La abuela del parricidio de Godella: "María mató a mis nietos; es la única culpable"

A Gabrielle, la abuela paterna de los niños que vivía en Canadá, la noticia del terrible asesinato de sus nietos en Godella, Valencia, le llegó el mismo día. Una tenía cuatro meses, Ichel y otro tres años y medio, Amiel. Un shock terrible y doloroso. Las lágrimas no se habían secado ni había conseguido recuperar el aliento cuando le comunicaron que su hijo Gabriel estaba detenido como sospechoso del crimen. Ella supo en seguida que se trataba de un error.

Desesperada, en cuanto pudo, junto con su hijo menor y hermano de Gabriel, hizo la maleta, dejó atrás su vida, su domicilio y se vino a España. Llevan instalados en nuestro país varios meses y ha alquilado una casa para estar cerca de él: “Es inocente y necesita mi apoyo. Yo no puedo estar en otro sitio que no sea aquí”, confiesa.

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Le visita siempre que la cárcel le deja. Una vez a la semana en locutorio durante 40 minutos con un cristal por medio y una vez al mes durante noventa minutos sin barreras físicas: “Es cuando puedo abrazarle y darle besos”, dice ilusionada. Gabrielle, que ha estado callada desde que ocurrieron los crímenes el pasado 14 de marzo, ha decidido hablar por primera vez en 'El Confidencial'. Quiere puntualizar muchas de las afirmaciones que se han hecho y aporta datos desconocidos hasta ahora.

PREGUNTA. ¿Cómo es la vida de tu hijo en prisión?

RESPUESTA. Imagínate. Se ha adaptado como ha podido. Es muy duro. Emocionalmente está destrozado. Es como si padeciera un cáncer emocional que le devora cada día. Cuando te encierran porque sospechan que has matado a tus hijos, que es lo que él más quería, les tenía devoción a los pequeños y tú sabes que eres inocente, que no hay ninguna prueba, ningún indicio, cuando te impiden ir al funeral de tus propios hijos, es para volverse loco.

Él no entiende porqué sigue en prisión. Debería haber salido hace meses. Todas las pruebas apuntan a María, ella misma le ha pedido perdón por carta y aún así está en una celda. Eso no lo puedo entender.

P. ¿Escribe María cartas a Gabriel?

R. Al principio sí. En una de ellas es en la que le pide perdón. En otras le decía que se quería casar con él dentro de la prisión, que iban a tener más hijos. Incluso le dijo hasta los nombres de los nuevos niños. Mi hijo no podía aguantar aquello y solicitó que le prohibieran comunicarse con él. No quiere saber nada de ella. Fue cuando cortó la relación que ella empezó a decir cosas feas de mi hijo.

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P. ¿Qué te ha contado Gabriel de la madrugada del crimen?

R. Me cuenta que estaba dormido. Que María le despierta pidiéndole mantener relaciones sexuales. Él observa que está rara, mojada, con los dedos sucios, despeinada y se asusta. Le pregunta qué pasa y observa que los niños no están. Le pregunta que donde se encuentran y ella responde: “No te preocupes, los niños están con Dios”. Claro, Gabriel explotó… Y sí, es verdad Gabriel le golpeó para saber qué estaba pasando.

P. La madre y el padrastro de María señalan a tu hijo.

R. No es cierto. Noemí me engañó a mí. Pocos días antes del crimen quise hablar con mi hijo y no lo logré. Entonces la llamé a ella y le pregunté cómo estaba todo y me dijo que bien. Me engañó. ¿Sabes quién se llevaba mal con María? Noemí, su madre. Siempre estaban discutiendo y gritándose. Era mi hijo quien intermediaba entre ellas y trataba de que hubiese buenas relaciones.

"Cuando te encierran porque sospechan que has matado a tus hijos y te impiden ir a su funeral es para volverse loco"

Ahora van y se inventan que Gabriel manipuló la mente de María para que matase a los niños. Eso es demencial, no hay quien se lo crea. ¿Sabes cuál es mi opinión? Esto ha sido un problema de salud mental y el desequilibrio mental no está en nuestra familia.

P. Entonces, ¿el crimen lo cometió María sola?

R. Sí. Lo dicen las pruebas. Hay un informe de la Guardia Civil del 4 de octubre que afirma que María asesinó a los niños en la piscina y lo prueba, entre otras cosas, que hay sangre de uno de los niños en la ropa de María. En la de mi hijo no había rastro de nada. Cuando les quitó la vida, Gabriel dormía dentro de la casa y no se enteró de nada. Es absurdo que nadie se plantee que debió despertarse, si la madre se llevó a los niños clandestinamente y los sacó fuera.

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P. Entonces, ¿por qué tu hijo sigue en prisión?

R. Eso me pregunto yo. El juez ya tiene todas las pruebas que ha pedido y todas señalan a María. Ninguna a mi hijo. Es muy duro tener a alguien encerrado sin ningún indicio. Nuestro abogado ha presentado un escrito en el que solicita su libertad. Lo hizo el pasado mes de octubre. Espero que lo resuelvan pronto ya y poder acompañar Gabriel a llorar a las tumbas de sus hijos.