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Reyero cede a la presión y no reprueba a su 'enemigo' Escudero por las residencias
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Podemos pidió que la votación fuera secreta

Reyero cede a la presión y no reprueba a su 'enemigo' Escudero por las residencias

Todas las miradas estaban puestas en el consejero de Políticas Sociales y en saber si apoyaría la reprobación de su 'compañero' o si acabaría cediendo a las presiones

Foto: Reyero, al fondo, observa a Díaz Ayuso y al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. (EFE)
Reyero, al fondo, observa a Díaz Ayuso y al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. (EFE)

El consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, decidió finalmente votar en contra de la reprobación del consejero de Sanidad, su compañero de Gobierno y sin embargo 'enemigo íntimo'. Reyero, en quien se posaban todas las miradas desde las diez de la mañana, asumió finalmente la disciplina de partido y las presiones recibidas en la última semana... pese a que ello supusiera votar en contra de todo lo que ha venido denunciando desde mediados de marzo: protocolos, abandonos y decisiones "poco éticas cuando no delictivas", como él mismo las describió, en la gestión de las residencias.

La portavoz de Podemos, la formación que promovía la PNL para reprobar a Escudero, Isa Serra, intentó un postrer movimiento y pidió antes de comenzar que la votación fuera "secreta y en urna", una prerrogativa que dependía del presidente de la Cámara, Juan Trinidad, de Ciudadanos. Podemos pretendía así que tanto Reyero como otros diputados naranjas "voten en conciencia y sin miedo a perder los cargos", lo que provocó las protestas de estos.

La Asamblea de Madrid rechaza reprobar al consejero de Sanidad por la pandemia

Finalmente fue "secreta pero electrónica", aunque el resultado de la misma no dejaba lugar a dudas: Reyero no había roto la disciplina de voto, aunque se ausentó en lo más duro del debate para no oír las acusaciones de la izquierda y cómo el PP defendía a su consejero. Volvió solo para votar y cuando apenas quedaban segundos de plazo: la reprobación fue rechazada por 34 a 36 votos de los 70 diputados presentes. Mientras los diputados del PP aplaudían en pie el resultado, el consejero de Asuntos Sociales volvió a abandonar inmediatamente la Cámara.

La sesión del pleno de la Asamblea regional contaba con una expectación nada habitual. Todos escudriñaban qué haría Reyero después de que este medio desvelara el miércoles el temor de su propio partido a que rompiera la disciplina de voto y se abstuviera o directamente apoyara la reprobación de su compañero en el Gobierno, el consejero de Sanidad, con quien lleva meses manteniendo una lucha nada soterrada por la gestión del covid y, sobre todo, en las residencias. Era el miedo a que un 'reyerazo' acabara adelantando la remodelación del Ejecutivo madrileño.

"Infiltrado de la izquierda"

El consejero, "a quien no se le ha quitado el rictus de la cara en todo el día", según varios diputados presentes, afrontaba una sesión de control solo, sin su jefe de Gabinete que le había dimitido el martes. Desde su escaño, asistió a los reproches al consejero de Sanidad mientras rumiaba en silencio el sentido de su voto en la reprobación. Una decisión que, más allá del simbolismo, no tendría consecuencias prácticas, puesto que el PP, el resto de Ciudadanos y Vox —que califica a Reyero de "infiltrado de la izquierda"— habían anunciado, ya que la rechazarían.

A lo largo de la mañana, el propio Reyero tuvo que defenderse de las acusaciones de "cobardía" por parte de Vox por "haberse quitado de en medio"

A lo largo de la mañana, el propio Reyero tuvo que defenderse de las acusaciones de "cobardía" por parte de Vox por "haberse quitado de en medio" en la crisis de las residencias. "Le puedo garantizar que yo no me he quitado de en medio, que yo sigo pensando que la responsabilidad de Políticas Sociales, y de las residencias, está aquí, está en esta comunidad autónoma, y está en esta consejería". Asumía culpas sin mentar a Sanidad.

Apoyar la reprobación de Escudero, abstenerse o ausentarse para no tener que rechazarla por parte de Reyero, supondría, según confirmaban fuentes populares del Ejecutivo, poner fin a la tregua entre Ayuso y Aguado y, en resumen, precipitar una crisis de Gobierno que todos dan por descontada. Votar en contra de la PNL de Unidas Podemos y no reprobar a su 'compañero' de Gobierno, por el contrario, quita el sentido a todas las denuncias que Reyero ha venido haciendo desde mediados de marzo, cuando desoyendo a su Gobierno pidió ayuda al vicepresidente Iglesias, reclamó la UME, exigió un mando único y acabó denunciando como "poco ético cuando no ilegal" el protocolo que privaba de los hospitales a un buen porcentaje de ancianos de las residencias.

Mientras Reyero se sabía centro de las especulaciones, el consejero del PP Escudero se iba defendiendo de las acusaciones de la oposición —las mismas que ha compartido durante meses el propio Reyero—: Sanidad "siempre ha estado presente en las residencias", y hemos seguido "en todo momento el criterio ético y clínico de los profesionales por mucho que ustedes —señaló Escudero a la oposición— mientan y manipulen". Reyero, al menos, no se levantó para aplaudir, como sí hicieron los diputados del PP.

Foto: Reyero y Aguado, en la pasada sesión de control de la Cámara regional. (EFE)

Reyero se ausentó y volvió para votar

Para el PP y sus socios, no hubo criterios políticos ni derivaciones por seguro privado "aunque luego sus ministros y sus jueces sí acudan a las clínicas privadas", lanzó un Escudero a la bancada de la oposición socialista. Para estos, la Comunidad de Madrid abandonó a los ancianos a su suerte y exigen la dimisión del consejero de Sanidad.

El presidente de la Cámara daba por concluida la sesión de la mañana en pleno cruce de reproches entre el PSOE y el consejero de Sanidad. La hora de la verdad —la votación— llegaría por la tarde, aunque antes, Escudero volvió a ser el centro de las acusaciones —"eugenesia", "negligencia", "abandono", "incapaz"— por parte de Podemos, Más Madrid y el PSOE, mientras que se jaleaba a Reyero con calificativos de "valiente" y le animaban a votar en conciencia. El PP aprovechó entonces para defender a Escudero, "y también a Reyero", que para entonces se había ausentado. Solo volvió para el momento de la votación.

Entre las filas 'populares' había "verdadera expectación" por saber qué era lo que finalmente haría el consejero de Ciudadanos. Aunque dejaban claro que era "un problema de Aguado: él debía demostrar que controla a sus consejeros", avisaban en fuentes regionales del PP. El vicepresidente y líder regional de Ciudadanos en la comunidad ya había tenido que garantizar que "todos los miembros del Gobierno" y "todos los miembros del grupo parlamentario de Ciudadanos" rechazarían la reprobación del consejero del PP. A última hora de la tarde, muchos respiraron: Reyero votaba contra la reprobación, respaldaba muy a su pesar la gestión de Escudero y aparcaba un tiempo más la crisis.

Otro error con las residencias

El de ayer no era precisamente el día para tener un nuevo error con las residencias por parte de la Consejería de Políticas Sociales... pero sucedió. El día anterior se había filtrado a una agencia un supuesto documento con un total de 44 residencias de Madrid que habían tenido que ser cerradas por la aparición de nuevos brotes de coronavirus.

Sin embargo, la dirección y los trabajadores de muchas de las que aparecían en ese listado que se difundió y fue recogido por varios medios de comunicación se mostraban sorprendidos: sus centros no solo no estaban cerrados sino que no se había detectado ningún brote.

Ante el nerviosismo y la intranquilidad de los familiares de muchos internos, y la desesperación del personal, la consejería de Reyero tuvo que corregir el error: no eran 44 residencias sino 25. Había 19 cuyos nombres se habían difundido sin tener un brote. El peor día para equivocarse con otro 'borrador'.

El consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, decidió finalmente votar en contra de la reprobación del consejero de Sanidad, su compañero de Gobierno y sin embargo 'enemigo íntimo'. Reyero, en quien se posaban todas las miradas desde las diez de la mañana, asumió finalmente la disciplina de partido y las presiones recibidas en la última semana... pese a que ello supusiera votar en contra de todo lo que ha venido denunciando desde mediados de marzo: protocolos, abandonos y decisiones "poco éticas cuando no delictivas", como él mismo las describió, en la gestión de las residencias.

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