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"Estado de alarma o caos": el Gobierno culpa al PP de un rebrote si no apoya la prórroga
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EL DEBATE, EL MIÉRCOLES EN EL CONGRESO

"Estado de alarma o caos": el Gobierno culpa al PP de un rebrote si no apoya la prórroga

"No se dejen arastrar por quienes se valen de bulos para acabar con la mejor defensa contra el covid-19. Si lo hacen, tendrán que responder ante los ciudadanos por un repunte de los contagios"

Foto: Los ministros de Sanidad y Transportes, Salvador Illa y José Luis Ábalos, este 4 de mayo en la Moncloa. (EFE)
Los ministros de Sanidad y Transportes, Salvador Illa y José Luis Ábalos, este 4 de mayo en la Moncloa. (EFE)

'Estado de alarma o caos'. El Gobierno no tiene un plan B si el Congreso no ratifica la prórroga del estado de alarma en el pleno de este miércoles, ni parece dispuesto a estudiar cualquier otro tipo de alternativas: “Si tiene grado de eficacia, mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar al caos”, advirtió este lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras defender los resultados de esta medida para combatir la pandemia del coronavirus. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, fue un paso más allá al pedir responsabilidad a los distintos grupos políticos, que a día de hoy rechazan aprobar la cuarta extensión, y señalar "especialmente al PP", hasta el punto de cargarles con la culpa de un posible rebrote si no apoyan el mantenimiento del estado de alarma. La presión se redobla: entienden que una abstención, que facilitaría el trámite parlamentario, "no es apoyar, equivale a un no".

Ábalos situó la negativa de los populares en el efecto arrastre que tendría Vox sobre esta formación: "No se dejen arrastrar por quienes se valen de bulos o burdas manipulaciones para acabar con la mejor defensa contra el covid-19. Si lo hacen, tendrán que responder ante los ciudadanos por un repunte de los contagios". Ninguna palabra dirigida a los socios de la investidura, que tampoco están ahora mismo en disposición de apoyar la prórroga.

Minutos antes de que se celebrase esta rueda de prensa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, habían hablado por teléfono. Una conversación de una hora, según reveló el propio Ábalos. "Interpretamos que el señor Casado no va a apoyar la medida y el presidente le ha advertido de que eso puede llevar España a un caos económico y sanitario". El también secretario de Organización del PSOE, peso pesado de la cúpula del partido y del Ejecutivo, no aclaró si ese 'no apoyar' de Casado se traducirá en un no o en una abstención, pero sí enfatizó que entiende que no es ningún farol. Tampoco se habría propuesto ningún plan alternativo, siempre según la versión del Gobierno. Paralelamente, se está negociando también con el resto de grupos, especialmente los que formaron el bloque de la investidura. "Si [en el PP] confían en que salga adelante [la nueva ampliación] por apoyo de otros grupos, es que han elegido situarse en el ámbito de la irresponsabilidad", denunció el número tres socialista.

Sánchez habla con Casado una hora y este le traslada que no apoyará la extensión, pero no aclara el voto. Ábalos insiste en que no da alternativa


El mensaje de que la única alternativa al estado de alarma es "el caos", ahora que comienza a aplicarse el plan de desescalada, volvió a ser repetido por el ministro de Transportes mientras leía los papeles que tenía sobre el atril. "La alternativa solo es el caos y el desorden", insistió, para luego asegurar que no estaría pidiendo ningún acatamiento ni cheque en blanco y argumentar que no se trata de "una medida política ni ideológica, sino pensada para el interés de España".

Foto: Pedro Sánchez, durante la octava conferencia de presidentes, con Teresa Ribera, Salvador Illa y Carolina Darias, este 3 de mayo. (JM Cuadrado | Pool Moncloa)

No hay otra salida

Sánchez ya había advertido este fin de semana de que "no hay plan B. El único plan es el estado de alarma". Un aviso a la oposición que este lunes volvió a subir de tono, después de que el presidente asegurase durante su comparecencia del fin de semana que no hay otra solución para detener la pandemia. "Es una necesidad" para que no haya rebrotes del covid-19 y se ha probado, además, como "un instrumento eficaz", "el único instrumento", para detener la expansión del virus, concluyó. Argumentos que han ido apuntalando sus ministros en los últimos dos días.

Al Gobierno no le vale la abstención, porque el PP gobierna en CCAA. Si "confían" en que la alarma salga por otros grupos, es una "irresponsabilidad"

El Ejecutivo defiende que no son válidas otras figuras que se han mentado, como la Ley General de Salud Pública de 2011​ o la Ley Orgánica de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública de 1986, puesto que ninguna de ellas permite controlar la libertad deambulatoria y prohibir la movilidad entre provincias. Así que Casado, dijo Ábalos, no ha puesto sobre la mesa ningún plan alternativo que cuente "con la suficiente fuerza como para cuestionar un derecho tan básico como la libre circulación" de personas. "Para las necesidades de control de la infección comunitaria, se necesita limitar los movimientos en todo el territorio del Estado, la libertad de empresa, la libertad de salir de España, etc. Las dos leyes citadas no dan esa cobertura, y la de 2011 no tiene rango de orgánica", indica un ex alto cargo socialista que conoce bien la letra pequeña de la norma promovida por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

En el seno del Ejecutivo, cunde la sensación de que el PP se encuentra en una estrategia de enfrentamiento, por lo que no busca acuerdos, aunque sí apoyó las prórrogas anteriores. El jefe de la oposición pone en cuestión tanto la falta de información como que Sánchez no le esté llamando para negociar las votaciones.

La nueva prórroga del estado de alarma, en el aire

Junto al "caos", el otro mensaje fuerza del Gobierno es el de "responsabilidad". Una responsabilidad que otorgan a la ciudadanía pero que ponen en duda en el caso de los grupos políticos. En esta línea, defienden que el estado de alarma no respondió "a un capricho del Gobierno, sino a una situación muy grave que requería actuar con máxima responsabilidad para ser eficaces en la lucha con el covid-19". Una medida que, insisten, es coherente con las que están tomando todos los países de nuestro entorno.

Desde el inicio del estado de alarma, el 14 de marzo, el incremento medio de los contagios ha pasado del 35% al 0,16% de las últimas 24 horas, por lo que, según Illa, "si perdemos este instrumento, nos abocamos a un caos sanitario y, por ende, económico". "Empezamos esta octava semana con unas medidas de alivio puestas en práctica y el objetivo es que esta semana tengamos incrementos inferiores al 1%", añadió, abriéndose a poner en marcha la desescalada "de forma flexible y asimétrica" con una estrategia que se tratará este lunes por la tarde con los distintos consejeros de Sanidad de las diferentes comunidades autónomas. Eso sí, repitió que para seguir controlando la epidemia, "es imprescindible el estado de alarma" y que ahora habrá que reforzar los sistemas de atención primaria de cara a aumentar su capacidad de testeo y realizar una vigilancia exhaustiva de las personas con diagnóstico positivo.

Foto: Entrada a una UCI del hospital San Pedro de Logroño, en La Rioja, el pasado 30 de abril. (EFE)

No a un nuevo decreto de alarma

Para ello, el Gobierno echa mano de la oferta de "cogobernanza", que resumen en la voluntad de "trabajar conjuntamente con todos los niveles de la Administración, muy en particular con las comunidades autónomas, cuyo concurso es esencial para poder llevar a cabo con éxito el papel de la desescalada", según ha explicado Illa. Precisamente porque el PP gobierna en varias comunidades autónomas, Ábalos justificó que su jefe de filas, Pablo Casado, no se puede abstener al "estar comprometido con la gobernanza" en distintos territorios. "El PP está gobernando y gestionando esta pandemia con el Gobierno de España", concluyó, para recalcar también que no se puede "empezar de cero" con un nuevo decreto de estado de alarma —sus primeros 15 días en vigor no requieren del aval de la Cámara Baja—, en lugar de una prórroga del actual, porque significaría un retroceso.

El Ejecutivo recuerda que hay medidas económicas ligadas a la alarma por la causa de "fuerza mayor". Ábalos niega que se plantee cuestión de confianza

El Gobierno también ha recordado, como elemento extra de presión, que si decae la alarma, entonces decaen medidas económicas como el pago de los ERTE, las moratorias o la liquidez para pymes y autónomos. Ábalos alegó que es el marco de la alarma el que ofrece protección jurídica, porque en él se fundamenta la causa de fuerza mayor que obliga a estos sectores a parar su actividad comercial. "Si el Estado le está diciendo al ciudadano que no puede trabajar, tendrá que compensarle", explicó.

Salvador Illa: "Mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar al caos"

El número tres negó radicalmente que el presidente baraje una cuestión de confianza. Esa opción "no se ha planteado ni en público ni en privado". "Es falso. A nadie se le ocurre plantear una medida como esta porque el Gobierno no está débil, otra cosa es que se le quiera debilitar", subrayó Ábalos, haciendo hincapié en que la coalición con Unidas Podemos está fuerte.

'Estado de alarma o caos'. El Gobierno no tiene un plan B si el Congreso no ratifica la prórroga del estado de alarma en el pleno de este miércoles, ni parece dispuesto a estudiar cualquier otro tipo de alternativas: “Si tiene grado de eficacia, mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar al caos”, advirtió este lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras defender los resultados de esta medida para combatir la pandemia del coronavirus. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, fue un paso más allá al pedir responsabilidad a los distintos grupos políticos, que a día de hoy rechazan aprobar la cuarta extensión, y señalar "especialmente al PP", hasta el punto de cargarles con la culpa de un posible rebrote si no apoyan el mantenimiento del estado de alarma. La presión se redobla: entienden que una abstención, que facilitaría el trámite parlamentario, "no es apoyar, equivale a un no".

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