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Los terraplanistas del covid llegan al TS: "No hay pruebas de que exista el coronavirus"
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CON LA REVISTA 'DSALUD' COMO PORTAVOZ

Los terraplanistas del covid llegan al TS: "No hay pruebas de que exista el coronavirus"

Una revista conocida por defender controvertidas teorías sin respaldo de la comunidad científica da cobertura a acciones judiciales y trata de demostrar la inexistencia de la epidemia

Foto: Foto: EC.
Foto: EC.

En la pequeña redacción de un edificio de oficinas de Majadahonda, sobre los bajos ocupados por un supermercado Hiber, la plantilla de la revista 'Discovery DSalud', de menos de una decena de personas, acude a diario a su lugar físico de trabajo sin medidas de protección en plena pandemia coronavírica. Con más de 22.500 muertos encima de la mesa, otros miles ingresados en hospitales y centenares tratando de salvar la vida en unidades de cuidados intensivos (UCI) por toda España, en el universo de José Antonio Campoy, director y fundador de esta publicación impresa y digital, con 35.000 seguidores en Facebook y medio millón de lectores mensuales en Internet, según sus estadísticas, el covid-19 es una enfermedad por demostrar. “Vamos todos a la redacción. Igual que cuando empezamos hace 22 años. Nadie se pone mascarilla. Ni aquí ni en ningún lado, y todos estamos bien. Tengo ocho hermanos, seis cuñados y 17 sobrinos y todos están sanos. Tengo 65 años a punto de cumplir 66 y se supone que formo parte de los grupos de riesgo”.

Ese escepticismo es la base del número de abril, dedicado en gran parte a analizar la pandemia desde una perspectiva negacionista.

“Tras una investigación rigurosa seguimos sin encontrar prueba científica alguna de la existencia del famoso coronavirus chino SARS-CoV-2, de su aislamiento, purificación y secuenciación y, por tanto, de que los test diagnósticos que se utilizan para detectarlo sean fiables. Es más, ¿quién, cómo, cuándo y dónde se han comparado los ARN de todos los coronavirus que se dice existen para asegurarse de que los trozos que se han usado para detectar con la RT-PCR el presunto SARS-COV-2 son exclusivos? De hecho, dan entre un 47% y un 80,33% de falsos positivos, algo que se le está ocultando a la población”, señala la entradilla del reportaje que más lejos ha ido en enfoques conspirativos de cuantos ha publicado 'DSalud' desde marzo cuestionando toda la estrategia oficial contra la enfermedad.

“Hemos revisado 4.000 grupos que dicen tener la secuencia. Los chinos aseguraron que habían secuenciado el virus al poco de descubrirse. Pero no hay ADN, no encontramos el trabajo. Se pasa un enlace de una web china, pero ese trabajo no está. No sabemos dónde está”, asegura Campoy tras ser preguntado por El Confidencial pese a que se han publicado ya decenas de trabajos sobre la secuencia genómica del covid-19 y sus mutaciones. Las secuencias completas están incluso publicadas online.

Licenciado en Ciencias de la lnformación, Campoy trabajó en RTVE, en 'ABC' o en la Agencia EFE. Presume de haber sido profesor de periodismo de 5.000 alumnos, incluido Pedro Piqueras. Desde 1999 dirige 'Discovery DSalud', editada por una sociedad limitada, Ediciones MK3, de la que es presidente y que en los últimos cinco años ha facturado casi tres millones de euros (520.000 euros en 2018). La revista es un medio de vida y un negocio como pantalla de anunciantes de todo tipo de productos homeopáticos y alternativos a la medicina oficial. Un anuncio a doble página en la edición impresa cuesta 4.800 euros. Una ‘banner’ superior en la digital oscila entre 1.800 y 1.500 euros, según su régimen tarifario.

Esa duda sobre la existencia del virus da pie al director de la publicación a editorializar este mes con un contundente “Injustificada alarma mundial” que resume el ideario de su responsable. “Durante milenios los seres humanos hemos enfermado porque perdíamos el equilibrio interno al beber agua no potable o alimentos mal conservados o en descomposición, teníamos déficits nutricionales o entraban en nosotros microbios ajenos que alteraban el microbioma propio y, por ende, nuestro sistema inmune”, escribe Campoy. Y añade: “Hay que entender de una vez que la solución a nuestros problemas de salud no está en la medicina, que ni las vacunas ni los fármacos son la solución, que ante cualquier situación de malestar lo que hay que hacer es recuperar la homeostasis y eso pasa por desintoxicar, nutrir y equilibrar el organismo para que funcione correctamente y el microbioma esté en perfecto estado a fin de que no puedan proliferar microbios patógenos ni células malignas”.

Campoy: "Hay que entender que la solución a nuestros problemas de salud no está en la medicina. Ni vacunas ni fármacos son la solución"

Equilibrio interno, microbioma, prevención ante las vacunas y los fármacos… 'DSalud' promueve la idea de que en estado de homeostasis (autorregulación) un organismo bien nutrido es capaz de superar por sí mismo cualquier patología degenerativa o crónica, cáncer incluido. Una fórmula mágica que sirve también para el coronavirus, del que llega a cuestionar su existencia, insinuando que la enfermedad no es más que la consecuencia de un desequilibrio inmune. “¿O por qué cree que incluso en las epidemias y pandemias más virulentas siempre hay personas que no enferman? La respuesta está en la homeostasis y la potenciación natural del sistema inmune”. Y el texto editorial remata: “O mucho nos equivocamos o pronto se someterá obligatoriamente a toda la población a alguna vacuna no ya inútil o ineficaz sino peligrosa”. La ansiada solución para la inmensa crisis sanitaria que vive medio planeta es vista como un riesgo por 'DSalud'.

placeholder El edificio de oficinas de Majadahonda donde tiene su sede la revista de Ediciones MK3. (Google)
El edificio de oficinas de Majadahonda donde tiene su sede la revista de Ediciones MK3. (Google)

“Hay mucha gente que realmente cree que es una revista de salud. Incluso que es la revista de medicina de Discovery Channel”, contrapone Emilio Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Seudocientíficas (APETP) y autor del libro ‘Las pseudoterapias’. “No sé hasta qué punto algunos son científicos desnortados”, afirma sobre el comité asesor de la revista 'DSalud', en el que aparecen algunos nombres que llaman la atención. No hay solo de médicos e investigadores en oncología, biomedicina o cirugías que han protagonizado controversias con sus tratamientos. También figuran en ese frontispicio personas que han escrito libros de divulgación, que desarrollan terapias complementarias o médicas validadas o disfrutan de cierto reconocimiento.

“Hay mucha gente que realmente cree que es una revista de salud. Incluso que es la revista de medicina de Discovery Channel”, advierte Molina

Es el caso del doctor Ramón Cacabelos García, presidente de Euroespes, una biotecnológica gallega que cotiza en el MAB, participada por Moira Capital. El Confidencial se ha puesto en contacto con Euroespes para preguntar a Cacabelos, que entre otras investigaciones trabaja en fármacos contra el alzhéimer, si respalda las teorías de 'DSalud', aunque no ha habido respuesta.

Molina recuerda algunos de los antecedentes informativos de la publicación, como los reportajes dedicados a loar las ideas de Ryke Hamer, médico alemán inhabilitado ya fallecido que creó la llamada Nueva Medicina Germánica, una teoría pseudocientífica que sostenía que el cáncer era producto de un conflicto emocional interior no resuelto. Contrario al uso de radioterapia y quimioterapia, algunos sus pacientes fallecieron sin recibir cura con sus tratamientos alternativos y Hamer llegó a ser arrestado y acusado de malas praxis oncológicas con resultado de muerte. Uno de sus discípulos en España, el doctor Fermín Moriano, colaborador de 'DSalud', falleció de cáncer tras renunciar al tratamiento, según publicó la propia revista.

Gran parte del reportaje de 'DSalud' que cuestiona la existencia del virus se basa en poner en duda el trabajo de aislamiento y secuenciación del patógeno por parte de un equipo de investigadores chinos liderados por el doctor Na Zhu, publicado el 24 de enero en 'New England Journal of Medicine'. Sin el virus aislado, no es posible secuenciar su genoma y, por tanto, todo lo que viene después, como los test de PCR, no sirven, es la tesis del artículo contrario a la investigación de Zhu. Sin embargo, Rafael Abad, médico del Hospital de Galdakao y miembro de APETP, explica que esa teoría cae por su propio peso porque el trabajo de Zhou “es impecable”. “Se basan en algo que no es verdad porque el virus sí se ha aislado y secuenciado y lo explican perfectamente”, señala.

Entre los expertos a los que recurre 'DSalud' para sustentar su artículo negacionista, figura Stefan Lanka, considerado discípulo de Hamer y negacionista del virus del sida y otros patógenos como el sarampión.

Cuando salen por la televisión tres ministros a aterrorizar a la población hay personas enfermas con todo tipo de patologías cuyas defensas bajan

En su día, también tuvo hueco en 'DSalud' la defensa del fármaco Bio-bac, un complemento alimenticio basado en encimas cuyo uso se extendió como antitumoral fuera de los circuitos facultativos. Su fabricante Rafael Chacón fue juzgado y absuelto de un delito contra la salud pública porque el tribunal consideró que el producto era inocuo, es decir, no tenía ningún efecto adverso sobre la salud, pero tampoco era reconocido por la Agencia del Medicamente como fármaco anticancerígeno. Es lo que ocurre con muchos complementos homeopáticos. Se toleran en herbolarios y parafarmacias, pero la medicina no los contempla como tratamientos y advierte que no pueden ser sustitutivos. Chacón sí fue sentenciado a cuatro meses por un delito contra los consumidores por un etiquetado erróneo. El Bio-bac basado en la patente del padre de Chacón, Fernando Chacón, se sigue comercializando como complemento alimenticio potenciador del sistema inmunológico bajo el nombre de Renoven.

Avelino Gutiérrez, que fue jefe del Servicio de Microbiología del Hospital de La Paz, fue uno de los testigos de la defensa de Chacón. En las vistas, según las crónicas del juicio celebrado en 2014, citó como propiedades del Bio-bac, además de la estimulación inmunológica, la destrucción de células tumorales, algo que no reconoce la Agencia del Medicamento. Gutiérrez también forma parte del consejo asesor de la revista 'DSalud'.

placeholder La revista cuenta con su canal de televisión en Youtube con 33.000 suscriptores.
La revista cuenta con su canal de televisión en Youtube con 33.000 suscriptores.

El confinamiento, en el Supremo

Otro de los protagonistas de las páginas y vídeos en YouTube (la empresa tiene un canal propio con 33.000 suscriptores) de la publicación es el abogado Luis de Miguel Ortega, al que se presenta como defensor de quienes promueven y utilizan las terapias no farmacológicas y lo que denomina “medicinas no convencionales”. De Miguel, que se ha enfrentado también judicialmente al Ministerio de Sanidad para que le entregue “las pruebas de la seguridad y eficacia de las vacunas”, es uno de los letrados que ha recurrido al Tribunal Supremo cuestionando las medidas de confinamiento del real decreto de estado de alarma publicado el 17 de marzo por el Gobierno y refrendado por el Congreso de los Diputados.

El abogado, que se persona como representante legal de una asociación de consumidores llamada ACUS, quiere que el Gobierno le proporcione todos los documentos e informes que justifican las medidas de encierro domiciliario. Alega que se basan solo en la “presunción de veracidad” de la declaración de pandemia por parte de la OMS y cuestiona que ello justifique la suspensión de derechos fundamentales como la libertad de circulación, la economía de libre mercado o la libertad de culto.

En declaraciones a El Confidencial afirma que su asociación actúa de forma independiente a la revista y que prepara una acción de amparo ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales. Habla de “ocultamiento y falta de trasparencia” del Gobierno y de la OMS a la hora de enseñar los informes científicos que justifican la declaración de la pandemia. “Tenemos las conclusiones de la OMS, pero no sabemos de dónde las sacan”, afirma lanzando sospechas sobre la veracidad de la organización internacional.

Preguntado sobre cómo es posible que haya tantos muertos y enfermos de una patología que no considera probada, José Antonio Campoy, que también llegó a cuestionar en una de sus portadas la existencia del VIH, expone su propia teoría: “Cuando salen por la televisión tres ministros todos los días a aterrorizar a la población hay personas muy crédulas y enfermas con todo tipo de patologías cuyas defensas bajan. Se deprimen y generan enfermedades psicosomáticas. Si a alguien le hacen creer que se va a morir, se muere”.

A su juicio muchos fallecimientos son producto de personas que han acudido a urgencias “con un catarro” y que han sufrido ataques de pánico y ansiedad en el hospital. “Les falta la respiración, se los llevan a las UCI y allí se bloquean completamente”, insiste. Esa saturación de enfermos en las habitaciones hospitalarias explica también la elevada tasa de fallecimientos en residencias de ancianos, según las teorías del editor de la revista de seudomedicina: “Se han muerto por falta de atención médica”, aventura. Toda explicación es plausible para los negacionistas del covid menos aceptar la existencia y letalidad del virus.

En la pequeña redacción de un edificio de oficinas de Majadahonda, sobre los bajos ocupados por un supermercado Hiber, la plantilla de la revista 'Discovery DSalud', de menos de una decena de personas, acude a diario a su lugar físico de trabajo sin medidas de protección en plena pandemia coronavírica. Con más de 22.500 muertos encima de la mesa, otros miles ingresados en hospitales y centenares tratando de salvar la vida en unidades de cuidados intensivos (UCI) por toda España, en el universo de José Antonio Campoy, director y fundador de esta publicación impresa y digital, con 35.000 seguidores en Facebook y medio millón de lectores mensuales en Internet, según sus estadísticas, el covid-19 es una enfermedad por demostrar. “Vamos todos a la redacción. Igual que cuando empezamos hace 22 años. Nadie se pone mascarilla. Ni aquí ni en ningún lado, y todos estamos bien. Tengo ocho hermanos, seis cuñados y 17 sobrinos y todos están sanos. Tengo 65 años a punto de cumplir 66 y se supone que formo parte de los grupos de riesgo”.

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