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Pablo Casado e Isabel Torres: la derecha aburrida
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Pablo Casado e Isabel Torres: la derecha aburrida

El presidente del PP es todo lo que se espera de un hombre sensato. Sonríe siempre y es tan poco estridente que nunca lleva estampados

Foto: Isabel Torres y Pablo Casado.
Isabel Torres y Pablo Casado.

Pablo Casado tenía 23 días cuando Tejero entró en el Congreso, disparó unos cuantos tiros al techo y dijo aquello de "Quieto todo el mundo". Quizá por eso ve golpismo y tremendismo por todas partes. En Cataluña desde hace tiempo, en Navarra desde hace nada. Hasta en la moción de censura, en los consejos de ministros de los viernes. Todo va mal desde que llegó Pedro Primero el Felón. Todo iba bien con Mariano Rajoy Brey. Cuando estaba quieto todo el mundo.

El presidente del PP es todo lo que se espera de un hombre sensato. Sonríe siempre y es tan poco estridente que nunca lleva estampados. Colores discretos como su vida, con la novia de siempre, hoy madre de sus dos hijos. Casado es quietud, es inmovilismo; es esa clase de persona a la que prestaría dinero y dejaría al cuidado de mis hijos ante una urgencia. Es un tipo de fiar al que por ahora se le quiere más que se le vota.

Foto: Pedro Sánchez y su esposa Begoña Gómez. (Montaje: Enrique Villarino)
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Casado, como dijo hace poco Francisco Marhuenda, es hijo de Aznar. El único expresidente con 'six-pack' dijo hace tiempo que si alguien quería como sustituto era este joven nacido en Palencia. Un joven con ideas viejas que ha estudiado en los Maristas, en ICADE, que en 2003 se afilió al PP y que en 2009 casóse bien con una rica heredera de Elche tras un flechazo años antes en una fiesta en un colegio mayor.

Tiene pinta de ser de esos que pocas veces han llegado tarde a casa, de los que te abren la puerta para que entres en el coche, de los que presentas a tus padres para que dejen de hacerte preguntas incómodas. Si hasta toca la guitarra en las fiestas familiares.

Aunque esos también son las que las matan callando. Porque el Casado que saluda a los periodistas con una sonrisa, como si vernos fuera lo mejor que le ha pasado en la vida, es el mismo que acaba de culminar un proceso de renovación en el PP tras el que han muerto muchos y ha resucitado Cayetana Álvarez de Toledo. No todo iban a ser malas noticias. "Si yo gano, no pierde nadie, y eso no lo pueden decir los demás", dijo durante la campaña para presidir su partido. Ya.

Tiene pinta de ser de esos que pocas veces han llegado tarde a casa, de los que te abren la puerta, de los que presentas a tus padres

Su nueva portavoz en el Congreso es rubia como su esposa, Isabel Torres. Es la menor de tres hermanos, que estudió Psicología y trabaja como orientadora en un colegio de Algete.

Con ella tiene dos hijos, Paloma y Pablo. Con ella sabe lo que es la angustia y las esperas en los hospitales, ya que el niño nació prematuro. Por eso tiene una especial conexión con Pablo Iglesias, y a él acudió a saludar nada más terminar el último de los debates electorales celebrado en Atresmedia. Por eso Isabel, que acompañó a su marido a aquella cita, tocaba con cariño el hombro del presidente de Unidas Podemos mientras este les enseñaba una foto de su móvil. Porque los cuidados son un pegamento mucho más fuerte que las ideas políticas.

placeholder Pablo Casado e Isabel Torres pasean junto a sus hijos por la localidad abulense de Navas del Marqués. (EFE)
Pablo Casado e Isabel Torres pasean junto a sus hijos por la localidad abulense de Navas del Marqués. (EFE)

Pocos conocemos la voz de Isabel Torres. Más allá de Elisa Álvarez, la periodista que la entrevistó junto a su marido para la revista Telva, es una de esas mujeres discretas que gustan a muchos votantes de derechas. Compañeras y esposas fieles, con ideas propias pero que dosifican con gotero. Mujeres ideales para cualquier líder político, de las que jamás te provocarán una crisis en los medios. Su perfil de Facebook arroja pocas sorpresas: le gusta Julio Iglesias, 'El tiempo entre costuras', el centro comercial Las Rozas Village y una página que se llama 'Por la dimisión de ZP como presidente del Gobierno de España'. Que sepamos, todas sus primas terceras están orgullosísimas de ella.

Casado parece tener pocas manchas en el expediente. La crisis de aquel Máster que no fue, o sí fue pero de aquella manera, le salió bien por tres motivos: porque dio explicaciones desde el primer momento, porque Cristina Cifuentes no pudo resolver peor lo suyo y porque Pedro Sánchez con su tesis doctoral no estaba para dar lecciones. También supimos que su estancia en Harvard no pasó de Aravaca, pero que levante la mano aquel que no se haya venido un poco arriba al hacer su CV.

De vez en cuando, Casado pronuncia frases sacadas de una taza de Mr Wonderful: "La ilusión es el motor de la vida". El 10 de junio publicó una foto en su perfil de Instagram en la que aparecía con su esposa. El texto: "Diez años juntos y como el primer día. #felizaniversario". Si algún día llegan a la Moncloa no contarán que cambiaron de colchón y reinarán los colores tierra en el fondo de armario. He estado en fiestas mejores.

Pablo Casado tenía 23 días cuando Tejero entró en el Congreso, disparó unos cuantos tiros al techo y dijo aquello de "Quieto todo el mundo". Quizá por eso ve golpismo y tremendismo por todas partes. En Cataluña desde hace tiempo, en Navarra desde hace nada. Hasta en la moción de censura, en los consejos de ministros de los viernes. Todo va mal desde que llegó Pedro Primero el Felón. Todo iba bien con Mariano Rajoy Brey. Cuando estaba quieto todo el mundo.

Pablo Casado Cayetana Álvarez de Toledo
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