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El Gobierno pide a Podemos que "haga su parte" y se mueva tras el paso de Sánchez
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COMPARECENCIA TRAS EL CONSEJO DE MINISTROS

El Gobierno pide a Podemos que "haga su parte" y se mueva tras el paso de Sánchez

Celaá subraya que el presidente sí ha variado su posición inicial y que ahora, tras abrirse a ministros independientes propuestos por los morados, Iglesias ha de "recorrer" su camino para el acuerdo

Foto: Pedro Sánchez, durante su entrevista con el periodista Pedro Piqueras en 'Informativos Telecinco' este 4 de julio. (Fernando Calvo | Moncloa)
Pedro Sánchez, durante su entrevista con el periodista Pedro Piqueras en 'Informativos Telecinco' este 4 de julio. (Fernando Calvo | Moncloa)

Un juego de pimpón en el que el otro espera golpee la pelota. El caso es que no siempre uno tiene constancia de que el otro haya golpeado. El diálogo entre el PSOE y Unidas Podemos se canaliza, por ahora, en estos términos. Los socialistas creen que se han movido ellos y que debe responder Pablo Iglesias y este a su vez demanda a Pedro Sánchez que responda a su oferta. Pero mientras, nada parece avanzar, o todo marcha demasiado lentamente cuando han transcurrido más de dos meses desde las elecciones generales.

El Ejecutivo en funciones pide a Iglesias que "haga su parte". Que se mueva. Lo dijo este viernes la ministra portavoz, Isabel Celaá, horas después de la entrevista del presidente en 'Informativos Telecinco', donde delimitó el campo de juego de su investidura. Sánchez argumentó de manera más clara por qué no quiere el Gobierno de coalición que le pide Podemos —puso por delante las "discrepancias de fondo" respecto al conflicto soberanista en Cataluña— y se abrió a incorporar a ministros independientes y prestigiados que plantee la formación morada.

"Fue él el que mencionó esa posibilidad", recordó Celaá, así que ahora "corresponderá a la otra parte" decir si puede "recorrer" otra parte del camino o no. Pero a Unidas Podemos no le satisface esa opción, porque este mismo viernes insistió en que busca un Gabinete conjunto, de coalición. Cuando se le preguntó a la ministra si, para acercar posiciones con el que es su "socio preferente", el presidente llevará el martes, a su reunión en el Congreso con Iglesias, un documento programático para negociar sobre contenidos o si está dispuesto a dar un paso más a la vista de que Unidas Podemos no entra por su aro, ella fue más clara: "El presidente hará todo el esfuerzo imaginable por conseguir un acuerdo. El martes trabajará como debe para acercar posiciones con ellos. Pero hasta ahora no sabemos que Unidas Podemos haya hecho movimiento alguno para poder acercarse. Vamos a ver si es posible que también haga su parte".

"Hasta ahora no sabemos que UP haya hecho movimiento alguno para poder acercarse. Vamos a ver si es posible que también haga su parte", dice


El pasado miércoles, en 'La Vanguardia', Iglesias planteó llevar a votación en el Congreso ese acuerdo integral de coalición para "verificar" si eso que esgrime el PSOE, que genera rechazo y que no suma, es cierto, y si fuera rechazado él revisaría su posición. Celaá señaló que el Gobierno no entiende que eso sea "un movimiento", un cambio de posición. Este viernes, la portavoz parlamentaria de los morados, Irene Montero, rechazó de plano, como era previsible, esa propuesta de ministros independientes sugeridos por Podemos. "Todas en Podemos somos independientes de las eléctricas, del Ibex 35 y de los poderosos", sentenció. La diputada insistió en que la participación de su grupo en el futuro Gabinete es "fundamental" y reprobó al PSOE su "incapacidad para compartir el Gobierno". Montero reclamó que Sánchez no ponga "vetos" a quien quiera proponer su partido, como ellos no lo pondrán a quienes designen los socialistas.

Foto: Pedro Sánchez, durante su entrevista con el periodista Pedro Piqueras en 'Informativos Telecinco' este 4 de julio. (Fernando Calvo | Moncloa)

"No queremos otras elecciones"

Así que la oferta de los socialistas sigue siendo la de un "Gobierno de cooperación, y no de coalición", una propuesta "que no es baladí, que no es irrelevante", que está "llena de contenido", y que implica una colaboración en tres ámbitos —el parlamentario, el programático y el institucional— más una comisión de seguimiento que vigile el cumplimiento de los acuerdos.

Celaá desmonta en parte el argumentario de su jefe en la tele, al asumir la abstención de ERC, porque esta no significa "depender" de los separatistas

Y aunque PSOE y Unidas Podemos tienen "muchos puntos de contacto en lo social", no comparten el "mismo modelo de país", no tienen concepciones "miméticas". Ahí está Cataluña. Ellos "han mantenido a lo largo de este tiempo una posición que no compartimos, que no tenemos", señaló la ministra, en referencia al referéndum de autodeterminación, pese a que Iglesias, como se le recordó, ya no lo mantiene como una línea roja porque entiende que su posición es minoritaria. Así que el rechazo a los morados se basa en que las dos formaciones no suman mayoría absoluta y hay que dejar "un espacio abierto" a otras formaciones y también porque "alguna cautela hay que establecer" en cuestiones sensibles y que les separan. "No obstante, se va a trabajar para llegar a acuerdos, porque no queremos otras elecciones, a pesar de los buenos sondeos" que apuntan a una victoria más abultada del PSOE. Al hilo de la suma, se le recordó a la portavoz que tampoco PNV y PSE alcanzan la absoluta en Euskadi y, sin embargo, gobiernan juntos. "Hablamos del Gobierno de España, no del de una comunidad autónoma", respondió, añadiendo que ambas formaciones están a un solo diputado de ese umbral.

"El presidente del Gobierno va a hacer todo el esfuerzo necesario para llegar a un acuerdo"

Como hiciera ayer Sánchez, Celaá subrayó que el presidente persigue un Gobierno progresista que "no dependa" de los independentistas. Remarcó una y otra vez ese verbo, la pretensión de "no depender" de los soberanistas. Para el PSOE, ese es un motivo más para rechazar la coalición. "No podemos jugar con una mayoría insuficiente que además dependa de fuerzas independentistas".

Pero ese argumento está más dirigido a poner contra la pared a PP y Ciudadanos. Porque en Ferraz y en la Moncloa saben que ambos partidos de derechas votarán en contra de la investidura, por lo que la reelección de Sánchez solo prosperará si, además de los votos de Unidas Podemos, PNV, Compromís y PRC, se suman las abstenciones de ERC, Junts per Catalunya o Bildu. Abstenciones que, lógicamente, el Gobierno no rechaza.

Foto: Chivite (derecha) se dispone a informar del acuerdo tras finalizar la reunión este viernes en el Parlamento junto a De Simón (izq), Barkos y Santos. (EFE)

Caso distinto a Navarra

De hecho, Celaá tuvo que reconocer lo obvio, desmontando así el argumento que horas antes había expresado su jefe: "Nadie ha dicho" que una abstención de ERC suponga "depender de ERC". Estas fuerzas separatistas "gestionan, administran sus votos como mejor les parece para sus objetivos". Dicho de otro modo: que si los republicanos (o los neoconvergentes, o la izquierda 'abertzale') quiere facilitar la investidura de Sánchez sin negociar nada con el PSOE, pues bien estará. Sánchez, vino a decir, no puede rechazar unos votos porque no puede disponer de la voluntad de un grupo.

Las fuerzas soberanistas, dice la portavoz, "gestionan, administran sus votos como mejor les parece para sus objetivos"

Celaá puso el ejemplo de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, que cayeron porque sumaron sus votos en contra los secesionistas, PP y Cs. "Es que llega un momento, si no razonamos, en el que apenas se va a poder hacer política", sostuvo, para defender que en un escenario tan fragmentado no queda otra que hablar, al contrario de lo que hace Ciudadanos. "¿Con quién hablan ellos?", se preguntó, para destacar su aislamiento. Así, recordó que la política es "el diálogo, el arte de lo posible", el acercar posiciones de los discrepantes".

El Gobierno espera que Podemos "haga su parte" para desbloquear la investidura

Todo ello venía a cuento por Navarra, donde los socialistas cerraron este viernes un acuerdo con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra que, para hacer presidenta a María Chivite necesita de la abstención de Bildu. La ministra subrayó que no hay ningún pacto con la formación de Arnaldo Otegi, y las pruebas son que en Pamplona gobiernan las derechas de Navarra Suma gracias al PSN, que en la Mesa del Parlamento está ahora, como estaba antes, la formación heredera de Batasuna, y que en el futuro Ejecutivo foral, si se arma, no se sentará Bildu (y antes sí). "Ya me dirán ustedes si eso es un retroceso o un avance", observó.

En definitiva, poco sustantivo se mueve por ahora. El juego del pimpón. No está claro, pues, quién tiene que dar el siguiente revés de raqueta.

Un juego de pimpón en el que el otro espera golpee la pelota. El caso es que no siempre uno tiene constancia de que el otro haya golpeado. El diálogo entre el PSOE y Unidas Podemos se canaliza, por ahora, en estos términos. Los socialistas creen que se han movido ellos y que debe responder Pablo Iglesias y este a su vez demanda a Pedro Sánchez que responda a su oferta. Pero mientras, nada parece avanzar, o todo marcha demasiado lentamente cuando han transcurrido más de dos meses desde las elecciones generales.

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