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La pandemia llega a la natalidad: "He congelado mis óvulos hasta que esto pase"
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La pandemia llega a la natalidad: "He congelado mis óvulos hasta que esto pase"

El miedo que genera el contagio, los rebrotes y —sobre todo— la crisis, acabarán de dar la "estocada final" a la natalidad española, que ya arrastraba sus peores datos históricos

Foto: Medidas de prevención del coronavirus.
Medidas de prevención del coronavirus.
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Lucía* llevaba tiempo pensando en congelar sus óvulos para poder ser madre cuando tuviese un proyecto de familia, pero ha sido la pandemia la que le ha dado el empujón definitivo. A sus 37 años, estos días se encuentra en pleno proceso para poder postergar su maternidad más allá del límite que marca la naturaleza. "A la edad y la familia se ha unido ahora el factor de la salud: creo que todavía no sabemos cuales son las consecuencias y secuelas del virus y en mujeres está menos estudiado, no sabremos hasta dentro de un tiempo si afecta o no a la infertilidad, así que decidí esperar".

No va a ser la única. Otro de los efectos que el coronavirus va a dejar a su paso, según auguran los expertos, es un descenso en la maternidad. El miedo que genera el contagio, los posibles rebrotes, una nueva saturación sanitaria y, sobre todo, la crisis económica que es ya una realidad, marcarán la decisión de quienes querían tener descendencia en los próximos meses o años, dependiendo de cuánto dure la crisis sanitaria y social.

Para el demógrafo Albert Esteve, del Centre d'Estudis Demográfics de la Universidad Autónoma de Barcelona, el impacto en los nacimientos será incluso peor a nivel social que el número de fallecidos que ha ido dejando el contagio. "Aunque parezca mentira, el indicador que menos se va a resentir es la mortalidad. Y el que más, la natalidad".

"Al final de esta crisis habrán fallecido unas 47.000 personas más de las que tocaba, pero muchos se iban a morir en los próximos meses y años porque eran mayores… Se han anticipado muertes y, de hecho, puede que el año que viene sea 'bueno' en términos de mortalidad por eso", continúa. "Pero el problema de la natalidad en España es estructural, no coyuntural y va a tener más impacto en esta crisis a largo plazo. Es la estocada final cuando estaba ya muy deprimida". En 2019, los datos de natalidad alcanzaron su mínimo histórico desde la posguerra, con un 27% menos nacimientos que hace una década.

En el hospital Infanta Elena, de Madrid, ya están notando los efectos de la pandemia en sus cifras de nuevos embarazos respecto al año pasado. "Hemos hecho una previsión y calculamos que el año que viene tendremos entre un 8,5% y un 10% menos partos, en base a los embarazos y primeras consultas que tenemos ahora", explica Juan Miguel Rodríguez, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia donde sobre todo están notando menos embarazos a partir de la semana 12 (desde mediados de mayo). "En un sondeo que hicimos entre nuestros pacientes nos decían que todavía tienen miedo de que el virus pudiese provocar algún problema de malformación y muchos lo están aplazando por eso, además de por la incertidumbre general de los próximos meses", añade.

Hay pacientes que todavía tienen miedo de que el virus pudiese provocar algún problema de malformación y lo están aplazando

En el 12 de octubre, en Madrid, aseguran que no han notado todavía anomalías, aunque explican que es pronto para sacar conclusiones sin datos de embarazos en la mano. "Hasta noviembre o diciembre no veremos bien el efecto que ha tenido la pandemia durante estos meses con los nacimientos", explica Antonio García Burguillo, del servicio de Ginecología y Obstetricia. Desde el Vall d’Hebron de Barcelona también señalan que, si bien la bajada se intuye, no se podrán tener estimaciones fiables hasta septiembre, cuando se produzca el primer control por ecografía a las que se quedaron embarazadas durante la pandemia.

A pesar de la alarma de algunos pacientes, no hay evidencias científicas de que el covid afecte más a una mujer embarazada y apenas se han reportado casos de traspaso del virus si se contagia. "Es muy infrecuente que pase al bebé, tenemos que tranquilizar a las gestantes. Muchas nos preguntan si pueden quedarse embarazadas ahora y yo creo que es razonable hacerlo, no hay que hacer un cambio vital tan drástico si te cuidas del contagio", apunta Elena Carreras, jefa de Ginecología y Obstetricia del Vall d’Hebron, en Barcelona.

La tasa de fecundidad es de 1,23 hijos por mujer, pero para que haya relevo generacional tiene que ser de 2,1

Pero no faltan motivos para la incertidumbre más allá de los sanitarios. Las crisis siempre han traído aparejado un descenso de la natalidad. Es así en España y en cualquier parte del mundo, el problema aquí es que todavía no nos habíamos recuperado de la anterior recesión. "El descenso provocado por la crisis de 2008 se ha mantenido hasta la actualidad. Ahora mismo la tasa de fecundidad es de 1,23 hijos por mujer, pero para que haya relevo generacional tiene que ser de 2,1. Estamos muy lejos de eso y lo peor es que ya no vamos a poder hacer nada por evitarlo, porque harían falta políticas de natalidad que, aunque empezasen ahora, ya no van a llegar a tiempo", explica Rafael Puyol, catedrático de Geografía Humana y presidente de UNIR. "Países como Francia o Suecia también notarán cierto descenso por la pandemia, pero se recuperarán antes porque ya tenían políticas que no hacen tan difícil la natalidad como para los españoles. Aquí nada acompaña, y ahora menos".

El único factor que hizo remontar un poco la natalidad nacional fue la llegada de inmigrantes en la década de los 2000. Sin embargo, este factor también va a verse resentido en esta crisis. "Las mujeres inmigrantes aportan el 20% de la natalidad española, sobre todo las que llevan poco tiempo porque todavía no han asumido tanto los hábitos de aquí y porque muchas veces se reúnen con sus parejas para iniciar esa familia. Pero ahora esa inmigración va a dejar de venir por el contagio y la crisis", explica Esteve.

placeholder Una embarazada es atendida en plena pandemia. (EFE)
Una embarazada es atendida en plena pandemia. (EFE)

Retrasar… todavía más

Según el demógrafo de la UAB, que ha diseñado las encuestas que realiza el INE sobre natalidad, hay varios condicionantes para ser padres. "Ahora mismo antes de los 30 poca gente quiere tener hijos, por estilo de vida y porque muchos siguen estudiando o no son económicamente independientes. Cuando logran eso, necesitan una pareja que les convenza y cuando la encuentran, a veces ya es tarde para quedarse embarazados. Apuramos mucho y esta crisis agrava también el problema, porque además no van a ser los mejores tiempos para salir y conocer gente, y la precariedad se va a agudizar retrasando esa independencia", apunta Esteve.

A partir de los 35 años, cada mes bajan un 2% las posibilidades de conseguir una fecundación

Aplazar la natalidad supone para muchos perder su última oportunidad. La edad media de las madres primerizas españolas está ahora mismo en los 31 años, pero las opciones empiezan a reducirse superados los 35 años: a partir de ese momento, cada mes bajan un 2% las posibilidades de conseguir una fecundación, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad.

En las principales clínicas de fertilidad no han notado todavía un descenso en el interés por ser padres. "Si tienen claro que quieren tener hijos pero no pueden, la gente se quita dinero de donde sea antes que de eso", explican desde las clínicas IVI, aunque aclaran que también puede deberse a que estos centros estuvieron cerrados durante el confinamiento y ahora se han acumulado las consultas, por lo que no descartan que la situación cambie en unos meses. En 2019, el 10% los nacimientos que se produjeron en España (360.000) se hicieron con técnicas de reproducción asistida, unos 38.000. Durante el parón, la SEF calcula que se han dejado de producir por esta vía entre 3.200 y 3.500 embarazos.

En otros centros, como el Instituto Madrileño de Fertilidad lo que están notando es un creciente interés de casos como el de Lucía: mujeres que deciden estos días congelar sus óvulos. "Llaman bastantes chicas, en torno a los 30 años, para informarse de cara a septiembre, porque con todo esto no saben lo que va a pasar ni cuánto va a durar y prefieren asegurarlo para más adelante", explica Marta Barrio, directora de comunicación y atención al cliente.

Nada de segundos hijos

Aplazar la natalidad tiene otro efecto: el número total de hijos que tiene una pareja se reduce. Si el primero llega pasados los 30, es probable que muchos no consigan tener más y la precariedad se encarga el resto. "En las encuestas, la gente te dice que de media quiere tener dos hijos y en un plazo de tres años. Si eso fuese así, si todo el que quiere pudiera tener los hijos cuándo y como quisieran, hablaríamos de una media de 2,7 por persona. Pero la realidad es que lo consiguen cinco años más tarde de la edad que les parece la idónea. Y un 25% no lo va a conseguir", explica Esteve. "Si se tratase de problemas derivados del contagio hablaríamos de una recuperación rápida. El problema es que llueve sobre mojado y no serán precisamente las medidas que tome el gobierno ante la emergencia que hay. El futuro no es nada prometedor".

En EEUU, por cada 1% de paro se reduce en un 0,9% la natalidad

Es difícil estimar cuántos nacimientos se perderán en España porque no puede saberse todavía el alcance del impacto económico. En Estados Unidos un estudio del centro de investigación Brookings estima que habrá entre 300.000 y 500.000 nacimientos menos para 2021. "A medida que la recesión sea más profunda y duradera significa menos ingresos durante más tiempo, por lo que las mujeres no solo aplazarán los nacimientos, también decidirán tener menos hijos", señala la investigación. Los autores explican que por cada punto porcentual que aumenta la tasa de desempleo, se reduce en un 0,9 la ratio de natalidad, según lo que ocurrió en el país durante el periodo comprendido entre 2003 y 2018.

Pero los condicionantes de esta pandemia no tienen precedentes y son difícilmente comparables incluso con el mismo virus pero en distintos países, lo que dificulta también tener una estimación. En el caso de la mal llamada gripe española, el aumento de la mortalidad produjo un descenso del 12,5% en la natalidad en Estados Unidos. Sin embargo, al recuperarse el país del contagio, los nacimientos volvieron a subir ya que la economía, apoyada en la producción de material para la primera guerra mundial, no se vio tan trastocada. "Esto sugiere que el covid-19 puede generar todavía más impacto, ya que la crisis sanitaria conlleva también una económica y hay más formas de contracepción", apuntan los autores del estudio.

Durante el principio de la pandemia se fantaseaba con que las horas muertas del confinamiento trajesen un 'baby boom' en unos meses, pero esta leyenda urbana también se descarta fácilmente. "En pleno siglo XXI el sexo ya no está ligado a la natalidad porque hay muchas maneras de prevenir la fecundación. Es cierto que durante las guerras bajaba la fecundidad, pero porque las parejas se separaban y en tiempos de paz se ponían al día. Aquí es estructural y no nos recuperaremos cuando pase el virus", explica el demógrafo de la UAB.

Además, hay que tener en cuenta que los meses encerrados han pasado factura a muchas parejas y han aumentado los divorcios, lo cual también retrasará su descendencia hasta que encuentren de nuevo con quién hacerlo.

Lucía* llevaba tiempo pensando en congelar sus óvulos para poder ser madre cuando tuviese un proyecto de familia, pero ha sido la pandemia la que le ha dado el empujón definitivo. A sus 37 años, estos días se encuentra en pleno proceso para poder postergar su maternidad más allá del límite que marca la naturaleza. "A la edad y la familia se ha unido ahora el factor de la salud: creo que todavía no sabemos cuales son las consecuencias y secuelas del virus y en mujeres está menos estudiado, no sabremos hasta dentro de un tiempo si afecta o no a la infertilidad, así que decidí esperar".

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