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Salvador Illa pasa palabra: el ministro, experto en no contestar en la crisis
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Salvador Illa pasa palabra: el ministro, experto en no contestar en la crisis

El ministro de Sanidad insiste en que el Gobierno actúa con la máxima transparencia, pero en sus ruedas de prensa no siempre ha respondido sobre los test, las residencias o la desescalada

Foto: Salvador Illa, antes de comparecer en la Comisión de Sanidad del Congreso celebrada este jueves. (EFE)
Salvador Illa, antes de comparecer en la Comisión de Sanidad del Congreso celebrada este jueves. (EFE)

En apenas unos meses, Salvador Illa ha pasado de político de segunda fila a uno de los ministros con más exposición mediática que se recuerdan. Con una media de dos ruedas de prensa a la semana, más comparecencias en el Congreso de los Diputados, está siendo, junto al doctor Fernando Simón, la cara del Gobierno en esta pandemia. Más que el presidente Pedro Sánchez y que cualquier otro miembro del Ejecutivo de coalición.

Esa relevancia conlleva aparejado un mayor escrutinio. Un examen de sus declaraciones revela que cumple en las formas (no se le recuerda ni la más mínima subida de tono), pero no siempre en el fondo. En casi todas sus apariciones, Illa ha defendido la misma idea: que el Gobierno ha actuado siempre con la máxima transparencia en la gestión de la crisis sanitaria provocada por el covid-19. Pero sus ruedas de prensa no sostienen esa afirmación. Mientras defendía ese discurso, evitaba responder a preguntas concretas, unas respondidas semanas después y otras todavía sin respuesta tras más de dos meses de estado de alarma. Estos son tres ejemplos de asuntos en los que Illa no ha respondido a lo que le preguntaban.

Los test defectuosos

El 26 de marzo se conoció que uno de los primeros lotes de test rápidos comprados era defectuosos y tenían que ser devueltos. El Gobierno acabó devolviendo las 650.000 unidades. Un día después le preguntaron a Salvador Illa si se iban a tomar medidas contra los responsables de la compra de ese material, a lo que el ministro no respondió. Su respuesta empezó citando el número de test diarios que se realizaban en España, algo por lo que no le habían preguntado.

Dos semanas después, el 10 de abril, le hicieron una pregunta muy concreta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: "¿Por qué el Gobierno se niega todavía a facilitar el nombre del distribuidor español al que se compraron los test defectuosos en China?". Illa primero defendió que el producto adquirido cumplía todas las normas y después aseguró que no había habido una ocultación "de ninguna cuestión". "Pero tampoco va a haber, en un momento en el que necesitamos que todos los proveedores nos ayuden a adquirir productos... Porque además no se corresponde con la realidad. El producto, simplemente, al comprobarlo, entendimos que no reunía las condiciones para ser usado aquí".

Hasta el 21 de abril, casi un mes después de comprobar que los test eran defectuosos, el Gobierno no hizo público los detalles de esa compra. El proveedor había sido Interpharma, según el contrato colgado en la Plataforma de Contratación del Sector Público. "En un momento clave para adquirir material, decidí no poner presión sobre ningún proveedor", explicó Illa.

Las residencias

En la gestión de los datos de la pandemia, las residencias de ancianos son el mayor desacierto del Gobierno. Según los datos parciales proporcionados por las comunidades autónomas, los muertos en esos centros desde el inicio de la pandemia superan los 15.000. Sanidad ha dictado un protocolo y tres órdenes ministeriales, la última y más relevante el 3 de abril, regulando la información sobre las residencias que las comunidades deben proporcionarle. La fecha límite para que empezaran hacerlo era el 8 de abril. Mes y medio después, esos datos siguen sin ser públicos.

El 29 de abril, El Confidencial le preguntó al ministro por esos datos. Era la segunda pregunta sobre ese asunto en la rueda de prensa de ese día. "En cuanto tengamos esta información disponible, no se preocupe, la vamos a dar a conocer", respondió Illa. Una semana después, el 5 de mayo, la situación se repitió. "¿Por qué no se están dando estos datos referentes a las residencias de ancianos?", le cuestionaron. "Cuando tengamos la información analizada la daremos a conocer", respondió.

Los informes de la desescalada

Con la desescalada, el ministro también ha echado balones fuera. En concreto con los informes en los que se han basado las decisiones para autorizar el paso de fase de una comunidad. El 13 de mayo, cinco días después de que se comunicara el primer paso en la desescalada, el ministro fue preguntado por la publicación de esos informes. "Respecto a la transparencia, el Gobierno de España ha actuado siempre con los máximos estándares de transparencia", comenzó Illa. Pero no respondió a la pregunta.

"Quería preguntarle si el Ministerio de Sanidad, a la vista de las críticas que está recibiendo por parte de las comunidades, va a publicar esos informes de evaluación que se hacen semanalmente", le cuestionó El Confidencial el 15 de mayo. El ministro dio una respuesta de más de un minuto sin referirse a la publicación de esos informes. Pero dos días después, sí anunció que se harían públicos de manera escalonada: los de la fase 1 se publicarían cuando todas las comunidades dejaran atrás la fase 0. Eso es este lunes.

En apenas unos meses, Salvador Illa ha pasado de político de segunda fila a uno de los ministros con más exposición mediática que se recuerdan. Con una media de dos ruedas de prensa a la semana, más comparecencias en el Congreso de los Diputados, está siendo, junto al doctor Fernando Simón, la cara del Gobierno en esta pandemia. Más que el presidente Pedro Sánchez y que cualquier otro miembro del Ejecutivo de coalición.

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