Cao de Benós: “La embajada de Corea del Norte no tiene ni aire acondicionado”

El delegado especial para el Comité de Relaciones Culturales de Corea del Norte, Alejandro Cao de Benós, asegura a El Confidencial que no tiene ni idea de quién pudo entrar a la embajada de su país en Madrid el pasado viernes, amordazar a los empleados de la sede consular y robar equipos informáticos. Admite que, al conocer la noticia, pensó en una banda organizada. "La embajada está en una zona de alto nivel adquisitivo y supongo que pensaron que podía tener cosas de valor", aventura el representante cultural del país asiático, que añade para reforzar su tesis que él siempre ha dicho que la zona no está bien protegida. "Tiene un claro problema de seguridad porque está rodeada de descampado", sostiene.

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Sin embargo, continúa especulando, el recinto es "muy austero por dentro", como "todas" las sedes diplomáticas que Corea del Norte tiene por el mundo, que son realmente "espartanas". Esta, en concreto, "no tiene ni aire acondicionado", asegura Cao de Benós, quien considera que al percatarse de esta sobriedad material los ladrones probablemente optaron por llevarse lo único que consideraron que podía tener algo de valor, los dispositivos electrónicos que encontraron a su alcance.

La conjetura del diplomático norcoreano, único representante del Gobierno de Kim Jong-un que ha hablado públicamente sobre el asalto, sin embargo, no casa con las primeras teorías avanzadas por la Policía Nacional, responsable de las pesquisas que instruye la Audiencia Nacional. Fuentes de la investigación consideran que tienen elementos para pensar que no ha sido ningún grupo de crimen organizado el que ha protagonizado el asalto.

Cao de Benós, que ha dudado de la capacidad de la Policía y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para esclarecer los hechos por la "escasez de medios" que tienen a su alcance, ha señalado que no le preocupa la información que se han podido llevar los asaltantes porque los ordenadores siempre están "muy encriptados". El representante cultural del país asiático asegura que aún no se ha puesto en contacto con el único diplomático que todavía vivía en el edificio consular tras la expulsión del embajador en 2017, el encargado de negocio So Yun Sok, porque no logra hablar con él por el móvil.

"Creo que se lo quitaron los atracadores", ha apuntado Cao de Benós, cuya pasmosa tranquilidad contrasta con la importancia que están dando al caso los ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores, que no ofrecen información alguna a los medios hasta que esté más clara la autoría debido a lo sensible que consideran el asunto, del que se han hecho eco los medios más importantes del mundo tras ser revelado por El Confidencial. El embajador cultural justifica que los norcoreanos son siempre muy "precavidos" al ofrecer información y que por eso a él no le extraña tampoco que los empleados de la legación consular hayan recibido órdenes de mantener silencio e incluso de no salir del recinto.

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"No me cogen el teléfono y entiendo que es por seguridad; estoy esperando a establecer contacto. Cuando esté todo normal, me trasladaré hasta Madrid, porque yo estoy habitualmente en Tarragona", anuncia Cao de Benós, quien explica también que, desde que el Gobierno de Mariano Rajoy expulsó al anterior embajador, apenas viven en la sede cuatro o cinco personas. El mencionado So Yun Sok, su familia "y algún técnico". Ellos son, junto a un grupo de estudiantes de arquitectura que estudian en la Universidad Antonio de Nebrija, los únicos norcoreanos que residen en España.