Abascal, Vox y la guerra de los Goya: "No me gusta el cine que viene a tocarnos las narices"

Santiago Abascal será el gran ausente político de la gala de los Goya este sábado en Málaga, aunque desde su entorno más cercano no dudan de "que serán, él y Vox, el centro de los ataques. No pasa nada. Contestaremos en redes (siempre que Twitter les devuelva la cuenta, censurada por la red social por asegurar que el Gobierno financia con dinero público la pederastia). Pero no podíamos estar porque, entre otras cosas, pondríamos en evidencia a actores y directores: en esa gala, el que calla o no ataca a Vox, se convierte en cómplice". Mientras en la alfombra roja —demasiado, para el gusto de Vox— desfilen asistentes y nominados, Abascal preferirá ver "a Clint Eastwood, Mel Gibson o al que haga falta".

El año pasado, la Academia decidió no invitar a la Gala de los Goya que se celebraba en Sevilla más que a los partidos con representación parlamentaria, lo que dejaba a Vox fuera. El líder de la formación de extrema derecha aseguró entonces que "tampoco teníamos ninguna gana de ir", para a continuación, en un mitin, calificar de "mafia" a quienes viven "en torno al cine y que persigue a los propios actores y directores que no son afectos a la izquierda o la extrema izquierda". Este año, la invitación sí llegó a la sede de Vox, "pero no se le dio importancia y Santiago la rechazó inmediatamente", dice una persona que estuvo en la decisión. "Aunque no niego que yo, personalmente, veo una oportunidad: estar en el centro de los ataques nos conviene... Al final se descartó enviar a nadie porque —asegura esa misma fuente— pondríamos en un brete a los actores y directores que no nos atacaran".

"Estamos hartos de que nos hablen mal de nuestros padres y abuelos..." 'Mientras dure la guerra' no le satisfará. Ni aunque Franco puede ganar un Goya...

El copresentador de la gala, Andreu Buenafuente, prefiere no hablar de Vox: "Tengo por costumbre no hablar de Vox en serio, y me va de miedo", lo que fue inmediatamente contestado por el eurodiputado de la formación, Hermann Tertsch, quien le trató de "miserable" en un tuit en el que ya aprovechó para incluir a "Wyoming, la tal Alonso (Anabel) y Doleras (sic) (Leticia)" que en la ceremonia del pasado año no dudaron en atacar al partido del ausente Abascal, lo mismo que Pedro Almodóvar o Borja Cobeaga.

Vox y el cine son como el agua y el aceite. Abascal —en un mitin en el que sus seguidores le pedían no ir a la gala— se mostraba convencido de que "el primer director o grupo de actores que se dedique a bucear un poco en las glorias de España y poder llevarlas al cine va a conseguir que los españoles vuelvan a las salas. Estamos hartos de que nos hablen mal de nuestro país, hartos de que nos hablen mal de nuestra patria, de que nos hablen mal de nuestros padres y nuestros abuelos...". No parece que 'Mientras dure la guerra', la más nominada este año, colme esas aspiraciones. Y eso que hasta Franco puede ganar un 'cabezón'.

100 medidas de Vox, ni una palabra al cine

En el programa con el que Vox acudió a las pasadas elecciones del 10-N no hay mención directa al cine. De las "100 medidas urgentes para España", cuatro están dedicadas a "Tradiciones y Cultura", y de ellas, una a la protección de la tauromaquia, otra a la caza y la pesca y otra más al mundo rural. Solo afectaría al cine el apartado que postula "impulsar una ley de mecenazgo para que particulares y empresas puedan participar en la creación cultural, aumentando la deducción fiscal de las aportaciones, así como en la restauración y conservación del extenso patrimonio cultural español. A nivel cultural fomento del arraigo a la tierra, manifestaciones folclóricas y tradiciones de España y de sus pueblos dentro de la óptica de la Hispanidad". Del cine, ni una palabra. No es de extrañar que cuando recibió la invitación hace unos días no le diera "mucha importancia".

Para saber cuáles serían los planes de Abascal y su partido con respecto al cine, hay que acudir al libro-entrevista "España vertebrada" entre Fernando Sánchez-Dragó y Abascal, con la presencia del asesor y amigo del líder de Vox, Kiko Méndez Monasterio. En esa conversación, entre cordero y chimenea, Abascal confiesa que las películas que le gustan son "las de John Wayne, las de Clint Eastwood... 'Gran Torino', por ejemplo, aunque me fastidia cómo acaba, porque el protagonista se deja matar". En esa misma conversación asegura que "me molestan algunas películas españolas. Son truculentas y siempre sacan lo peor".

Subvencionar solo el cine patriótico

Sobre si retiraría las subvenciones al cine español, no lo tiene muy claro. "Supongo que sí. En lo relativo a la cultura tiene que existir lo que la gente quiere ver, o leer, o escuchar. No me gusta el cine que viene a tocarnos las narices y a producir películas para que nos sintamos mal", le cuenta Abascal a Dragó. Pero, sin embargo, sí está a favor de subvencionar algunas películas: "Me alegré en cambio cuando ayudaron a Garci (Esperanza Aguirre con una polémica y millonaria subvención para los fastos del bicentenario de 1808 y producir una película que acabó siendo un fracaso en la taquilla) para que hiciese 'Sangre de mayo', que me pareció muy buena, aunque era excesivamente larga y le faltaba algo de ritmo".

"El Estado debe conceder subvenciones solo a las películas que fomenten el patriotismo (...) Ayudaría a que los españoles nos conociéramos mejor"

Y aquí llega el quid de la cuestión de las subvenciones para Abascal. "Creo que el Estado tiene que conceder subvenciones solo a las películas que fomenten el patriotismo (...) Ayudaría a que los españoles nos conociéramos mejor. En ese caso sí que merecería la pena gastar dinero público, porque saldría beneficiado no solo el productor, sino también los espectadores".

Abascal tiene muy claro cuáles son las películas que él haría: "Las de Garci, por ejemplo, y sobre todo las que evocaran la Reconquista, la Hispanidad y la guerra contra los franceses". Y a ellas sí las subvencionaría. De hecho, el año pasado respondió a las críticas de los Goya amenazando con "hacer esa película sobre Blas de Lezo. Es evidente que hay un público que garantiza el éxito. Deberíamos pedirle a Elvira Roca Barea (historiadora) que contribuya al guion. Y yo estoy dispuesto a irme a buscar a Mel Gibson si aquí no hay quien quiera realizarla o invertir en ella". Un año después, no se tiene noticia de que Mel Gibson haya respondido, Franco puede llevarse un Goya y Abascal, el ausente, preferirá ver Gran Torino "aunque Eastwood se deje matar...".