando

Si aplicamos una media móvil de siete días para suavizar la evolución, el pico de nuevos casos se alcanzó el 18 de septiembre, con 3.975. El de nuevas hospitalizaciones llegó el 25 de septiembre (534), una semana después del pico de contagios. Las curvas de nuevos ingresos en UCI y muertes están empezando un ligero descenso o estabilizándose. A diferencia de la curva de los contagios, que solo llega hasta el 2 octubre para evitar la infranotificación de los días más recientes (aunque seguramente las últimas cifras en realidad sean más altas de lo reflejado), las otras tres sí incluyen los datos publicados hasta este miércoles porque el retraso es menos importante.

La primera ola y los primeros brotes de la segunda, como el de Aragón, nos enseñaron que primero bajan los casos, luego las hospitalizaciones y por último las muertes. Si es dudoso que se pueda explicar la bajada de los casos por las restricciones de movilidad en las zonas básicas de salud, achacar a esas medidas la reducción de ingresos no tiene mucho sentido. Entonces, ¿por qué ha mejorado la situación en Madrid?

Foto: Los resultados de la prueba de antígenos para detectar el coronavirus. (Reuters)

Hay varias teorías. Por ejemplo, con respecto a la prohibición del ocio nocturno. Aunque entró en vigor el 19 de agosto, la no ratificación de las medidas por parte del juez Alfonso Villagómez las paralizó dos días después. Eso puede explicar ese decalaje. Con lo que sabemos hoy sobre la transmisión de la enfermedad, los lugares cerrados donde la gente está sin mascarilla, abrazándose y gritando, son los que tienen más papeletas de provocar eventos de supercontagio. Dado que tras el recurso de la Comunidad las medidas se reanudaron el 28 de agosto, estos contagios en discotecas aún pudieron contribuir al incremento de casos en los primeros días de septiembre y empezar a hacer efecto a partir de la segunda quincena.

Algunos epidemiólogos consultados manejan también la posibilidad de que, al afectar la enfermedad a un público muy diferente (más jóvenes y en otras circunstancias), se esté produciendo un cierto retraso entre la fecha de contagio y la de ingreso, lo cual afectaría a todos estos cálculos, que en la primera ola parecían milimétricos.

Pero, por supuesto, no hay que desdeñar la variable de que los datos no sean tan precisos como deberían, ni en tiempo ni en forma, y que sea aún demasiado pronto para extraer conclusiones sobre la evolución del covid-19 en la Comunidad de Madrid.

Retrasos en las notificaciones

Cuanto más recientes son las cifras, menos fiables son. Eso, que sucede en mayor o menor medida con todas las comunidades desde el principio de la pandemia, en Madrid provoca grandes cambios en los datos de contagios diarios. La Consejería de Sanidad actualiza y publica cada día su serie histórica de casos. En ella, se pueden observar modificaciones en las cifras de hace meses. Un ejemplo: el informe de este miércoles añadió dos positivos al 2 de agosto, que pasó de 202 a 204.

En fechas más recientes, esa actualización es más relevante y provoca que el cálculo de la incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días) no sea fiable. El informe del 1 de octubre, hace justo una semana, cifraba en 952 los positivos confirmados un día antes. El de este miércoles ya los elevaba a 2.368, y es bastante probable que la cifra crezca en los próximos días. Ese retraso está detrás de la diferencia entre la tasa de incidencia acumulada publicada por Sanidad y la real, calculada a partir de la serie actualizada.

En los últimos días, esa disparidad ha sido más grande que nunca hasta ahora. El martes, Sanidad comunicó una incidencia acumulada en Madrid de 710 casos por 100.000 habitantes, cuando el día anterior era de 586. De acumular 39.090 positivos en las dos semanas anteriores, Madrid pasó a 47.329 solo 24 horas después. Este miércoles, la incidencia acumulada volvió a bajar hasta los 591 (39.391). Un vaivén difícil de explicar porque el Ministerio de Sanidad siempre ha dicho que maneja los datos que le proporcionan las comunidades.

Todos los indicadores —casos, hospitalizaciones e ingresos en UCI por covid-19, muertes— están descendiendo en la Comunidad de Madrid desde la última semana de septiembre, pero ¿por qué motivo exactamente? El Gobierno autonómico defiende que sus medidas, sobre todo las que entraron en vigor el 21 de septiembre en 37 zonas básicas de salud, están detrás de esa mejora. Pero los datos indican que la situación en la región ya había comenzado a mejorar antes.

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