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Iglesias busca reforzar Unidas Podemos a través de una coalición integral con IU
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SIGUIENDO EL MODELO DE COALICIÓN DE COMPROMÍS

Iglesias busca reforzar Unidas Podemos a través de una coalición integral con IU

Unidas Podemos sería el paraguas de todas las formaciones que ya forman parte del grupo confederal, y contaría con una ejecutiva en la que estarían representados miembros de todas ellas

Foto: Reunión de la Mesa Confederal de Unidas Podemos en el Congreso, de la que forman parte Podemos, IU, el PCE y las confluencias. (EFE)
Reunión de la Mesa Confederal de Unidas Podemos en el Congreso, de la que forman parte Podemos, IU, el PCE y las confluencias. (EFE)

La asignatura pendiente de Podemos que, si cabe, dejó más al descubierto el fracaso electoral en las municipales y autonómicas, es su implantación territorial. Una de las mayores deficiencias de la formación, sobre todo fuera de las grandes ciudades. La principal tarea que deberá asumir así el nuevo secretario de Organización de Podemos, Alberto Rodríguez, será fortalecer las estructuras del partido. La entrada en el Gobierno, con posiciones de responsabilidad, facilitaría esta tarea, de ahí que sea uno de los motivos por los que argumenta internamente la apuesta por formar una coalición.

Los planes de Pablo Iglesias pasan por formar una coalición orgánica con Izquierda Unida y otras formaciones aliadas más minoritarias, desde el PCE a las confluencias, que vaya más allá de la alianza electoral o parlamentaria como hasta ahora. Se trataría de replicar modelos como el de Compromís, una coalición bajo la que se integran Iniciativa del Poble Valencià, partido al que pertenece Mónica Oltra, el Bloc Nacionalista Valencià y los Verds del País Valencià, además de personas sin militancia en ninguna de estas formaciones integrantes que se denominan Gent de Compromís.

Foto: Pedro Sánchez, en su comparecencia posterior al Consejo Europeo de este 2 de julio, en Bruselas. (EFE)

Unidas Podemos sería el paraguas de las todas las formaciones que ya forman parte del grupo confederal, y contaría con una ejecutiva en la que estarían representados miembros de todas ellas. Una coalición que trascendería lo electoral para materializarse también orgánicamente. De este modo, más que una integración o absorción de otras formaciones por parte de Podemos sería más bien lo contrario, al dar cabida en la toma de decisiones a los representantes de todos los partidos. Una dinámica que, por la agilidad que requiere la toma decisiones en el día a día, ya existe de manera informal en el Congreso.

En esta legislatura, de hecho, ya se constituyó la denominada Mesa Confederal de Unidas Podemos, de la que forman parte los portavoces de Podemos, las confluencias territoriales de Galicia y Cataluña, Yolanda Díaz y Jaume Asens, respectivamente, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, y el diputado en representación de Equo, Juantxo López de Uralde. En su última reunión, por ejemplo, se elaboró la estrategia a seguir en las negociaciones con el PSOE de cara a la investidura. Un órgano de decisión, por tanto, que podría convertirse en el antecedente de la coalición orgánica a la que aspira Podemos y a la que la actual dirección de IU no cierre las puertas.

La Mesa Confederal de Unidas Podemos sería el prototipo de esta coalición con representantes de todos los partidos en una ejecutiva

El análisis compartido entre los máximos dirigentes de Podemos e IU es que los primeros cuentan con un mayor empuje electoral, mientras que los segundos gozan de una mejor articulación territorial. Así lo reconocieron tanto Pablo Iglesias como Alberto Garzón en los análisis electorales que realizaron tras los comicios municipales y autonómicos, además de lanzar la idea de que era necesario reconstruir el espacio del cambio a la izquierda del PSOE.

"No hemos sido capaces de construir una organización con la suficiente implantación territorial, lo que nos hubiera dado más presencia y fuerza tanto en las generales como en las municipales y autonómicas", afirmaba Iglesias, añadiendo también que "hay que poner por delante un proyecto colectivo a un proyecto personal". El coordinador federal de IU, por su parte, apostaba por "reconfigurar el espacio político a partir de una nueva y mejor articulación entre los diversos actores que conformamos el mismo". En esta línea, especificaba que "en IU disponemos de una más amplia implantación local, mientras que Podemos dispone de una más amplia base electoral".

La Asamblea Político y Social de Izquierda Unida, el máximo órgano de dirección de esta organización entre asambleas federales, ya aprobó en su última reunión un informe político en el que se apostaba por "avanzar en la creación de espacios de cooperación entre las fuerzas políticas y sociales de la izquierda". Una de las conclusiones más evidentes que nos deja este ciclo electoral, según recoge el documento con la valoración postelectoral de IU y que resume los diferentes escenarios que se abren definiendo las tareas concretas a poner en marcha por Izquierda Unida, "es la necesidad de crear espacios de trabajo conjunto para, entre otras cosas, optimizar recursos".

Foto: El presidente del Gobierno y candidato del PSOE, Pedro Sánchez (c), junto a su jefe de gabinete,  (d), antes del comienzo del primer debate electoral. (EFE)

Precisamente por ello, se pone de relieve la posibilidad de una fusión fría, aun reconociendo las distintas culturas políticas y bagajes de cada actor, así como sus distintos recursos organizacionales, una de las piezas centrales de este proceso. "Necesitamos espacios de coordinación para fortalecer nuestra base social y nuestro arraigo organizativo y territorial. La ausencia de dichos espacios se paga especialmente cara en los procesos electorales, ya que estos exigen una estrategia única, común y coherente", concluía el texto aprobado por el máximo órgano de dirección de IU el pasado mes de junio.

Este proceso dependerá de las negociaciones para la formación de gobierno y de su resultado. Al menos, quedará aplazado a que se resuelva la investidura y, en cualquier caso, se realizará de forma gradual, con debates en orgánicos en cada una de las respectivas organizaciones. Sin prisas, pero con una idea firme en la que se impone un cambio de ciclo y un periodo de reorganización, al no haber más citas electorales a medio plazo.

La asignatura pendiente de Podemos que, si cabe, dejó más al descubierto el fracaso electoral en las municipales y autonómicas, es su implantación territorial. Una de las mayores deficiencias de la formación, sobre todo fuera de las grandes ciudades. La principal tarea que deberá asumir así el nuevo secretario de Organización de Podemos, Alberto Rodríguez, será fortalecer las estructuras del partido. La entrada en el Gobierno, con posiciones de responsabilidad, facilitaría esta tarea, de ahí que sea uno de los motivos por los que argumenta internamente la apuesta por formar una coalición.

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