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Los ejes del discurso de Sánchez: feminismo, desigualdad, justicia social, clima y Cataluña
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DIRIGIDO A "LA MAYORÍA SOCIAL"

Los ejes del discurso de Sánchez: feminismo, desigualdad, justicia social, clima y Cataluña

El candidato ha ido componiendo su programa de legislatura en los últimos días, mientras se producía el desbloqueo de las negociaciones y en un clima de probable acuerdo con Unidas Podemos

Foto: Pedro Sánchez, el pasado 12 de febrero en el Congreso, durante el debate de los Presupuestos del Estado de 2019. (Reuters)
Pedro Sánchez, el pasado 12 de febrero en el Congreso, durante el debate de los Presupuestos del Estado de 2019. (Reuters)

"Un discurso progresista y de izquierdas, enfocado a la mayoría social". Es la envoltura que cubrirá el discurso de investidura de Pedro Sánchez, el segundo que pronuncia el líder socialista en su trayectoria política. Pero nada tiene que ver con el primero, con aquel lejano año de 2016. Aquel, cuando era solo un secretario general con fuerzas menguadas y un partido con notables a la contra, se estrelló entre las paredes del Congreso, y el que resonará este lunes 22 de julio en el hemiciclo, con él como presidente en funciones, tras más de un año asentado en la Moncloa y con cuatro victorias a sus espaldas, puede concluir en éxito. Porque aunque el vuelco dramático en la historia que se comenzó a escribir tras las generales del 28-A fuera decisivo, a estas horas es imposible saber si el acuerdo, que PSOE y Unidas Podemos quieren y persiguen, prosperará o embarrancará en alguna curva.

Con la incertidumbre aún planeando sobre el Congreso, Sánchez ha ido componiendo en los últimos días su discurso, ayudado de su equipo en la Moncloa, pilotado por su director de Gabinete, el omnipresente Iván Redondo. Y aunque un ejército de asesores prepara papeles y números, el candidato, como siempre insisten sus colaboradores, toquetea y mucho sus escritos, tal vez porque fue antes cocinero antes que fraile, por su pasado como fontanero en Ferraz.

Fuentes socialistas indicaron a este periódico que Sánchez pronunciará un discurso "progresista y de izquierdas", aunque "enfocado" a una mayoría social, aquella que confió en él el 28-A, y construido desde esa perspectiva progresista. Detallará las "transformaciones que sigue necesitando el país" y a las que, a su juicio, "solo puede dar respuesta un Ejecutivo de izquierdas".

Sánchez detallará las "transformaciones que sigue necesitando el país" y a las que, a su juicio, "solo puede dar respuesta un Ejecutivo de izquierdas"


El candidato disertará mucho de economía, pero siempre, relatan en Ferraz, con la óptica que ya pregonara en la campaña electoral y en su año de gestión: crecimiento económico, sí, pero combinado con justicia social. Que el empuje de los números se distribuya más equitativamente entre los más vulnerables, y no solo revierta en los de aquellos más pudientes o en las grandes corporaciones. Sánchez reprochaba en los últimos años a Mariano Rajoy que la salida de las políticas de austeridad y la mejora económica no haya servido para mejorar las condiciones de vida de aquellos que más han padecido en los tiempos de crisis.

Foto: Pedro Sánchez y la vicepresidenta, Carmen Calvo, con Pablo Iglesias en el Congreso el pasado 19 de septiembre. (EFE)

Un suelo de 173 síes

El documento programático que la ejecutiva del PSOE aprobó la semana pasada, pensado para acercar posturas con Unidas Podemos, ya proclamaba que "avanzar en justicia social representa el principal compromiso" del partido. "Somos conscientes de que no habrá mayor justicia social si no hay mayor justicia fiscal, de forma que aumenten los recursos públicos para garantizar los derechos básicos, con una distribución mucho más equitativa de la carga fiscal, sin ningún incremento de impuestos a las clases medias y trabajadoras".

Los desafíos: desigualdad, feminismo, empleo, pensiones, precariedad, emergencia climática, revolución tecnológica, modelo territorial y Europa.

Desde ese enfoque, Sánchez desglosará su plan para la legislatura, que perseguirá dar respuesta a los "grandes desafíos" que ha de afrontar España en los próximos años, y que son los que están presentes en sus textos y en sus discursos: lucha contra desigualdad, feminismo, empleo y combate contra la precariedad, blindaje de las pensiones y garantía de su sostenimiento público, emergencia climática y transición ecológica de la economía, revolución tecnológica y digitalización, modelo territorial y Europa.

Negociación encarrilada, pero pendiente de los nombres

Estos son los pilares, pues, que cimentarán el discurso de Sánchez. Pero su acuerdo con Unidas Podemos está aún cocinándose y es probable que buena parte de los elementos consensuados se integren en esa primera intervención del candidato o que afloren en su debate con el líder del grupo confederal, Unidas Podemos. Además, el programa de legislatura ha de convencer a los restantes socios del PSOE, como el PNV y Compromís, que junto con el del diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) le proporcionarían un suelo de 173 síes, a solo tres de la absoluta. El tono del discurso y el cierre del acuerdo con los morados servirán a ERC y Junts per Catalunya para definir su voto. Una alianza entre las izquierdas puede facilitar su abstención.

Precisamente el pasaje dedicado a Cataluña será de los que suscite más atención y peso dentro de la alocución del candidato en la Cámara Baja. Sánchez y su Gobierno han insistido en que todo diálogo con las formaciones separatistas quedará ceñido al corsé de la Constitución y de la ley. En su documento base, se engrosaba esta parte respecto al texto visado por la ejecutiva del PSOE una semana antes.

Foto: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo en la Moncloa. (Reuters)

Liderazgo del PSOE con Cataluña

Así, los socialistas apuestan por "el reconocimiento de las singularidades de los distintos territorios en sus propios estatutos de autonomía". "Se aspira a una definición más precisa de los aspectos identitarios, históricos, culturales, políticos y lingüísticos, así como a una organización institucional y territorial adaptada a las peculiaridades de cada comunidad en cuanto no afecte al funcionamiento de otra. El límite a ese reconocimiento es la igualdad: igualdad de todos los españoles en el ejercicio de derechos y libertades e igualdad en cualquier parte del territorio", sanciona el documento que está sobre la mesa de negociación con Unidas Podemos. Es decir, que la propuesta es la reforma de los estatutos.

El PSOE quiere impulsar el autogobierno y reconocer "las singularidades de los distintos territorios en sus propios estatutos de autonomía"

El PSOE ha orillado su modelo federal, y más aún la concepción plurinacional del Estado. En los últimos escritos del partido, como en el entregado a los morados, se habla de una España que "pretende seguir avanzando en el impulso del autogobierno, compatible con la igualdad y la solidaridad en el marco de la Constitución y los estatutos de autonomía. Una España autonómica en una Europa federal". El abordaje del conflicto con Cataluña lo pilotará por el PSOE: Iglesias ya prometió "lealtad" en este punto al presidente, consciente de su debilidad parlamentaria (42 escaños frente a 123).

El PSOE, convencido de llegar a un acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos

Todavía no está claro en qué condiciones llegará el candidato al debate de investidura, si el acuerdo estará ya listo a falta de rematar los flecos, si la parte programática estará amarrada a la espera del reparto de ministerios o si las conversaciones se han encasquillado. El diálogo se conduce con el máximo hermetismo, por decisión de los dos socios y precisamente para proteger ese acercamiento que, si fructificará, desembocará en la puesta en marcha del primer Gobierno de coalición en España en estos 40 años de democracia. Para explorar un precedente, habría que acudir a la Segunda República.

placeholder Consulte aquí en PDF el segundo documento aprobado por la ejecutiva del PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.
Consulte aquí en PDF el segundo documento aprobado por la ejecutiva del PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.

El candidato intervendrá en la tribuna del Congreso a las 12 de la mañana, sin límite de tiempo. Después, el pleno, dirigido por la presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet, se suspenderá para reanudarse a las 16:00. Entonces tomarán la palabra los líderes de los grupos de la oposición, de mayor a menor. Cada portavoz dispondrá de 30 minutos de discurso inicial, otros 10 de réplica y otros tres de contrarréplica (43 minutos en total). Sánchez podrá contestarles de manera individual —lo esperable— o agrupada.

La ordenación del debate

En la primera jornada del debate intervendrán Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) y los jefes de sus confluencias y quizá Santiago Abascal (Vox). En función de lo que se alarguen las respuestas podrá subir o no otro grupo a la tribuna: la semana pasada la Junta de Portavoces acordó que el primer día, el lunes 22, concluirá con el grupo que esté en el uso de la palabra a las 20:30. El martes, la sesión se retomará con los grupos restantes (podrían ser ERC, PNV y Mixto, si es que Abascal es el último en la primera jornada), y cerrará el mayoritario, el PSOE, con su portavoz, Adriana Lastra. Después se procederá a la votación, pública por llamamiento. En esta primera ronda hará falta la mayoría absoluta: el respaldo de 176 diputados, que Sánchez previsiblemente no tendrá, porque supondría que ERC o Bildu pasan al sí.

La sesión arranca este lunes a las 12:00 con la intervención del candidato. Luego seguirán los grupos y la primera votación, el martes 23

Si el líder del PSOE no suma esos 176 apoyos, habrá una segunda votación a las 48 horas, precedida por un pequeño debate: el candidato dispondría de diez minutos, y los grupos, de cinco. En esta segunda ronda, basta la mayoría simple: más síes que noes, de modo que son fundamentales las abstenciones. Con un acuerdo cerrado con Unidas Podemos y el PRC, y el sí probable del PNV y Compromís, solo requeriría que un grupo más no bloqueara. Socialistas y morados ya suman por sí mismos 165 escaños, muy por encima de los que 151 que aglutinan PP (66), Cs (57), Vox (24), Navarra Suma (2) y Coalición Canaria (2), a los que podrían sumarse los cuatro de JxCAT (otros tres diputados están suspendidos por estar encarcelados, igual que el republicano Oriol Junqueras).

El Sánchez de 2016 tiene poco que ver con el de hoy. En aquel momento se llevó el doloroso varapalo del Podemos de la "cal viva". Ahora, ambos son socios y buscan un acuerdo que salve la investidura y evite nuevas elecciones el 10 de noviembre.

"Un discurso progresista y de izquierdas, enfocado a la mayoría social". Es la envoltura que cubrirá el discurso de investidura de Pedro Sánchez, el segundo que pronuncia el líder socialista en su trayectoria política. Pero nada tiene que ver con el primero, con aquel lejano año de 2016. Aquel, cuando era solo un secretario general con fuerzas menguadas y un partido con notables a la contra, se estrelló entre las paredes del Congreso, y el que resonará este lunes 22 de julio en el hemiciclo, con él como presidente en funciones, tras más de un año asentado en la Moncloa y con cuatro victorias a sus espaldas, puede concluir en éxito. Porque aunque el vuelco dramático en la historia que se comenzó a escribir tras las generales del 28-A fuera decisivo, a estas horas es imposible saber si el acuerdo, que PSOE y Unidas Podemos quieren y persiguen, prosperará o embarrancará en alguna curva.

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