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Sanidad solo tiene 150 funcionarios para controlar en las fronteras el covid en turistas
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ESPERAN REFUERZOS DE AENA

Sanidad solo tiene 150 funcionarios para controlar en las fronteras el covid en turistas

La precariedad con que el ministerio afrontó la pandemia en el punto crítico se traslada al control de fronteras, donde un cuerpo con más de 120 años solo tiene 150 sanitarios en plantilla

Foto: José Luis Ábalos visita Barajas para supervisar las medidas de seguridad para la prevención del Covid-19. (EFE)
José Luis Ábalos visita Barajas para supervisar las medidas de seguridad para la prevención del Covid-19. (EFE)
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En una semana comienza el verano y los turistas europeos empezarán a llegar a España. Normal en un año cualquiera, excepcional en este pandémico 2020. El país se prepara para demostrar al mundo que es seguro y así evitar que la crisis económica sea aún mayor. Pero este turismo será diferente. A su llegada a los puertos y aeropuertos, lo primero que verán esos viajeros hambrientos de sol y playa tras meses de confinamiento será a trabajadores (en algunos casos serán cámaras térmicas) dispuestos a tomarles la temperatura y pedirles sus datos médicos y de contacto. Será la nueva normalidad turística, ya estrenada en las Islas Baleares. La coordinación de ese trabajo llevará al límite a Sanidad Exterior, que solo cuenta con 150 médicos y enfermeros. Un número insuficiente. "Con el personal de Sanidad Exterior es inviable", dice Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), que espera los anunciados refuerzos de Aena.

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El trabajo de este departamento será clave para detectar los casos importados, uno de los riesgos más importantes en esta etapa de la pandemia, en palabras de Fernando Simón, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Entre el 11 de mayo y el 11 de junio, con las fronteras cerradas (salvo para los viajeros que cumplieran algunas de las excepciones) y pocos aeropuertos como puntos de entrada, España contabilizó 104 casos importados de covid-19. Con la reapertura al espacio Schengen del día 22 (salvo Portugal, cuya frontera se abrirá el 1 de julio), el control a los viajeros será aún más importante.

El personal de Sanidad Exterior lo componen unos 600 trabajadores, entre servicios centrales y periféricos, según datos facilitados por el Ministerio de Sanidad. En los centrales, 43 personas (41 funcionarias y dos de personal laboral) componen la plantilla de la Subdirección General de Sanidad Exterior, dependiente de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, adscrita a la Secretaría General de Sanidad. El resto está repartido en las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno. El servicio tiene una peculiaridad: depende orgánicamente del Ministerio de Política Territorial y Función Pública y funcionalmente del Ministerio de Sanidad. "Lo que no es fácil", señala en su página web la AMSE.

Foto: Un agente de la Policía Municipal de Madrid pone una multa durante el estado de alarma. (EFE)

Sanidad Exterior es una de las pocas competencias sanitarias que no han sido transferidas a las comunidades autónomas. Es un departamento con mucha historia (120 años), pero "muy desconocido", dice Faraco. "Siempre dependemos del Estado. La Constitución dice que la Sanidad Exterior es competencia exclusiva del Estado".

"No todos hacemos controles en frontera", apunta Faraco. Entre esos 600 funcionarios, hay veterinarios o técnicos de inspección farmacéutica y de drogas, además de médicos y enfermeros, que son una cuarta parte del total, según la presidenta de la AMSE. "Y los médicos no solo hacemos puertos y aeropuertos, también nos encargamos de las vacunas. En época de no pandemia, solo hacemos controles rutinarios. También está la parte de las alertas sanitarias, para las que estamos siempre disponibles, que sigue siendo rutina. Y luego está la situación actual".

"Ahora que tenemos el virus controlado, necesitamos impedir que vaya a peor, aparte de por nuestro comportamiento, porque venga gente de fuera enferma. El control de fronteras vuelve a cobrar importancia", apunta Faraco, que señala que en los últimos tres meses, con las fronteras cerradas y las llegadas de viajeros al mínimo, la carga de trabajo ya ha sido muy alta. "Lo que se nos está pidiendo en los grandes aeropuertos se está haciendo con mucho esfuerzo. A base de esfuerzo del poco personal que hay en esos sitios. Lo están haciendo porque es importante y corto en el tiempo. Si esto se prolongara, no se podría soportar".

placeholder Este lunes, empezaron a llegar turistas a las Islas Baleares. (EFE)
Este lunes, empezaron a llegar turistas a las Islas Baleares. (EFE)

Aena contratará un servicio externo

Para reforzar los controles en la frontera, el Gobierno incluyó en un real decreto ley del 9 de junio dos disposiciones adicionales que establecen que Aena y las autoridades portuarias deben poner a disposición de Sanidad Exterior "los recursos humanos, sanitarios y de apoyo necesarios con el fin de garantizar el control sanitario" de la entrada de pasajeros internacionales. En el caso de Aena, dice que "ambas partes formalizarán, con carácter previo al inicio de su colaboración, un convenio en el que se detallen los medios necesarios, aeropuertos en los que existirá el servicio, los procedimientos de coordinación, los derechos, obligaciones y responsabilidades de las partes". Ese convenio aún se está ultimando, dice una portavoz de la empresa pública.

"[Aena] aportará los medios humanos y tecnológicos necesarios tanto para la instalación y uso de las cámaras termográficas como para el desarrollo tecnológico del 'passenger location card", explica la gestora aeroportuaria. "Siguiendo las indicaciones de Sanidad, la actividad será realizada por personal de apoyo (no necesariamente de carácter sanitario), personal de enfermería, enfermero supervisor y médicos". Aena no ha facilitado aún la estimación de personal necesario para realizar esa labor, pero sí confirma que será externo. La compañía lo contratará a través de un servicio. Por tanto, la labor de control a los pasajeros en los aeropuertos será subcontratada.

Toma de temperatura y cuestionario a los pasajeros en los aeropuertos

Los profesionales de Sanidad Exterior esperan que su labor se limite a la coordinación de ese personal de refuerzo y no a la realización de los controles, porque si no sería inasumible. A eso hay que sumar la vacunación ("este verano no va a ser un problema", dice Faraco) y otras funciones, que no desaparecerán. "Tendremos una carga de trabajo superior a lo habitual, pero no seremos cuatro tomando la temperatura de mil aviones, porque eso es impracticable", comenta Faraco. En los dos últimos meses, salvo en las islas, donde hay un convenio de apoyo con Cruz Roja, eso sí lo ha hecho Sanidad Exterior.

"El trabajo no es difícil, pero es específico. Por eso debemos coordinar estos equipos. Porque si llega alguien con fiebre, nosotros sí sabemos lo que tenemos que hacer. Tenemos nuestros procedimientos y nuestros contactos con la comunidad autónoma. Un señor que ha sido contratado para tomar la temperatura no tiene por qué saber qué hacer cuando pasa eso. Nosotros sí, aunque sea algo ocasional. Tenemos un protocolo con los teléfonos para poder coordinarnos si pasa algo. Pero una persona contratada por Aena no tiene por qué tenerlo, no es su trabajo. Su trabajo es detectar esa fiebre y llamarme a mí", dice Faraco.

Foto: Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Un departamento mermado

Sanidad Exterior, como todo el Ministerio de Sanidad, ha perdido personal en la última década. "De 2012 a 2018, el Ministerio de Sanidad se ha visto mermado en 1.200 trabajadores en todas sus funciones, incluidas también las de la Sanidad Exterior", explica José Martínez Olmos, ex secretario general de Sanidad. "El ministerio necesita un refuerzo de personal", apunta. Durante la pandemia, se ha notado la falta de músculo de un ministerio con apenas competencias. "Ahora el músculo lo tenemos las comunidades, igual que la experiencia en la gestión", explicó hace unas semanas a El Confidencial Jesús Fernández, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha.

"Todas las funciones del Ministerio de Sanidad se vieron afectadas por la disminución drástica de personal al aplicar el principio de la tasa de reposición cero. Requiere un abordaje que sea en clave de planificación estratégica", recuerda Martínez Olmos. "Yo, estando de senador, hice esa propuesta. Había que hacer un plan de recursos humanos para el ministerio para dotarlo del número de personas necesario, con la formación necesaria, para los nuevos tiempos. Y uno de los elementos era Sanidad Exterior. Hay una carencia clara".

"De 2012 a 2018, el Ministerio de Sanidad se ha visto mermado en 1.200 trabajadores", dice el ex secretario general José Martínez Olmos

"Si Salud Pública era la hermana desheredada y expulsada de la Sanidad; no hay metáforas para reflejar la ausencia de medios y dotación en Sanidad Exterior", escribió hace unos días en Twitter el epidemiólogo Adrián H. Aginagalde. "Hemos perdido mucho personal. En la época precrisis, de 2005 a 2008, salían oposiciones y se renovaba la plantilla. Mi oposición es de 2006 y debo ser de las últimas. Tras la crisis, se hizo un recorte importante y se dejaron de convocar oposiciones. Y empezamos a quedarnos cortos de personal para condiciones normales, no para pandemias", explica Faraco.

Al principio de la crisis sanitaria, reforzar ese departamento tampoco era prioridad, opina la presidenta de la AMSE. "No sé hasta qué punto era posible. Probablemente ni se les pasó por la cabeza. Estarían con las residencias de ancianos, las mascarillas de los médicos... Intuyo que no importaba lo que fuera a pasar con Sanidad Exterior en dos meses. La Administración General de Estado es muy lenta. Contratar a alguien sigue siendo igual de lento en circunstancias como esta. La única manera de reforzar a una velocidad adecuada es hacer convenios con aeropuertos, puertos, Cruz Roja...".

En una semana comienza el verano y los turistas europeos empezarán a llegar a España. Normal en un año cualquiera, excepcional en este pandémico 2020. El país se prepara para demostrar al mundo que es seguro y así evitar que la crisis económica sea aún mayor. Pero este turismo será diferente. A su llegada a los puertos y aeropuertos, lo primero que verán esos viajeros hambrientos de sol y playa tras meses de confinamiento será a trabajadores (en algunos casos serán cámaras térmicas) dispuestos a tomarles la temperatura y pedirles sus datos médicos y de contacto. Será la nueva normalidad turística, ya estrenada en las Islas Baleares. La coordinación de ese trabajo llevará al límite a Sanidad Exterior, que solo cuenta con 150 médicos y enfermeros. Un número insuficiente. "Con el personal de Sanidad Exterior es inviable", dice Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), que espera los anunciados refuerzos de Aena.

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