Hacienda está detrás del adiós de Lorenzo: le exige más de 40 millones pese a vivir en Suiza

Jorge Lorenzo justificó el jueves su retirada del motociclismo en las caídas y las lesiones que han lastrado su rendimiento. Pero en el 'paddock' apuntan más factores que han influido en su decisión y rendimiento: Hacienda ha levantado actas al piloto que suman más de 40 millones de euros por no tributar en España entre 2013 y 2016, según fuentes próximas al organismo. La Agencia Tributaria considera que era residente fiscal en España aunque viviera en Lugano (Suiza) porque estima que tenía aquí su centro de intereses. El fisco usa como prueba la mansión en Barcelona que Lorenzo promocionó en 2013 en un polémico vídeo de Monster. El caso, con una cuantía sin precedentes en deportistas, no va por la vía penal, lo que augura un largo y duro contencioso en el que Lorenzo tiene sus argumentos.

La mayoría de pilotos de Fórmula 1 y motociclismo trasladaron hace años su residencia fiscal fuera de España. Lorenzo y Dani Pedrosa viven en Suiza, como Fernando Alonso. Otros residen en Andorra. Como pasan más de la mitad del año viajando, Hacienda no les puede aplicar el criterio de que pasan más de 183 días al año en España para considerarlos residentes fiscales y, por lo tanto, contribuyentes.

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R. Rodríguez

Sin embargo, algunos están recibiendo inspecciones de Hacienda. El mayor afectado es Jorge Lorenzo, piloto de Honda de Moto GP y campeón del mundo en distintas categorías en 2006, 2007, 2010, 2012 y 2015. Según explicó la publicación especializada 'Speedweek', el pasado mes de junio los inspectores le visitaron durante el Gran Premio de Barcelona. Además, en octubre de 2018 Andorra, donde tuvo su residencia antes de ir a Suiza, publicó en su boletín oficial que le intentaba trasladar "una notificación en materia de intercambio fiscal", presumiblemente de España. Según fuentes del sector, aunque Lorenzo no pasa en España ni medio año y tiene una mansión en Lugano (Suiza), la Agencia Tributaria le ha levantado actas al considerar que es contribuyente español.

Para Hacienda, Lorenzo tiene en España su "centro de intereses", puesto que aquí se corren cuatro grandes premios (de un total de 19 en el mundo), lo organiza una empresa española y su mánager y sus abogados son españoles. En esos casos, lo siguiente es mirar si tiene una residencia, y Lorenzo tuvo una mansión en el Maresme catalán.

La mansión la dio a conocer él mismo en un vídeo de Monster en el que aparecía rodeado de chicas en bikini. "Esa imagen de mí no es la real", explicó después el piloto para rebajar la polémica que se suscitó. El vídeo se emitió a finales de 2013 y solo días después, como adelantó este diario, Hacienda le abría una megainspección. Fuentes del sector explican que era un comentario recurrente en la delegación de Hacienda en Barcelona lo mal que había sentado el vídeo.

Por cuatro ejercicios, Hacienda le reclama entre cuotas, multas, intereses y recargos, una cantidad que en el sector cifran en más de 40 millones de euros. Aunque el umbral de delito fiscal está enn 120.000 euros, el caso no está en vía penal porque no ha habido ocultación ni simulación -otros de los requisitos- y todo estaba declarado. Lo previsible es un largo procedimiento ante el Tribunal Económico Administrativo Central y después ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.

En el sector consideran un error grave que Lorenzo se comprara una mansión y señalan que en esos casos hay que procurar no tener ninguna propiedad en España. Aun así, el piloto ha presentado una batería de pruebas para demostrar que pese a que su entorno estuviese en España todas las decisiones las tomaba él personalmente en Lugano y que allí se negociaban los contratos con las escuderías y patrocinadores.

Fuentes del sector explican que Lorenzo estuvo mal aconsejado en estos temas pero que ya ha cambiado de asesores. Lorenzo se deshizo de su mansión en 2015 después de haberla puesto a la venta por 6,5 millones de euros. Aun así, es una de las principales pruebas que usa Hacienda. La Agencia Tributaria no comenta casos particulares y un portavoz de Lorenzo no respondió al mensaje de este diario.

Suiza ha contraatacado alegando que Lorenzo reside en Lugano y es contribuyente suyo, algo que también ha hecho con José María Aristrain o el Reino Unido con Sito Pons, acusados los dos en España de delito fiscal. Los dos países tienen un convenio de donle imposición para decidir dónde deben tributar en estos casos.

Para que en el futuro no haya estos problemas, Hacienda ha remitido unas directrices a los principales fiscalistas del sector para que a partir de ahora los pilotos tributen como no residentes por las carreras que se corren en España. Hacienda ha estudiado los tipos de contratos que hay en el sector y elaborado una guía. Aunque no distingue por deporte, su principal objetivo son los pilotos de motociclismo, ya que es el país con más carreras y más deportistas. De los punteros, solo Marc Márquez sigue siendo residente fiscal en España.

La Agencia Tributaria insistió en que eso no aparcaba las inspecciones en marcha. Los que se han ido a Andorra se están encontrando con problemas para justificar su residencia porque usan generalmente el aeropuerto de Barcelona para entrar y salir y el criterio de Lorenzo afeta a la mayoría de la parrilla.

Lorenzo, mallorquín de 32 años, ha vivido una dura temporada en Moto GP. A falta de la última carrera, va decimonoveno en el Mundial con Honda y el año pasado fue noveno con Ducati. Fuentes del 'paddock' relacionan su mal año con sus problemas fiscales unido a las lesiones por una caída que le fracturó dos vértebras. "Nunca me he sentido natural con la moto y ha sido difícil, pero no he perdido la paciencia nunca y continué trabajando con el equipo, pensando que sería cuestión de tiempo. Cuando empezaba a ver algo de luz al final del túnel, tuve esta caída tan fea en el test de Montmeló y dos semanas después me caí otra vez en Assen, y todos sabemos las consecuencias", declaró en su despedida en Valencia.

La cuantía que reclama Hacienda supera con mucho lo de otros deportistas porque parte de que Lorenzo no tributó nada en España durante esos cuatro años. Cristiano Ronaldo pagó unos 20 millones para lograr una condena de conformidad por delito fiscal y Messi tuvo que pagar unos seis. Pero estos, al igual que las inspecciones a otros futbolistas como Gerard Piqué, solo afectaban a una parte de sus ingresos, lo que cobraban por derechos de imagen. Messi admitió recientemente que estuvo pensando en marcharse de España cuando recibió la acusación por delito fiscal y Cristiano que eso influyó en su partida a Italia. El fisco se ha ganado una reputación internacional en el mundo del deporte que ahora se traslada al mundo del motor.